Ni bien asumió en sus funciones, el ministro de Turismo de la provincia del Neuquén, Gustavo Fernández Capiet, realizó un relevamiento y encontró que las hosterías ubicadas en distintas localidades del norte (y que están bajo la órbita de su cartera), acusaban no sólo graves deficiencias edilicias, sino también de administración. Lo que siguió fue la evaluación pormenorizada, el presupuesto para las reparaciones y la puesta en marcha de un plan para que sean autosustentables y generen ingresos. Tienen con qué, pero necesitan inversiones y estrategias.
Cuando -atento al plan de optimización de los recursos del Estado que dispuso el gobernador Rolando Figueroa- el ministro pidió los balances, detectó rápidamente que, con las facturaciones a los turistas, las hosterías cubrían sus gastos de funcionamiento, pero no así los salarios de sus empleados y las cargas sociales.
Los empleados son 65 en total. Es decir que tienen un índice de más de un empleado por cama, cuando -según explicó Fernández Capiet- los establecimientos de cinco estrellas (y las hosterías no lo son) tienen una relación de uno a uno. También detectó la ausencia de capacitaciones para lograr una mejor atención a los turistas.
Esta ecuación no deja margen para las inversiones en mantenimiento y modernización; además, el déficit es avanzado, con la salvedad de que la hostería de Los Miches se encuentra en mejores condiciones que las de Varvarco y Las Ovejas, porque sus instalaciones son más nuevas. Aun así, necesita inversiones.
El panorama se completaba con tarifas desactualizadas y planes de descuentos que alejaron a las hosterías de una adecuada política de comercialización, con lo que eso significa en una provincia que tiene en el Turismo a una de sus principales economías. Con ese déficit estructural resultaba imposible llegar al equilibrio en los costos.
En los presupuestos que el ministerio de Turismo le pidió a la Corporación Forestal Neuquina (Corfone, empresa del Estado provincial) se detalla que la hostería de Varvarco necesita una inversión de 89.868.872,12 pesos para reparar -entre otras cosas- techos, fachada, filtraciones, griferías, ampliaciones, ventanas, tanque de agua y pintura.
La de Huinganco necesita 55.797.202,97 pesos para invertir en baños, cielorraso, pisos, pintura, tanque de agua y demás. Mientras que la de Las Ovejas requiere de 63.598.461,64 pesos para recuperar techos, exteriores, tanque de agua, pintura y carpintería, entre otras cosas. A pesar de haber asumido el 10 de diciembre con la temporada iniciada, desde la cartera de Turismo anunciaron que los cambios ya están en marcha.