El maestro Enrique Nicolás es uno de los cuatro músicos estables de la formación -que cuenta con piano, bandoneón, contrabajo, violín- y que junto con otros diez pasantes o “instrumentistas interesados” realizaron 30 conciertos en establecimientos educativos de la provincia.
La orquesta surgió con la finalidad de llevar el tango a espacios educativos para que se pueda extender a través de las próximas generaciones. A esos efectos los conciertos que realizan incluyen charlas sobre la música y los instrumentos, permitiendo un encuentro que no se realiza en forma oficial en ninguna otra región de Argentina, lo que ha causado curiosidad y admiración de los amantes del tango de Neuquén y otras provincias.
Otro objetivo de la escuela es “captar” músicos y músicas que quieran acercarse al tango, siendo conocedores o no de la materia, pero que compartan el objetivo de integrar y esparcir el género.
En cuanto al futuro de la orquesta, Nicolás expresó que “queremos seguir con esta misión que también se trata de compartir las distintas culturas, sería fantástico poder recorrer las escuelas del norte neuquino, y por qué no, tocar tango junto a la música andina o poder conocer a las Cantoras campesinas”.
“Este primer año de vida –que fue intenso hasta diciembre- ha sido muy productivo, nosotros no hemos bajado la guardia y ya estamos ensayando de nuevo, con todas las normas sanitarias vigentes, porque suponemos que este flagelo que le toca a la humanidad pronto va a pasar y ya podremos volver a tocar en las escuelas y en los lugares que lo hacíamos habitualmente”, concluyó.
