El ministerio de Ciudadanía, a través de subsecretaría de Mujeres, emitió un comunicado en referencia a las actividades enmarcadas en #NiUnaMenos. “Todos y todas debemos comprometernos contra la violencia, como sociedad debemos trabajar para revertir los patrones culturales aprendidos de cómo ser varón y de cómo ser mujer”, se aseguró.
El comunicado de la cartera que lidera Gustavo Alcaraz coincide con la realización hoy en todo el país de marchas en contra de la violencia hacia las mujeres. A continuación, transcribimos el comunicado:
“En este nuevo 3 de junio creemos que es fundamental que la ciudadanía se manifieste, este Ni una menos nos merece una reflexión y la posibilidad de pensar en acciones para que esta situación de violencia, sometimiento, dominación y muerte que vivimos las mujeres desde hace siglos cambie y se modifique.
Según algunas estadísticas la cantidad de víctimas de la violencia y de femicidio, que es la forma más extrema de la violencia hacia las mujeres, es la misma que el año pasado. Sin embargo el número es un dato duro que no nos muestra la totalidad y la profundidad de la gravedad de la situación. Aunque haya una mujer muerta por el patriarcado igual sería terrible, injustificable e inaceptable.
Si bien el Estado tiene una responsabilidad indelegable a la hora de planificar y ejecutar políticas públicas para afrontar esta problemática que es compleja, multicausal, multidimensional y en este sentido hay mucho para mejorar, con eso no alcanzaría para evitar la muerte de mujeres y niñas.
Todos y todas debemos comprometernos contra la violencia, como sociedad debemos trabajar para revertir los patrones culturales aprendidos de cómo ser varón y de cómo ser mujer. Como sociedad ocupamos distintos roles: en todos y cada uno hay una cuota de responsabilidad, todos/as como ciudadanos/as participamos en distintos niveles, mediante la educación de los hijos e hijas o a través de los valores que transmitimos podemos modificar la cultura patriarcal vigente o la historia se seguirá repitiendo, como una máquina de reproducir violencia.
La violencia está instalada y de alguna forma todos somos partícipes como víctimas o ejerciendo violencia. Esto lo podemos ver en la vida cotidiana, cuando sufrimos acoso callejero, cuando una mujer quiere denunciar y no se le toma la denuncia, cuando va a la guardia del hospital y el personal de salud mira para otro lado y no consulta si la persona está sufriendo violencia. Siguen desapareciendo mujeres y niñas en democracia y siguen muchos varones prostituyentes abusando de esos cuerpos, usándolos, descartándolos como meros objetos sin valor.
Una de las trabas más grandes es que ponemos el problema en el otro y la responsabilidad de cambiar la cultura machista y patriarcal es de todos/as. En esto es fundamental el rol de las instituciones que actúan como agentes socializadores, escuelas, Iglesias, familias y los medios de comunicación, a través de la influencia que ejercen las publicidades y los mensajes que se emiten desde los mismos.
La marcha sola no sirve por sí misma, no cambia la situación. Sacarse la foto con el cartel tampoco. Por eso es que cada uno y cada una tiene un aporte sustancial para hacer y para la decirle a la violencia de género ¡BASTA!”.