Trabajadoras y trabajadores construyen relaciones igualitarias

La subsecretaría de las Mujeres junto al Dispositivo de Atención a Varones del ministerio de Ciudadanía brindaron un ciclo de ocho talleres para trabajadoras y trabajadores de la Administración de Parques Nacionales – Parque Nacional Lanín, sede San Martín de Los Andes. Las mujeres pudieron detectar situaciones de violencias que sufren tanto en el ámbito laboral como privado. Mientras que los varones reconocieron actitudes agresivas que antes estaban naturalizadas.

“Poner límites a la violencia”, decir “no a tiempo” y “darle valor a los espacios que se generan para resolver conflictos” fueron algunas de las conclusiones que arrojó el ciclo de talleres con las trabajadoras y trabajadores del Parque Nacional Lanín, sede San Martín de Los Andes.

Un equipo de la subsecretaría de las Mujeres junto a su referente en la zona Sur, Luján Guzmán, e integrantes del Dispositivo de Atención a Varones (DAV) del ministerio de Ciudadanía brindaron ocho talleres, cuatro específicos para mujeres y otros cuatro para varones.

“Empezaron hablando mucho de distintas situaciones de violencia laboral, pero empezaron a percibir con el correr de los talleres que la violencia también la padecen en sus casas. Empezaron a ver cómo opera el patriarcado en su conjunto”, expresó María Paula Arregui, tallerista de la Dirección de Promoción y Fortalecimiento de los Derechos de las Mujeres.

“Considero que estamos en un punto donde ya no dejaremos pasar hechos de violencia entre compañeros sin visibilizarlos, sin hablarlos, sin exigir a la institución que tome intervención. Logramos poner en palabras lo que nos pasa, identificar nuestras propias violencias y comenzar un camino de desconstrucción”, contó una de las trabajadoras en el último de los talleres.

“Haber favorecido la posibilidad de iniciar una construcción colectiva en un tema tan sensible como las relaciones de género en el ámbito laboral; compartir momentos de cuestionamientos de prácticas cotidianas, como punto de partida de este proceso, no es poco”, analizó otra de las trabajadoras de la Dirección de Parques Nacionales.

Interpelando las masculinidades hegemónicas

Por el lado de los varones se mostraron más resistentes en el inicio de los talleres a poder ver actitudes agresivas con sus pares mujeres. Sin embargo, con la continuidad del trabajo pudieron reconocer situaciones violentas que antes estaban naturalizadas.

“Notamos apertura a trabajar los temas que en principio resultaron incómodos al verse interpelados por sus compañeras. Primero querían saber cuál es el límite de la violencia y con los distintos talleres se dieron cuenta por ejemplo que un chiste puede ser percibido como violencia. Algunos pudieron encontrar cuál era el límite de la violencia.  Inclusive pidieron disculpas a sus compañeras”, subrayó Eric Barchiesi, integrante de la Subsecretaría de las Mujeres.

“Asumir lo violento es también reconocer las sutiles formas de manifestación”, expresó uno de los trabajadores. Mientras que un compañero sintetizó: “Despatriarcar es necesario, posible y urgente”.

En el cierre de los talleres se proyectaron nuevas actividades para el año que viene incluyendo la elaboración de un Protocolo de Intervención para casos de Violencia de Género en el ámbito laboral. La foto final de las mujeres juntas es un paso más hacia la equidad de género, aunque en su vestimenta quedó (ropa pensada para varones) reflejado que aún queda un largo camino por recorrer.