Recomendaciones para cuidarnos del Síndrome Urémico Hemolítico

El gobierno de la provincia del Neuquén, a través del ministerio de Salud, recuerda que el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) afecta a la población en general, pero principalmente a niños sanos menores de 5 años, por lo que es importante tener algunos recaudos y cuidados con relación a la manipulación de alimentos, la higiene personal y el cuidado del medio ambiente.

El Síndrome Urémico Hemolítico es una enfermedad asociada frecuentemente a una bacteria llamada Echerichia Coli, que libera un tipo de toxinas y provoca diarreas, insuficiencia renal, anemias y alteraciones neurológicas.

Este síndrome constituye la primera causa en nuestro país de insuficiencia renal aguda en lactantes y niños de primera infancia y es la segunda causa de enfermedad renal crónica.

Los primeros síntomas que se presentan son una diarrea leve acuosa que luego se vuelve sanguinolenta, por lo que los niños pueden presentar palidez, daño renal, irritabilidad, vómitos, convulsiones y disminución de la diuresis.

En casos más severos puede comenzar con diarrea sanguinolenta y deficiencias renales. El período de incubación es de 2 a 10 días y el de transmisibilidad hasta tres semanas en los niños y de una semana o menos en los adultos, después del comienzo de la diarrea.

Las vías de transmisión son la ingesta de carne mal cocida y el jugo de carne cruda, embutidos poco cocidos, la leche y jugos envasados no pasteurizados, las aguas contaminadas, y las manos, superficies y utensilios mal higienizados.

También se puede producir el contagio de persona a persona por prácticas higiénicas inadecuadas como no lavarse las manos antes de comer, después de ir al baño y/o cambiar pañales. Otra vía de contagio es a través de aguas de recreación contaminadas como las piletas de natación, lagunas y ríos.

Por último, existe la contaminación cruzada, poniendo en contacto alimentos o utensilios contaminados con alimentos no contaminados que se comen crudos, como frutas y verduras.

Recomendaciones

Para evitar el contagio del SUH, es recomendable lavarse las manos antes y después de preparar alimentos y a menudo durante la preparación; proteger los alimentos y las áreas de la cocina de insectos, mascotas y otros animales; lavarse las manos después de ir al baño, y lavar y desinfectar todas las superficies.

Ante la duda de que el agua no sea potable, agregar dos gotas de lavandina por cada litro de agua o hervir cinco minutos antes de usarla. Para la preparación de mamaderas, utilizar agua potable. Entre cada uso se deben esterilizar, colocándolas en una olla grande con agua hirviendo y dejarlas 10 minutos. El agua debe cubrir las mamaderas y luego dejarlas enfriar dentro de la olla).

Para evitar la contaminación cruzada entre alimentos crudos y cocidos es necesario separarlos, y usar equipos y utensilios diferentes, como cuchillas y tablas, durante la preparación. Si se usan los mismos asegúrese de lavarlos bien con detergente entre usos. Los alimentos se deben conservar en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.

Es necesario mantener los alimentos a temperaturas seguras, respetando las indicaciones del envase; no guardar las comidas preparadas por mucho tiempo, ni siquiera en la heladera y no dejar alimentos cocidos a temperatura ambiente por más de dos horas. No utilizar alimentos después de la fecha de vencimiento.

También es fundamental utilizar agua potable para el lavado de frutas y verduras. Hacerlo minuciosamente, no en forma superficial, especialmente si se consumen crudas.

Es de suma importancia cocinar completamente los alimentos, especialmente carnes, pollos, huevos y pescados. Hervir los alimentos como sopas y guisos para asegurarse que ellos alcanzaron 70 grados centígrados. Para carnes rojas y pollos, cuidar que no queden partes rojas en su interior. Cuidar en casa y exigir en los locales de comida que las hamburguesas estén bien cocidas.