El gobierno provincial presentó un amparo contra el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), por el dictado de la Resolución 626 del 2 de noviembre. El recurso solicita no innovar respecto del ingreso de carne de cerdo desde zonas libres de fiebre aftosa con vacunación a zonas sin vacunación, como Neuquén. La medida la tomó el gobernador Omar Gutiérrez, quien instruyó a la Fiscalía de Estado para presentar la acción en el Juzgado Federal.
El ministro de Producción y Turismo, José Brillo sostuvo que “siempre fue un riesgo importar carne de cerdo y por eso no lo hacíamos. Lo que planteamos en la presentación judicial es que a las provincias patagónicas se les hizo una consulta previa, que hizo el Senasa durante 15 días, y Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego rechazaron absolutamente la resolución. O sea que fue una consulta que evidentemente fue no vinculante”, y que “tampoco se le pidió opinión a la Organización Internacional de Epizootia ni a los mercados internacionales a los cuales podrían ir nuestros productos”.
“Para nuestra producción, la resolución es terminal para nuestros productores, porque los grandes hipermercados tienen sus propios mataderos y frigoríficos, y si distribuyen sus productos en todos los supermercados de la Patagonia nuestros productores dejan de existir”, aseveró el funcionario y resumió que “nuestra posición es la que debe tener un gobierno, que defiende la intangibilidad sanitaria y su sistema de producción”.
Brillo explicó que hace 15 años que se están haciendo inversiones en la provincia en materia de producción de cerdos y mataderos. “Tenemos casi diez mataderos que con un gran esfuerzo se está tratando de reactivarlos como el de Aluminé, Andacollo, Añelo, Loncopué, Tricao Malal, Barrancas, Piedra del Águila, Zapala, Centenario y Senillosa. Todo este esfuerzo podría ser en vano si se avanza con esto”, manifestó.
El ministro detalló que además de la presentación judicial, se le remitió una nota el ministro de Agroindustria de la Nación “donde le manifestamos nuestro rechazo y también viajé personalmente para hablar con el director de Agricultura, Ganadería y Pesca, Ricardo Negri, al cual le expresé la posición de Neuquén. No hubo ningún tipo de consideración. Es una decisión, y esta es mi opinión, que excede al Senasa”.
Riesgo sanitario
En la presentación se detalla que “la Organización Internacional de Epizootia (OIE), sólo autoriza a ingresar cerdos domésticos provenientes de otra zona sin vacunación, y además prevé la exigencia de un certificado veterinario internacional que acredite ciertas condiciones de sanidad. Es decir, prohíbe el ingreso de carne de cerdo doméstico, de cualquier tipo, con o sin hueso, desde zonas libres de aftosa con vacunación”. Desde el 24 de mayo de 2001, la resolución 58 prohibía el ingreso a la zona libre de aftosa sin vacunación de la carne de cerdo fresca, con y sin hueso, y ahora el Senasa decidió “inobservarla y autorizar el ingreso de carne de cerdo sin hueso desde la zona libre de aftosa con vacunación”.
“No se ajusta a la verdad lo expresado en la Resolución 626 sobre que el ingreso de carne porcina deshuesada, originaria de zona libre de Fiebre Aftosa con vacunación, a una libre de aftosa sin vacunación, no implica riesgo sanitario. También es falsa la afirmación con relación a que ese ingreso se encuentra amparado con el Código Sanitario para Animales Terrestres de la OIE en el capítulo fiebre aftosa”, señala la presentación y agrega que “a zonas libre de aftosa sin vacunación solo se autoriza a ingresar carne de cerdos domésticos provenientes de otra zona sin vacunación, por ello no deben quedar dudas de la falsedad, ya que se ha autorizado el ingreso desde una zona con vacunación”.
“Creemos que, por razones sanitarias, esta modificación de la actual legislación, por ser Argentina miembro de dicha organización internacional que tiene por objetivo velar por la sanidad animal mundial, debió contemplar alguna explicación para tal trascendente cambio, que a criterio a la OEI implica un grave riesgo sanitario”, se explica.
Además, otro de los puntos que expuso el gobierno en el amparo es que “Neuquén posee una industria porcina de excelencia y capaz de proveer no solo al mercado interno, sino que también al internacional en razón de su status sanitario internacional superior al de las provincias del centro y del norte, que ahora es puesto en peligro por el Senasa”. Detalla que “es absolutamente irrazonable que se ponga en riesgo la sanidad de los animales domésticos y de la fauna silvestre por una supuesta necesidad inexistente, que por otra parte nadie manifestó que existiera, y menos nuestra provincia y sus habitantes”.
Se recordó que en la audiencia pública a la que convocó el Senasa, el gobierno del Neuquén y de las otras provincias de la región patagónica “no solo aseguraron que no existen problemas de abastecimiento, sino que dejaron sentada su oposición, tanto por la afectación de su status sanitario, como por el daño a la industria nacida y fomentada a partir de tener en cuenta la potencialidad del producto, en razón del status sanitario internacional único en el país, y apreciado en el mundo”, y que Neuquén también advirtió sobre el riesgo sanitario por enfermedades como aujezky, gastroenteritis transmisible porcina y brucelosis porcina, entre otras.
“Si bien las opiniones recabadas en la consulta pública no se consideraron vinculantes, no es menos cierto que por tratarse de la opinión de al menos cinco provincias afectadas por la medida, la resolución debió al menos intentar explicar los motivos por los cuales se las desoía, por lo menos si se pretendía cumplir con la obligación legal de argumentar la resolución”, detalla.
Se consideró “inexplicable que durante 16 años el Senasa decomisó e incineró cientos de kilos de carne animal proveniente de zonas libre de aftosa con vacunación, y que además destinó un millonario presupuesto para instalar y operar las barreras sanitarias de protección, a través del cual logró poner a la región Patagónica en el lugar más alto de sanidad de animales que producen carne, para que, en cuestión de minutos, se exponga a la región a perder su status internacional, y la sanidad de sus animales domésticos y silvestres, tirar por la borda millones de pesos y el trabajo de veterinarios y especialistas comprometidos con los lineamientos de la FAO y de la OIE”.
Autonomía provincial y producción local
La acción que promueve el gobierno considera que la resolución del Senasa “viola la autonomía de la Provincia del Neuquén consagrada por los artículos 5, 124 y 125 de la Constitución Nacional, al impedirle proteger la intangibilidad sanitaria de su territorio y el status sanitario de excelencia reconocido internacionalmente debido a la certificación otorgada por la OIE, status que en Sudamérica solo gozan la región Patagónica, Perú, Colombia y el estado de Santa Catarina en Brasil”.
También, prosigue, “viola el derecho de los productores de carne porcina de la Provincia del Neuquén y de los frigoríficos, que decidieron realizar grandes inversiones teniendo en cuenta las características de sanidad del producto único en el país, que lo posicionaba como proveedor de los mercados más importantes del mundo”, y afecta “el derecho del gobierno autónomo de la provincia del Neuquén a proveer el bienestar de su población a través de la promoción y el fomento de la industria de las actividades productivas”.
Además, la medida “le impone a los productores e industria local una competencia desleal ya que las ventajas que tienen los productores del centro y norte del país como el acceso a insumos más baratos, se les reduce por las desventajas de tener productos bajo riesgos sanitarios”, es decir que “se le quita al producto patagónico todas las ventajas competitivas relacionadas con su sello sanitario internacional de excelencia, permitiendo que productos que se producen a menor costo, pero en condiciones de riesgo sanitario, ocupan su lugar, lo que llevará a la destrucción de la producción e industria local”.
Se considera también que la medida “afectará insalvablemente la intangibilidad sanitaria de la región, y se pondrá en riesgo la sanidad de los animales domésticos productores de carne afectando, insalvablemente, la seguridad alimentaria de la población, y la forma de vida y sustento de los crianceros rurales”, poniendo “en riesgo a la fauna silvestre susceptible de contagio de fiebre aftosa, violando el derecho a los habitantes de la provincia de gozar de un medio ambiente saludable”.
La resolución del organismo nacional “expone a la región a perder el status sanitario internacional como región libre de aftosa sin vacunación, lo cual le cerrará los mercados internacionales afectando su producción e industria, y el derecho a ejercerla por parte de sus habitantes, a la vez que implicará la afectación del patrimonio de sus habitantes y el ingreso de fondos públicos para la provincia y divisas para el país”, y que la “intangibilidad sanitaria se pierde por el solo ingreso de un animal contaminado, y lleva años eliminar los brotes y lograr la nueva acreditación internacional”.
“En función de la gravedad del daño, cierto e inminente, que la arbitraria e ilegítima conducta de los demandados está produciendo en la actualidad, y que será de imposible reparación ulterior, solicitamos a V.S. que decrete, inaudita parte y desde la misma interposición de esta acción de amparo, una medida cautelar de no innovar respecto de la situación existente antes del dictado de la Resolución del Senasa Nº 626, de fecha 2 de noviembre de 2016, solicitando la suspensión de sus efectos con relación a la región Patagónica Norte, en la que se encuentra la provincia del Neuquén”, concluye la presentación.