El Congreso Internacional sobre Riesgos de Desastres y Desarrollo Territorial Sostenible-CIRiDe se desarrollará del 22 al 24 de abril en Catamarca. La exposición de la iniciativa provincial formará parte del simposio “La planificación del territorio frente al riesgo” y tendrá lugar el lunes 22, de 14 a 18.
Se desarrollará del 22 al 24 de abril en Catamarca el Congreso Internacional sobre Riesgos de Desastres y Desarrollo Territorial Sostenible-CIRiDe, en el que la provincia de Neuquén tendrá una especial participación por haberse transformado -a nivel nacional- en pionera en materia de vincular la gestión integral del riesgo con la planificación del desarrollo.
La convocatoria a la provincia se debe al trabajo que desarrolla desde el año pasado, a través de la subsecretaría de Planificación y Acción para el Desarrollo-Copade y con la asistencia técnica de la subsecretaría nacional de Planificación Territorial de la Inversión Pública, para la formulación e implementación del primer programa provincial de Reducción de Riesgo de Desastre y Adaptación al Cambio Climático que se elabora en el país.
La exposición de la iniciativa provincial formará parte del simposio “La planificación del territorio frente al riesgo”, que será coordinado por Natalia Torchia y Daniel Robledo. Estará a cargo de la directora general de la Unidad de Planificación Ambiental del Copade, Silvia García Garaygorta. Será el lunes 22, de 14 a 18.
La formulación del programa provincial de reducción de riesgo surgió a raíz de que Neuquén sancionara la ley provincial 2713, la primera del país en incorporar el enfoque de riesgo en la planificación territorial. Esta norma estableció la creación de la Red Provincial de Riesgo, que en la actualidad está integrada por representantes de 40 organismos de los sectores público, privado y académico, y también de la sociedad civil.
Para la elaboración de este programa, en una primera instancia se trabajó en el diseño de una metodología que pueda ser replicada –atendiendo a las particularidades jurisdiccionales- en el resto del país. Neuquén, al ser elegida para concretar la experiencia piloto, ya ha llevado su accionar hacia una segunda instancia: este año se comenzó con la implementación.
Los cuatro componentes del programa provincial son: Escenarios de riesgo en el marco de la Planificación Territorial; El riesgo de desastres en el marco de la Inversión Pública; Infraestructura de datos espaciales destinada a la confección de cartografía de riesgo; y Acciones de prevención y respuesta en municipios de alta exposición a riesgo.
La actividad cuenta con el auspicio de la Unesco, el gobierno nacional (a través de los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación y de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) y el Conicet, entre otros.
Acerca del enfoque de riesgo
Este concepto, introducido en la ley provincial 2713, cambió el eje a través del cual se abordan los procesos de planificación en la provincia de Neuquén. Desde este punto de vista, la norma obliga a considerar las variables de riesgo al momento de diseñar políticas públicas para reducir la ocurrencia de desastres o minimizar sus efectos.
De esta manera, se entiende que el riesgo es producto de acciones y decisiones concretas; por lo tanto, toda intervención sobre un territorio es parte de la construcción de un escenario de mayor o menor riesgo y determina la intensidad de las consecuencias de un fenómeno adverso o desastre. Así, el enfoque de riesgo busca incorporar el concepto de prevención y de manejo del riesgo en las políticas públicas de planificación y desarrollo territorial, suponiendo una gestión integral del mismo.
Congreso Internacional
Desde la comisión organizadora del congreso internacional a desarrollarse en Catamarca, se explicó que la reducción del riesgo de desastres es la suma de numerosas acciones sistemáticas orientadas al análisis, evaluación, ponderación y gestión de los factores que contribuyen a la ocurrencia de los mismos.
“La sociedad en general es vulnerable frente al impacto de un evento potencialmente destructor, como por ejemplo: terremotos, epidemias, erupciones volcánicas, inundaciones, avalanchas, incendios, deforestación, contaminación, huracanes, maremotos, etc. Esta vulnerabilidad está relacionada con las transformaciones en el ambiente físico y natural que merman las potencialidades y la resiliencia de las sociedades y de los ecosistemas de los cuales dependemos para nuestra subsistencia”, se consignó a través del sitio web http://ciride.unca.edu.ar. Por consiguiente, la reducción de riesgo de desastres debe ser entendida como un proceso integral, transversal y permanente en los procesos normales y cotidianos de desarrollo de un territorio.