Inicio del ciclo lectivo, en la Escuela 193 de Neuquén capital.

Muy buenos días a todos, gracias por haber venido. A los compañeros del gabinete que nos están acompañando, a los maestros, a Laura (Rifo) la directora (de la escuela Nº 193), al vicedirector y a los chicos a quienes me acerco para poder dialogar en este inicio de un nuevo ciclo escolar. A los padres, que todos los días hacemos el esfuerzo, con ganas de disfrutar, y llevar a nuestros chicos a la escuela.

Uno luego cuando tu hijo termina a los 18 años extrañás este momento, así que en el día a día en el que tenemos la oportunidad de traer a nuestros hijos a la escuela, padres, madres, es un momento para disfrutar plenamente.

Escuchando a María Laura (Rifo, directora del establecimiento), Cristina (Storioni, ministra de Educación) y cuando entraba y hablaba con los chicos, ellos me decían,  y yo les preguntaba si estaban contentos de volver a la escuela, y qué me dicen, ¿están contentos de que hayan terminado las vacaciones? No fue eso lo que me dijeron cuando entramos…

Uno recuerda, cuando empezaba la escuela le ganaban las dos sensaciones, la alegría de poder reencontrarse con los compañeros, ver cuáles son los compañeros nuevos y claro que algún grado de nostalgia porque terminaban las vacaciones y empezábamos a trabajar, para los alumnos el trabajo es la escuela.

Primero quiero agradecerles porque hoy estamos aquí, porque esta vocación de servicio empezó hace muchísimos años. Aquí esta escuela tiene 29 años, el año que viene va a cumplir 30, pero hace muchos años atrás hubo maestros que empezaron a levantar la bandera de esta vocación por el otro.

Por ejemplo, el primer maestro neuquino es el abuelo de quien hoy es vicegobernador (Temístocles Figueroa, abuelo de Rolando Figueroa), las primeras escuelas se construyeron en el Norte y aquí quiero detenerme un minuto en unas palabras de Laura. Ella pidió repensar, repreguntarnos, mirar si lo que estamos haciendo, si es lo que queremos y necesitamos.

En este marco Laura, yo te quiero anticipar a vos y a toda la comunidad educativa que mañana, en el inicio de sesiones del período ordinario (en la Legislatura neuquina), el gobierno va a presentar un proyecto de ley para crear y constituir las paritarias pedagógicas.

Es un gran anhelo y una gran petición, deseo y sueño de muchos. Estoy convencido que el momento es mañana, es un momento que va en línea con esto que dijeron ustedes dos: abrir el debate y el diálogo.  Abrir la escuela.

Y estamos todos invitados a ese debate. Hay algo de lo que nosotros estamos convencidos y Cristina dio un paso más: recuperar y fortalecer el Consejo Provincial de Educación.

Hemos dado un paso, hemos creado un solo ministerio donde se aborda toda la temática educativa, pero queremos dar un paso más. Nosotros estamos convencidos que en el tiempo y con los lineamientos y el desarrollo del Consejo Provincial de Educación alcanza para el fortalecimiento educativo.

También estamos convencidos que el centro en la escuela son ustedes, lo más importante que tiene la escuela es cada alumno. Todos trabajamos para que ustedes puedan recibir la educación que les posibilite el desarrollo en la vida.

Y vamos a trabajar fuertemente para articular el trabajo de las cooperadoras escolares, de los maestros, de los directivos, de nuestro Consejo Provincial de Educación, que representa los sectores de los maestros, del  gobierno y de la comunidad.

Digo esto porque alguna vez hablábamos y decíamos: el centro del sistema educativo es la escuela, y repreguntándonos encontramos la luz y la claridad en que el centro es cada uno de ustedes.

El Papa Francisco, ¿lo conocen? Es argentino, es nuestro Papa. El año pasado  en un congreso con más de 7 mil educadores, el título era “en el amor de la vocación del servicio de educar ayer y hoy”, les trasmitía a los maestros que hay tres lenguajes: el lenguaje de la cabeza, el lenguaje del corazón y el lenguaje de la mano. La educación tiene que ir en línea, en camino de esos tres lenguajes para ganar en la armonía de esos tres lenguajes y esos tres lenguajes es lo que me enseñaron y le enseñan a cada alumno en la escuela.

El lenguaje de la cabeza, nos enseñan en la escuela nuestros maestros, a pensar. El lenguaje del corazón, nos enseñan nuestros maestros a ser felices, nos dan las herramientas para que vayamos en búsqueda de nuestra felicidad. Y el lenguaje de las manos nos enseña a trabajar. En la articulación de estos tres lenguajes, que son los que nos enseñan nuestros padres, la primera educación de estos valores nos la dan nuestros padres y abuelos, luego en las escuelas.

Decía Domingo Faustino Sarmiento que en las escuelas nos enseñan el fortalecimiento de la civilización y nos enseñan los valores, esos valores que hemos aprendido de cada padre que está aquí, de cada abuelo, los valores sobre los cuales queremos contagiar a cada neuquino a lo largo y a lo ancho de toda la provincia. El valor del amor, de la solidaridad, del respeto, del compromiso, del coraje, del respeto al otro.

Esto es lo que está en juego chicos, en lo que en cada día le van a enseñar cada uno de estos maestros. Les van a enseñar el valor de la libertad. No hay libertad posible sin el desarrollo educativo de cada neuquino, de cada argentino. A todos quiero agradecerles que hoy estemos dando inicio a un nuevo ciclo escolar.

Quiero agradecerles a todos los intendentes del interior de la provincia de Neuquén, absolutamente a todos, que están comprometidos con la calidad y el fortalecimiento educativo de nuestros chicos y al ministerio y a la subsecretaría de Obras Públicas, que es quien se hace cargo en la ciudad de Neuquén capital de refaccionar y mantener las escuelas como éstas, para que hoy ustedes, los maestros y los chicos, puedan empezar el ciclo escolar.

Quiero por último decirles que en estos valores morales, que son los que nos enseñan los maestros, que son los que nos enseñan nuestros padres y los que nos enseñaron los pioneros y fundadores de nuestros pueblos y nuestra provincia, en esos valores, en esa educación, encontramos la posibilidad de ser el día de mañana, la transformación de nuestras sociedades.

Yo quiero agradecer el esfuerzo de los padres, de los alumnos. Es un esfuerzo que bien vale la pena, porque en la calidad educativa de cada uno de ustedes, en esta inversión que hace la provincia, que supera el 30 por ciento que establece la Constitución Provincial, en sus más de 800 establecimientos, de los cuales 640 tienen internet y vamos a trabajar para que hasta el último establecimiento educativo tenga internet.

En ese esfuerzo educativo encontramos la posibilidad, si a cada uno de ustedes le va bien en la educación, que le vaya bien al porvenir y al futuro de cada neuquino. Por eso todo nuestro esfuerzo y estos más de  10 mil millones que del presupuesto provincial vamos a poner en el sector educativo no es un gasto, es una inversión.

Chicos les pido que la disfruten como la disfrutó uno, con respeto, con valores, con esto que los maestros van a continuar enseñándoles lo que en vuestras casas, vuestra familia les viene enseñando a diario. Los necesitamos, estamos convencidos que en este esfuerzo que estamos haciendo, Neuquén quiere más y que juntos lo podemos realizar. Muchas gracias, a las clases y a las aulas.