Disminuyó la cifra de defunciones fetales en el período 2003/2012

La tasa se redujo de 10 a 5 por cada mil nacidos. Los riesgos están vinculados a la edad de la madre, el nivel de instrucción y la cantidad de consultas prenatales.

Según el informe de la subsecretaría de Salud, en el período 2003/2012 disminuyó la tasa de defunciones fetales de 10 a 5 por cada mil nacidos, registrándose mayoritariamente muertes fetales tardías, es decir, con más de 28 semanas de gestación. La prevención y el conocimiento en el estado de embarazo están estrechamente vinculados a los cuidados maternos y neonatales.

El análisis está enfocado, por un lado, sobre la tasa de mortalidad fetal y el tiempo de gestación en los últimos diez años, y por otro lado, en los factores de riesgo que pueden afectar al bebé, como son la edad de la madre, el nivel de instrucción y la cantidad de consultas prenatales realizadas durante el embarazo, registrados en el año 2012.

Se define a la muerte fetal como la muerte ocurrida con anterioridad a la expulsión completa o extracción del cuerpo de la madre de un producto de la concepción, cualquiera que haya sido la duración del embarazo.

En términos generales, se observa una paulatina disminución de la tasa de mortalidad fetal en los últimos diez años, pasando de 9,6 muertes fetales por cada mil nacidos (vivos y muertos) registradas en el 2003, a 5,7 óbitos fetales por cada mil nacidos en los últimos dos años.

Si se analiza la mortalidad fetal según el tiempo de gestación, se puede clasificar este hecho en tres categorías: muerte fetal precoz: ocurre con menos de 20 semanas de gestación; muerte fetal intermedia: de 20 a 27 semanas de gestación y por último, muerte fetal tardía: con más de 28 semanas de gestación.

De acuerdo al informe, la mayor proporción de defunciones fetales ocurre en la última etapa de gestación, es decir, luego de las 28 semanas. Desde 2003 se mantiene esta tendencia, disminuyendo paulatinamente las defunciones en las primeras 20 semanas de gestación.

Si bien existe una disminución en las defunciones fetales en los últimos diez años, es interesante analizar los factores de riesgo que afectan a la madre, como son la edad, el nivel de instrucción y la cantidad de consultas prenatales, que pueden perjudicar o no la vida intrauterina.

El nivel de instrucción materno es un factor de riesgo para el hijo en cuanto a la probabilidad de sufrir un daño (muerte, enfermedad o secuela). Por último, el control prenatal que realiza la madre también permite identificar factores de riesgo, lo que hace posible establecer acciones preventivas y terapéuticas oportunas durante el embarazo, tanto de la madre como del hijo. La Organización Mundial de la Salud establece un mínimo de cuatro controles prenatales.