Discurso del gobernador Sapag al inaugurar la biblioteca Juan Bautista Alberdi. Neuquén, 27 de noviembre de 2013.

(…) Tuvimos la bendición de ser alumnos de Porota (presidenta de la comisión directiva de la institución, Manuela Hernández de Vega) y ella nos ha transmitido siempre toda su energía, toda su fuerza, toda su garra, y si hay algún mérito en esta biblioteca es de Porota y personas como ella. Hombres y mujeres que la han acompañado. A todos los que desde 1928 han trabajado para que esta biblioteca, en estos 85 años, sea lo que es. Nuestro aporte es un pequeño granito de arena y es nuestro deber y obligación. Pero decía Ana que es muy difícil hablar cuando los sentimientos se entrecruzan y a uno le tocan el corazón.

Porota fue maestra mía hace 56 años. No, no digo nada. Y me acuerdo que ella fue la primera que me subió a una tribuna. Fue un acto donde yo hacía de representante de un circo y cantaba: “a pasar sin temor, el león es de cartón”. Yo me acuerdo de eso. Y uno, como niño, fue perdiéndole el miedo a lo que significa una tribuna; aunque siempre estar aquí hablando representa una gran responsabilidad de seriedad, de decir cosas con contenido. No de macanear ni de hablar superficialidades.

Y (Jorge Luis) Borges decía que uno es lo que uno lee, quizás exagerando un poco lo que significa el ser, pero es todo lo que representa la lectura, lo que representa el libro, la cultura, la educación.

El otro día hablaba con el embajador de Corea y, algunos meses antes, con el embajador de Noruega; dos países que hace 50 años eran países muy pobres, los más pobres quizás en ingreso por persona y hoy son los países más desarrollados, desde el punto de vista de la educación, desde el punto de vista del progreso. Y yo les preguntaba cuál era el secreto. Y me decían eso, es la educación. La educación es el secreto para poder desarrollarse, para poder tener perspectiva. Es la llave necesaria para la igualdad de oportunidades, para construir la paz social de la que hablaba Porota.

Así que nosotros en Neuquén creo que tenemos que tener ese gran compromiso con la educación, que es la que nos va a permitir salir adelante y tener una sociedad más justa, más solidaria y más inclusiva.

Y simplemente, Porota, decirte que esperamos -como alumnos- habernos portado bien. No nos califiques en el boletín. Sino que simplemente nos conformamos con tener el cariño de ustedes, el afecto; demostrado hoy cuando ingresábamos. Pero, lo que uno quiere es estar a la altura de personas como ustedes, personas que dejan todo.

Y cuando vos, desde aquella ventana, mirabas este terreno baldío soñaste con tener lo que hoy tenemos. Como una antorcha encendida en medio de la ciudad. Esta antorcha que se encendió en 1928, después de 85 años, que la sigamos tomando todos los neuquinos para que sea una antorcha de saber, una antorcha de igualdad y una antorcha de la dignidad.

Y Porota, la verdad que la vida a uno le da satisfacciones, felicidades y alegrías; y nunca me imaginé en mi vida que iba a poder tener la satisfacción y el honor como tu alumno de poder estar juntos, después de 56 años, inaugurando una biblioteca popular, como dijo Bermúdez, “la biblioteca”, así que un abrazo muy grande y todo mi cariño.