Discurso del gobernador Sapag en el 76º aniversario del RIM Nº 10. Covunco Centro. 10 de octubre de 2013.

Señor jefe del Regimiento de Infantería de Montaña, teniente coronel José Carlos Hilgert, su señora esposa, Mónica, señor intendente de Mariano Moreno (Ramón Zúñiga), integrantes de la plana mayor, al padre Guillermo, a los representantes de todas las Fuerzas Armadas de Seguridad, a todas las autoridades presentes a los integrantes de la Banda de Música del RIM Nº 10, a todas las familias que hoy nos acompañan a todos los vecinos de Mariano Moreno, da Zapala y de la provincia del Neuquén que están aquí presentes.

Es para mí un motivo de honor y un verdadero orgullo poder saludarlos en este día, en este aniversario desde esta gloriosa tribuna del Regimiento de Infantería de Montaña Nº 10. El Regimiento honra a la provincia de Neuquén con su presencia en Covunco. El Regimiento, como reseñó el teniente coronel en su reseña histórica estuvo rodeado de gloria en su pasado. Creado hace 199 años por allá por 1814 tuvo misiones importantes que cumplir en épocas fundamentales y cruciales de la historia de nuestra patria y como señaló el Jefe de la Unidad, la función y la misión más importantes fue ser custodios en la Casa de Tucumán de la declaración de, nada menos, que la declaración de la Independencia de las provincias unidas de América del Sur.

Ese acompañamiento nos trae este pedazo de historia gloriosa a la provincia de Neuquén con la presencia de ustedes. Esta decisión que fue tomada en la década del 30 del siglo pasado, fue acompañada por la construcción de este maravilloso monumento arquitectónico. Una maravillosa obra de arte, un monumento histórico nacional declarado patrimonio de la Nación que llevó para su ejecución la necesidad de contratar muchos trabajadores. Por allá por la década del 30, es fácil imaginar aquí, o no tan fácil, en esas épocas que había más de mil trabajadores en todas las instalaciones construyendo sus paredes, sus cimientos, sus bases y todos los servicios que hacen que este edificio tenga la prestancia y la solidez con que lo vemos. Ingenieros alemanes asesoraron en su construcción y el año pasado tuvimos oportunidad de estar con la familia de Ernesto Thierry, ingeniero que fue quien preparó y presentó los planos de construcción.

En esta historia, radicado una vez en Covunco también empezó una nueva etapa en la capacitación y preparación de oficiales, suboficiales y soldados voluntarios. Y quiero sumarme a las palabras del padre Guillermo, en el sentido que tenemos que tener un especial reconocimiento hoy para cada uno de los integrantes del Regimiento de Infantería de Montaña 10. A los que estuvieron aquí, que pasaron por estas instalaciones y por estas puertas y por este escenario magnífico del centro de nuestra provincia; a los que están hoy y también a todas sus familias. Pues la familia es el soporte fundamental de cada hombre y de cada mujer. Familia que no duda en acompañar en cualquier destino, el destino que toque por el cumplimiento del deber y del servicio.

Un especial reconocimiento a esa tarea, a las familias de todos los integrantes y todos los que pasaron, no sólo por este regimiento, sino por cada uno de los regimientos de la Patagonia y de la provincia del Neuquén y a todas sus familias. Porque sabemos el esfuerzo que significa trasladarse permanentemente, los desarraigos, dejar amigos, dejar afectos, dejar familiares, empezar una nueva lucha, empezar en un nuevo lugar, con el mismo entusiasmo, con las mismas pasiones y con el mismo deseo y satisfacción del deber cumplido.

En esta tarea, desarrollada aquí en Covunco, no puedo dejar de mencionar la integración férrea entre el Ejército y el pueblo de la provincia del Neuquén, entre el Ejército y la localidad de Mariano Moreno y cada una de las localidades donde está presente el Ejército Argentino.

Una verdadera integración que significa que trabajamos hombro con hombro y a brazo partido para prodigarnos hacia la comunidad; ya sea, como decía el teniente coronel, con motivo de eventos climáticos como ha ocurrido aquí en Mariano Moreno, en el norte de Neuquén, en Sauzal Bonito o con el volcán Puyehue-Cordón Caulle en Villa La Angostura.

La presencia del Ejército siempre fue solícita temprana y de primera hora, sin dudarlo, sin tener ninguna especulación ni ningún interés subalterno. Simplemente, con el deseo patriótico de estar firme al lado del pueblo neuquino, luchando contra las desventuras que puedan significar los eventos de la naturaleza: ya sea un volcán, una inundación o un incendio.

Quiero hacer un especial reconocimiento. Contaba al teniente coronel que sentí una profunda emoción en Villa La Angostura cuando a un año del evento del volcán, el pueblo de Villa La Angostura, en un cerrado aplauso y con vítores celebró el homenaje que se le hizo al Ejército argentino con motivo de su colaboración en los eventos del volcán.

En aquella época en que se creaba el RIM 10 en 1814 nos debatíamos seguramente en una revolución, pues significaba declarar nuestra independencia, significaba romper cadenas, romper lazos, romper con toda una historia que tuvo exponente de liberación en un Lautaro, en un Túpac Amaru, o en nuestros compatriotas como Monteagudo, Castelli, Belgrano, Moreno, luego la Logia Lautaro con San Martín y otros integrantes que hicieron posible que en 1816 se decidiera definitivamente romper con los lazos que nos unían con España.

Y en este día especial de Mariano Moreno quiero recordar a ese prócer, a Mariano Moreno, que era joven, talentoso, apasionado y revolucionario. Y seguramente en ese viaje por el mar con el cual cerró su vida, lamentablemente para nuestra historia, quedó en la frase de Cornelio Saavedra una expresión que pasó a la posteridad: “hizo falta tanta agua, la del océano, para apagar tanto fuego”. Y ese era el fuego que marcaba el rumbo de hombres y mujeres que hicieron y forzaron nuestra nacionalidad, y que nos dejaron y legaron esta Patria.

En ese legado de esta Patria tan querida, seguramente estos hombres y mujeres nos están evocando y nosotros a ellos desde trincheras de gloria donde derramaron su sangre, dejaron su vida, su integridad física, su libertad y la comodidad de sus hogares para pasarnos esta posta. Esta posta significa un tremendo compromiso y una alta responsabilidad de construir la Nación que soñaron nuestros mayores, y por la cual lucharon tantos hombres y mujeres a lo largo de nuestra historia.

Y en esta lucha por esta gran Nación, tenemos que tomar esa posta y hacerlo con sentido patriotismo; saber que hay un solo norte que nos debe guiar y que es la palabra dignidad; la dignidad de hacer honor a aquellos hombres y mujeres; y hacer honor a las generaciones que nos van a seguir a nosotros. Que nuestros hijos y nuestros nietos tengan el mismo orgullo que sentimos hoy nosotros por todos los hombres y mujeres que lucharon para ser esta gran Nación.

Y para terminar, quisiera hacerlo con una expresión de deseos tomando palabras del himno, que todos trabajemos juntos, unidos, invocando la protección de Dios para lograr que florezca a la faz de la tierra, de una vez y para siempre, una nueva y gloriosa Nación.

Regimiento de Infantería de Montaña 10, a cada uno de sus integrantes los sentimientos más puros y nobles para este nuevo aniversario y para todos sus familiares, los mejores deseos de paz, de prosperidad y de felicidad. Mis felicitaciones y que viva la Patria.