Discurso del gobernador Sapag en acto entrega de escrituras y títulos de propiedad. Neuquén, 5 de junio de 2014.

Les agradezco mucho este día de fiesta y esta reunión popular y ciudadana, que es motivo de multiplicar las energías para buscar más soluciones para todas las familias de la provincia del Neuquén.

Creo que tenemos que darnos los tiempos, en estas reuniones de vecinos, mirarnos a la cara, ver el tiempo de lucha que hemos tenido, la lucha que cada uno de ustedes ha protagonizado en la calle, en el barrio. Ha protagonizado en cada una de sus ciudades, en la provincia. Una lucha sin descanso por lograr un objetivo como es conseguir el techo digno, lograr este espacio físico de contención digna de la unidad familiar. Lograr este lugar en el que se forjan sueños, ilusiones, esperanzas, trabajos, afectos, cariños y el amor de todos los seres queridos, compartiendo una mesa bajo el techo con una provincia donde tenemos todo por delante.

Tenemos una provincia maravillosa, es sin lugar a dudas, ¿qué opinan ustedes?, la provincia más linda de la República, no hay otra provincia más linda. Y ahora nos dicen los especialistas que tenemos en la provincia con mayores riquezas de gas y petróleo del mundo, estamos entre las primeras las 2, 3, 4, 5, 10, no importa, pero tenemos riquezas en el subsuelo, riquezas en el suelo, maravillas como nuestros ríos, lagos, el caudal de agua potable, que va a ser un bien escaso en la humanidad.

Y tenemos la obligación de trabajar y estar a la altura de esta provincia maravillosa. Una provincia que en mapungundun (lenguaje mapuche) significa, correntoso, caudaloso, que arrastra agua con mucha energía y mucha potencia. Esa es la energía de todo el pueblo de la provincia de Neuquén, esta es la fuerza de todo un pueblo que está decidido a construir un destino de grandeza, de felicidad y de alegría para todos los habitantes.

A mí a veces me preguntan y me dicen “con tanta riqueza estaremos construyendo para el futuro una sociedad distribucionista”? Qué equivocados que están. No conocen el temple y los valores de nuestros pioneros, trabajo y fortaleza, sacrificio y compromiso, lucha sin descanso contra la adversidad y contra la naturaleza. Sino, ustedes vieron, cuando nos pusieron a prueba en Villa La Angostura con el cordón Caulle-Puyehue, salió todo un pueblo a ponerle el pecho a un volcán de la dimensión de ese. Millones y millones de toneladas no pudieron con la voluntad y el temple de un pueblo decidido a forjar su destino y a no ceder un centímetro de su futuro.

También nos ponen a prueba con las dificultades diarias. Por supuesto que hay dificultades, por supuesto que hay problemas. Los problemas son nuestros adversarios, no las personas. Por eso nunca nos van a encontrar descalificando a nuestros vecinos, a los dirigentes de los partidos adversarios, porque los problemas son los adversarios que tenemos que combatir día a día. Los ciudadanos, los neuquinos, lo que quieren son soluciones, no discusiones; lo que quieren son realidades y hechos, no palabras y discursos bonitos. Lo que quieren los neuquinos es que todos juntos seamos capaces de trabajar unidos, pegando ladrillo por ladrillo. Construyendo las bases de una sociedad digna, Igualitaria, justa, solidaria y que nos incluya Absolutamente a todos.

Queridos amigos –decían Rodolfo Kaiser y Omar Gutiérrez- la importancia de cultivar relaciones de coordinación federal. El hecho de hablar, de comunicar y de tener diálogo y buen trato no significa debilidad significa, significa fortaleza. Los argentinos tenemos que aprender a respetarnos y trabajar en conjunto por la solución de los problemas. Los gobiernos nacional, provincial y municipal han sido elegidos por el pueblo y en democracia tenemos la obligación de respetarla planteando nuestras diferencias, por supuesto, pero tenemos la obligación de sentarnos todos en la misma mesa, para gobernar con el presupuesto que es el dinero del pueblo para llevarle soluciones a la gente.

Cuando mis adversarios me critican el hecho de tener una relación armónica y de diálogo con el gobierno nacional, les pregunto: ¿Qué es lo que construyen ellos desde la palabra calumniosa o desde la actitud descalificante? Lo importante es mostrar, al final de la jornada, qué fuimos capaces de construir. Hacer un repaso al final del día: cuántas casas hicimos, cuántos hospitales levantamos, cuántas rutas construimos, a cuántas viviendas les llevamos la luz, el agua, el gas, la luz, las cloacas. Ese es el repaso qué hay que hacer y no qué discurso bonito, qué palabras bonitas se usaron. También hay que tener cuidado con las palabras Está bien, claro que hay que tener cuidado con las palabras.

Un proverbio tolteca dice exactamente eso: hay que ser cuidadoso y preciso con las palabras, no hay que descalificar porque la descalificación, el agravio y el insulto se vuelven sobre uno y le quita energías. Lo que tenemos que hacer todos es hablar poco y hacer mucho. Argentina necesita mucho trabajo de todos, menos palabras, más acciones y más gestión.

Ustedes tienen un resumen, está muy bien hecho, donde se muestra parte de los números que tiene el video. Son 7.267 viviendas en estos 7 años que se van a terminar a fin de año. De las cuales estamos licitando 1.505 en estos días. Sé que están aquí las familias invitadas de las 483 viviendas del programa provincial de IPVU-ADUS, en la Cuenca XVI, Sector 8 y Sector 9. Que forman parte esas 483 casas de las 1.500 que estamos licitando.

Felicitaciones a esta familia porque después de la lucha, de mucho trabajo, de muchos sueños y de esperanza empiezan a concretar este camino. Quiero invitarlos a trabajar y a ser –ustedes- los principales inspectores de obra. No hay mejor inspector de obra que la familia, no hay mejor constructor que la familia que esté al lado de la construcción de su vivienda, que vigile y controle lo que se está haciendo.

Pero también vale el agradecimiento a todos los trabajadores de la construcción, de las cooperativas, a las instituciones intermedias, a los empresarios de la construcción, a todos lo que –desde la organización cooperativa y empresaria- fueron capaces de aceptar el desafío porque, en estos tiempo de dificultades, de inestabilidad económica, hay que ser guapo para tomar decisiones y ponerse al frente de una obra como empresario, como trabajador, como cooperativa, como organización intermedia.

Son tiempo difíciles, en los que los precios varían, los materiales escasean, pero allí es donde hay que poner el ingenio, la voluntad, el temple y el coraje. Nosotros como estado vamos a acompañar a todas aquellas cooperativas, trabajadores, empresas, organizaciones intermedias, que muestren ese coraje de resolver los problemas sociales con trabajo efectivo y fecundo cada jornada, cada día que va transcurriendo de nuestro gobierno.

Así como resolvimos los problemas en las ciudades con estas 7.500 soluciones habitacionales, más los mejoramientos, también hemos trabajado en las zonas rurales: 1.000 soluciones habilitaciones en el período que transcurre desde aquí hasta fin de año, entre viviendas, mejoramientos y soluciones productivas.

Hemos desarrollado con la Corporación Forestal Neuquina (Corfone) tecnologías muy especiales. Quiero compartir con ustedes el orgullo de tener -como provincia- el aserradero más importante al sur del río Colorado. En la Patagonia no hay ningún otro aserradero de las características del que tiene Corfone; que fabrica vigas laminadas en madera que reemplazan el hierro de las vigas (tradicionales); fabricando machihembre cabañero para hacer viviendas ágiles que hemos visto construir en zonas rurales; en veinte días de ejecución se construye desde la platea hasta la colocación del techo y el equipamiento de la vivienda para dar soluciones habitacionales en lugares fríos, en lugares en los que la construcción se hace muy difícil.

Y también construyendo machihembre y prestando soluciones desde Corfone con ladrillos de madera obtenidos a partir del producto de raleo y del trabajo que se hacen en los bosques, que se vienen forestando en la Provincia, por parte de la Provincia hace más de 40 o 50 años.

Esta tarea la vamos a ver complementada con una acción iniciada en el marco del Fondo de Responsabilidad Social Empresaria con YPF, para equipar con las mismas maquinarias y herramientas que posé la zona Sur de Junín de los Andes, al asentamiento de Corfone en la región Norte de Las Ovejas y así poder también, trabajar con los bosques implantados en la zona Norte. Esto lo vamos a realizar en los próximos meses y es motivo de orgullo y satisfacción de todos los neuquinos».

Para terminar quería comentarles una vivencia personal que me dejó una gran enseñanza y por eso la quiero compartir con ustedes.

Quiero agradecer a las organizaciones intermedias y en especial, a la Federación de Asociaciones de Personas con Capacidades Diferentes, en la persona de su titular Noemí Navarrete. Quiero justamente contar mi vivencia con relación a las personas con capacidades diferentes. La ADUS y el IPVU a quienes agradezco en la persona de su presidente y vicepresidente, Rodolfo Kaiser y Marcelo Sampablo; a todos los que trabajan en la organización Alberto; a todos los equipos de trabajo, a todos los que organizan; a todos los que llevan los papeles; a los que trabajan diariamente; a los que van a los barrios y escuchan a la gente. Quería agradecerle a todos y ellos y vaya para ellos también este testimonio de agradecimiento y reconocimiento en lo que voy a contar.

Hace algunos meses tuvo un sueño muy vívido. Soñaba con mi padre que ya falleció hace veinte años, que estaba vivo; soñaba con mi madre y con mi hermana Luz que también aparecían en el sueño; con mi hermana Chani (Alma) que está aquí, acompañándonos y recorriendo distintos lugares. Hablaba con todos ellos y en un momento dado, mi madre, que aún vive, ve venir a una persona desde una reunión popular como ésta.

Se trataba de una reunión de mucha gente y a esta persona que se acercaba, mi madre la reconoce y me dice: ‘ese es Toto’. Y le pregunto:¿‘quién es Toto?’ Ella responde: ‘Es una persona con capacidades diferentes al que le hemos construido una vivienda en la zona rural.

Me desperté así del sueño y lo escribí porque sino, uno se los olvida. Y a las dos semanas teníamos que entregar viviendas y yo no sabía que teníamos que entregar viviendas y tampoco sabía que –entre dichas casas- había varias que estaban destinas a personas con capacidades diferentes. En la primera vivienda que teníamos que entregar, se acerca una familia muy querida, conocidos, con un hijo con capacidades diferentes, un joven, y su nombre era ‘Toto’.

Por eso digo que no hay casualidades en la vida, alguna enseñanza de todo esto tiene que venir. Cuando le entrego la llave a Toto, a su mamá y a sus hermanas, yo tenía cierta cara de compungido pro la situación, quizá pro la situación de ser madre y de tener a una persona con capacidades diferentes y por la que debe luchar todo el día y todos los días de su vida para llevar adelante una situación tan difícil.

Y la mamá de Toto me mira a los ojos –como adivinando mis pensamientos y mis sentimientos- y me dice: ‘Se lo que usted está pensando, si usted tiene por algún momento un sentimiento de lástima por mi persona, se está equivocando; para mí mi hijo Toto es la razón de ser de mi vida y mi existencia. Dios me lo regaló para poder expresarle el profundo amor que tengo por él, y para poder recibir de él el profundo amor que él tiene por mí. Le agradezco a Dios todos los días este regalo del cielo que es mi hijo y le agradezco a ustedes, la posibilidad de tener una vivienda digna porque hasta ahora dormíamos y estábamos en un espacio que no era el adecuado. Sepa usted que, si hay algo que me llena la vida, es la posibilidad de darle mi amor a esta persona.

Lo quería compartir con ustedes porque para mí fue una experiencia única: el haberla soñado, vivido y haber recibido de esta madre este mensaje de grandeza que nos agranda a todos nuestra condición humana. Muchísimas gracias”.