Discurso del gobernador Jorge Sapag durante la inauguración de la nueva estación de servicio Shell. 3 de mayo de 2013. Neuquén capital.

(…) Winston Churchill decía que muchos hombres ven en las empresas a un monstruo al que hay que destruir; otros ven en las empresas a una vaca lechera a la que hay que ordeñar; y pocos ven lo que realmente es una empresa, que es un carro muy pesado tirado por un caballo percherón con mucha fuerza. Yo me sumo a las palabras de Pechi (Horacio Quiroga, intendente de la ciudad de Neuquén), a las palabras del representante de la empresa Shell, y me sumo al sentimiento de todos los que estamos acá reunidos, amigos, familiares, seres queridos, de ver a dos grandes emprendedores, a una sociedad que conforman ustedes dos, marido y mujer; con los hijos, las hijas, acompañándolos siempre, apostando al progreso.

Es cierto lo que decía Néstor (del Campo, dueño de la empresa La Colonia S.A.), que en las crisis hay oportunidades y en las oportunidades hay que ver el mediano plazo, no hay que quedarse sólo en el corto plazo, y esto es muy bueno. Si lo sabrán, los desafíos que ustedes han enfrentado en tantas crisis que hemos ido atravesando recurrentemente. Así que yo me sumo a este festejo y quiero felicitarlos por estas instalaciones, a los trabajadores, las empresas que intervinieron, los que manejan los camiones, los que surten el combustible, a los que atienden en cada mostrador; a las 130 personas que conforman esta gran familia que ustedes han generado y que han cimentado con tanto esfuerzo, con tanto compromiso y con tanta responsabilidad.

La provincia de Neuquén necesita hombres y mujeres como ustedes, en tiempos de grandes compromisos, por eso me sumo a esta alegría, a esta felicidad; realmente esto prestigia a la ciudad, prestigia a la provincia; y necesitamos que estas conductas ejemplares que ustedes dan, florezcan. Que haya cientos y cientos de empresarios que nos acompañen en este desafío de un Neuquén que está creciendo en forma dinámica y permanente.

Hace 15 días recibíamos al número dos de Shell internacional, la compañía del mundo, acompañado por el presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, a quien conozco hace mucho tiempo. Recorrimos los sectores de producción donde Shell está invirtiendo en la provincia de Neuquén. Está siendo también un gran desafío y una fuerte inversión, digamos aguas arriba, de lo que es la venta de combustible, buscando en los yacimientos neuquinos oportunidades de gas y de petróleo, y yo me preguntaba cómo puede ser que el número dos del mundo haya elegido venir en un avión un día a Neuquén y volverse al otro día a Estados Unidos, a Houston, y le preguntaba –¿qué es lo que lo motiva?- y me contestó –mire, las oportunidades que ustedes tienen en la cuenca neuquina son maravillosas. Mientras nosotros en Estados Unidos estamos trabajando en espesores de 50 a 70 metros, en la provincia de Neuquén ustedes tienen espesores en la roca generadora de entre 50 y 700 metros. Las oportunidades son brillantes, tienen que generar un ambiente de inversión, un ambiente de oportunidades, hay que ver cómo se puede toda esta potencialidad convertirla en actos, y la potencialidad se convierte en actos con capital, con tecnología -por supuesto-, con trabajadores, pero fundamentalmente con talento gerencial y talento empresario.

Yo quiero –Néstor- felicitarlos a ustedes, a vos, a Lucía por este talento empresario que significa llevar adelante una empresa. Esto es un gran desafío, es una lucha de todos los días, este compromiso -como decía Pechi- de hacer (…), recorrer los trabajos, mirar las cosas si están en orden, ver cómo están las cuentas, las cobranzas, es estar pensando todos los días en cómo mejorarlo.

Esto es maravilloso, lo que han construido ustedes se ve en los detalles. Alejandro Magno decía que las batallas se ganan y se pierden por los detalles, y la única manera de que los detalles estén en orden es estando al frente y jineteando el potro todos los días. Así que yo los felicito y les repito, la provincia de Neuquén está orgullosa de tenerlos como una familia pionera, de tenerlos como ciudadanos ilustres y como vecinos que generan trabajo, progreso y dignidad.