Discurso del gobernador Jorge Sapag. Acto aniversario del fallecimiento del soldado Jorge Néstor Águila en Paso Aguerre. 2 de abril de 2008.

Vecinas y vecinos, combatientes, familiares de las víctimas es verdaderamente para mí uno honor estar una vez más aquí en Paso Aguerre y esta vez como gobernador de la provincia poder subirme a esta tribuna malvinera con mucha humildad, con mucho respeto. Respondiendo, y quiero aclararlo, al pedido de hacer uso de la palabra por parte de los excombatientes, creo que hacer uso de la palabra en estos momentos va mucho más allá del protocolo, mucho más allá de las investiduras, mucho más allá de lo que puede significar una formalidad.Creo que hoy estamos aquí reunidos y como decía Manuel (Flores, representante de la cabalgata) y como lo decía también Ester (Monje, de la Asociación de familiares de combatientes de Malvinas) y Alejandro (Carrupán, presidente de la comisión de fomento de Paso Aguerre) también en sus palabras, reunidos para recordar, para conmemorar, para comprometernos reunidos para comprender y a partir de la comprensión encontrar los caminos de solución a los problemas que tenemos como argentinos.No es posible comprender el dos de abril y el momento en que vivimos si no analizamos en la historia y en nuestro pasado las razones, nuestras verdades, la justicia de nuestra causa.

En 1820 por primera vez se izó la bandera de la patria por primera vez en las Islas Malvinas y en 1833 después de algunos arrebatos de algún buque de Estados Unidos atacando nuestra fortaleza y nuestras autoridades constituidas en las Islas Malvinas, el capitán John Oslow al frente de una fragata inglesa, la Clío, arrió el pabellón nacional y en forma ilegítima y en un acto de usurpación y de piratería ocuparon nuestras islas que nos correspondían por derecho. Por la sucesión en los derechos de España, el primer ocupante, el descubridor, por el reconocimiento de las potencias marítimas de la época, por el reconocimiento que había hecho el Reino Unido cuando se debatió el tema de la isla en Canadá en el siglo XVIII, allí Inglaterra reconoció la soberanía de España sobre todos los archipiélagos del Atlántico Sur y pareciera que esa isla, la isla de Nudca, debiera llamarse la isla de Nunca, porque nunca más los ingleses a partir de 1833 reconocieron la soberanía de las Provincias Unidas del Río de la Plata por sucesión en los derechos de España, que eran todos los derechos que nos correspondían más los que nos corresponden por la proximidad geográfica, por la continuidad geológica de la plataforma continental, todos los derechos nos asisten. Sin embargo, en las conversaciones y negociaciones diplomáticas siempre por parte de Inglaterra y del Reino Unido hubo silencio y desconocimiento.

Las Naciones Unidas en la década del sesenta, en el siglo XX, reconocieron situaciones coloniales en el mundo y entre esas situaciones coloniales las Naciones Unidas reconocieron que las islas Malvinas eran una colonia y también en esa década del sesenta, las Naciones Unidas por resolución invitaron al Reino Unido y a Argentina a negociar la soberanía de las islas Malvinas en el marco del respeto al derecho internacional, y en el marco del respeto de todos los derechos que cada una de las partes esgrimía y donde nosotros tenemos argumentos que son irrefutables. Por supuesto Inglaterra hizo oídos sordos y siguió ocupando ilegítimamente las islas.

Así, llegamos a 1982, así llegamos al 2 de abril, al 3 de abril hechos por todos conocidos donde hoy aquí en esta tierra neuquina, patagónica y cordillerana recordamos con mucho orgullo y con profundo sentimiento al soldado Jorge Néstor Águila y en él a todos los excombatientes, a los que quedaron y a los que volvieron y también les rendimos un homenaje a sus familiares.

Luego de los hechos que ocurrieron en las islas Malvinas tenemos que analizar qué es lo que sucedió en los planes que había en ese momento en el gobierno militar. El gobierno de facto había planificado la recuperación de las Malvinas y volver al continente. Yo me acuerdo que estaba a 3 cuadras de la plaza de Mayo ese 2 de abril y vi la euforia popular por la recuperación de las Malvinas y la viví en mi corazón también, pero me imaginé y percibí desde cerca cuando me acerqué a la plaza que en lugar de volver, que era el plan original nos íbamos a quedar por decisión de, en ese momento, el gobierno de facto cambiando una estrategia para la cual los analistas dirán si estábamos o no preparados para permanecer en las Islas Malvinas luego de haberlas recuperado.

Quizás hubo un error de cálculo se pensó tal vez que Inglaterra no iba a preparar una flota y que Estados Unidos no lo iba a acompañar y que Chile, no le iba a cuidar las espaldas, sin embargo, nos tocó enfrentar esta situación como República y a los soldados que estaban en territorio malvinense les tocó a partir del desembarco de las tropas inglesas resistir con hidalguía, con honor, cumpliendo el deber y el juramento de defender a la patria sostener durante 21 días la resistencia y la lucha.

La superioridad numérica, la superioridad tecnológica y combatiendo contra las fuerzas de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) donde Estados Unidos hizo caso omiso al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca y a la Doctrina Monroe de América para los americanos traicionando nuestra causa latinoamericana hizo que en inferioridad de condiciones nuestros soldados, los que vivieron tuvieran que retornar al continente y tuvieron que retornar dejando la isla soledad para encontrar, como decía Esther, la soledad en el continente.

Se produjo entonces un proceso de desmalvinización un proceso de silencio, de olvido, de indiferencia que duró aproximadamente unos dos años que solamente se revirtió por el trabajo incansable, incesante de los familiares, de los ex combatientes, de todos aquellos, entre los que me cuento, que abrazamos la causa de Malvinas con mucho amor, con mucho cariño por eso, todos estos homenajes como la cabalgata que se hace desde Picún Leufu agradeciéndole a Alvear siempre que haya sido el maestro señero en esta iniciativa. Todos los monumentos que se levanten y se construyan son pocos para señalar la gesta donde nuestros combatientes dieron demostración cabal del cumplimiento del deber, dieron demostración cabal del amor a la patria, dieron demostración cabal de lo que significa abrazar una causa con honor. Más allá de las decisiones estratégicas sabían que tenían un juramento de morir con gloria por eso los monumentos son importantes pero lo que está grabado en el corazón de cada excombatiente es ‘oh juremos con gloria morir’. Y así lo hicieron y así estuvieron todos dispuestos a morir por la patria.

Hoy en este siglo XXI estos hechos y como lo decían Manuel y Esther, tienen que sernos sustanciales para por lo pronto recordar, por lo pronto conmemorar, por lo pronto rendir el homenaje al valor, rendir el homenaje a la decisión y al coraje, rendir homenaje al cumplimiento del deber, al juramento. Cuando se hace un juramento de defender a la patria no es algo menor.

En segundo lugar además de este homenaje tiene que ser una toa de conciencia de toda la sociedad como decía Manuel, repetirle a todos los jóvenes a los chicos, también a los grandes la importancia de la gesta de Malvinas y que el hecho de Malvinas no solamente figure en la constitución nacional y provincial como una necesidad de ser recuperadas al patrimonio de la República, sino que figure en nuestros corazones como decisión inquebrantable e irrenunciable de lucha para que no descansemos hasta que las Islas Malvinas, Georgias, Sándwich del sur vuelvan al patrimonio de nuestra Argentina amada.

En tercer lugar, tomar el testimonio. En Malvinas hubo un ejemplo donde nos tenemos que mirar, un testimonio de una luz encendida, de un camino encendido, una antorcha encendida, que tenemos que tomar los argentinos para saber a dónde tenemos que ir y con qué temperamento y con qué actitud ir en búsqueda de nuestro objetivo. Y por último buscar ese objetivo. El objetivo ¿cuál es? El objetivo es ir a la búsqueda de una patria nueva, de una sociedad nueva donde todos juntos los argentinos en paz, en concordia, en unidad, seamos capaces de trabajar por la libertad, por el progreso y por la grandeza de nuestra patria.

En este sentido día del 2 de abril Día del Veterano y de los Caídos en la guerra en Malvinas permítanme pedirles a los presentes y a los soldados un fuerte presente cuando yo mencione al soldado y combatiente Jorge Néstor Águila y que en ese nombre esté simbolizado y representado todo combatiente de Malvinas y todas aquellas personas que dieron su vida y su libertad y su integridad física por la grandeza de la patria. Combatiente Jorge Néstor Águila ¡Presente!. ¡Viva la patria!.