Discurso del gobernador Jorge Sapag durante la jornada de trabajo en El Huecú


Audio: discurso del gobernador Jorge Sapag

Queridas vecinas y vecinos de El Huecú; a todos los integrantes de la comunidad educativa: a la directora, a los docentes, al personal no docente, alumnos, padres. Cuando decíamos que veníamos a Colipilli a una reunión de trabajo, David (Sánchez, intendente de El Huecú) nos dijo que en la comunidad educativa y en el pueblo querían que tuviéramos una reunión de estas características, una reunión familiar, y eso es lo que estamos haciendo, teniendo esta reunión entre vecinos.Este no es un acto de gobierno, esta es una reunión de vecinos, donde estamos felices de poder compartir logros que tienen que ver con el progreso de nuestra provincia y poder mejorar la calidad de vida de todos los habitantes. Y creo que este es un trabajo comunitario.

Yo también me sumo al reconocimiento a las autoridades municipales, autoridades provinciales anteriores y a Hidenesa (Hidrocarburos del Neuquén Sociedad Anónima) como empresa. La obra fue inaugurada allá por febrero y en estos últimos tiempos se han ido haciendo las conexiones, que se continuarán haciendo. Es una tarea permanente, una tarea constante.

Lo señalaba Mónica (directora de la escuela Nº 328), que hoy tenemos estos logros y, bueno, mañana aparecen nuevos desafíos. Yo siempre digo lo que decía Teresa de Calcuta: no hay líneas de llegada, todos son puntos de partida para después nuevos objetivos, nuevos desafíos, nuevas realizaciones.

Así que no podíamos pasar por El Huecú de largo. Queríamos compartir con ustedes. Con ustedes, vecinos; con la comunidad educativa. Y gracias por abrirnos las puertas de esta casa, de esta escuela para poder compartir alegrías. Alegrías que creo que tenemos que también disfrutarlas ante la magnitud de la crisis que nos trae bastantes dolores y bastantes tristezas. Pero, cuando hay momentos de alegría, creo que hay que saber festejarlos.

Porque los derechos fundamentales de las personas, el derecho a la vida, el derecho a la libertad, el derecho social de la salud, de la educación y de una vivienda digna también tienen que ver con el derecho fundamental, ese derecho humano que debería estar garantizado y que lamentablemente hace falta mucho camino por recorrer, que es el derecho a la felicidad. La felicidad de nuestros niños, de nuestros hijos, de los jóvenes, de los mayores, de las personas de la tercera edad es algo que todavía la humanidad tiene pendiente como logro. Así que hay que trabajar mucho y trabajarlo comunitariamente.

Nosotros no hacemos otra cosa que cumplir con nuestras obligaciones y con nuestra responsabilidad. Como gobierno tenemos responsabilidades, obligaciones. Sabemos que los ciudadanos también tienen derechos y tienen obligaciones. Nosotros sabemos que una provincia como Neuquén, gasífera, que abastece el 50 por ciento del gas a toda la República, tiene derecho a que todos sus habitantes también tengan conexión con el gas.

Esto es lo que estamos procurando, es lo que estamos trabajando para que en cada pueblo, en cada comunidad, haya sobre todo aquello que los neuquinos damos con tanta generosidad: solidaridad al resto de la República.

Les agradezco el afecto, el cariño, poder compartir esta reunión. Aquí pasando por el Huecú vamos a estar un rato compartiendo con ustedes, seguramente habrá por allí algún mate y alguna torta frita. Y venimos a compartir con ustedes, repito, como vecinos, como conciudadanos, como neuquinos. Ya no es un gobierno el que esta aquí hoy presente, sino que somos nosotros como ciudadanos que queremos compartir con los buenos vecinos del Huecú este logro de muchos años.

Un trabajo de muchos años, que repito, obra que se inauguró por allá por febrero y que hoy permite enfrentar un invierno con otra perspectiva y mejorar también el bolsillo de los hogares con una economía importante para cada familia.

Así que feliz de estar con ustedes, les voy a comentar las mismas palabras que usamos en mapuche en la comunidad Huaiquillán: que Dios nos dé mucha esperanza, que Dios nos de mucha fuerza, y que nos dé sobre todo la fuerza del buen pensamiento, el raquizuam mapuche, que es la fuerza del buen pensamiento, que es trabajar con energía positiva, dejar las malas ondas, el negativismo, el pesimismo, la violencia, la confrontación, las descalificaciones personales para otros tiempos.

Nosotros tenemos que estar todos juntos trabajando, trabajando por el mismo objetivo que es progreso, que es justicia, que es paz, que es igualdad de oportunidad, y que es dignidad. Con una educación de primer nivel, con una educación de gran calidad, con una salud que llegue a todos, con una justicia que abarque a todos los habitantes, con igualdad de oportunidades para todos. Hay mucho para trabajar, hay mucho para hacer. Son grandes los desafíos.

Así que vamos a trabajar juntos porque todos los chicos y grandes tengan esa igualdad de oportunidades. Gracias por esta oportunidad, hablando de igualdad de oportunidades; estar compartiendo este día con ustedes, y de compartir el afecto y el cariño de los pueblos del interior, de los pueblos del interior que nos dan mucha energía a aquellos que tenemos muchas responsabilidades, y que nos dan no sólo energía, sino que nos alumbran también el camino para que no nos equivoquemos. Muchísimas gracias.