febrero 26, 2009
Mediante licitación pública, el ministerio de Desarrollo Social puso en marcha la adquisición de más de 30 mil módulos de víveres secos para distribuir en el interior de la provincia. El objetivo es complementar la alimentación en aquellas familias detectadas bajo vulnerabilidad socioeconómica.
El gobierno de la provincia a través del ministerio de Desarrollo Social comenzó a diseñar las políticas en materia socio-económica para este año, en especial las dirigidas a familias de escasos recursos o con necesidades básicas insatisfechas radicadas en localidades del interior.
De esta forma y mediante licitación pública, se convocó a empresarios nacionales y regionales para la adquisición de 30.050 módulos alimentarios de víveres secos pertenecientes al Plan Provincial de Seguridad Alimentaria, el cual se pondrá en marcha de forma inmediata en todo el territorio. La compra no sólo involucra los víveres sino también, el embalaje para la entrega y el traslado hacia los centros de la provincia en los cuales se organiza luego su distribución.
Dicho plan se sustenta en cuatro programas: desarrollo productivo, capacitación y asistencia técnica, asistencia alimentaria y desarrollo humano y social. El módulo de víveres secos es una de sus herramientas, una de las prestaciones más antiguas y de mayor alcance que brinda el Estado. Consiste en la distribución de determinada cantidad de alimentos no perecederos, principalmente hidratos de carbono, grasas y proteínas, a fin de complementar la alimentación en poblaciones con problemáticas socioeconómicas.
Se accede a esta prestación mediante una encuesta puerta a puerta que realiza personal de la cartera de Desarrollo Social, en coordinación con municipios y comisiones de fomento. Se denomina formulario único de identificación familiar (fuif) y se utiliza para todas las prestaciones y servicios que brinda este área de gobierno; permite además cargar los datos de los beneficiarios en un sistema informático disponible para poder realizar consultas desde otros sectores y constituye, la puerta de admisión y e información de la población asistida en el territorio.
Estos módulos alimentarios se distribuyen a lo largo del año en municipalidades y en zonas rurales incluyendo comunidades mapuches, de forma periódica, mediante una acción descentraliza a las comunas locales o bien, con equipos del ministerio de Desarrollo Social, casa por casa. Así se aumenta la disponibilidad de alimentos en los hogares con carencias de tipo económico y en consecuencia, de alimentación adecuada.
Esta asistencia no se realiza en la ciudad de Neuquén desde diciembre del año pasado, por decisión del Estado neuquino de reemplazarla por la tarjeta magnética alimentaria Crecer, exclusiva para la compra de alimentos en comercios locales y con una carga de dinero que varía de 70 a 180 pesos de acuerdo con la composición y necesidad del grupo familiar.