Fortalecen el trabajo de un grupo de huerteras de Covunco Abajo

En Covunco Abajo un grupo de 9 huerteras vienen trabajando hace más de tres años en un proceso de consolidación de huertas comunitarias agroecológicas. A través del proyecto “Construyendo la soberanía alimentaria” que fue financiado por Acercando Horizontes, el programa de fortalecimiento a organizaciones de la sociedad civil (OSC) de la provincia de Neuquén que impulsa el ministerio de Niñez, Adolescencia, Juventud y Ciudadanía, pudieron adquirir herramientas para aumentar su producción y mejorar los ingresos de las mujeres a través de la venta del excedente en mercados de cercanía.

Esta propuesta de trabajo comunitario nació del trabajo articulado entre la Fundación Atreuco de Las Lajas, la agencia Zapala del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), a través del programa Nacional Pro Huerta, y la Asociación de Fomento Rural de Covunco Abajo.

El proyecto contempló la realización de 12 encuentros quincenales que tuvieron el objetivo de intercambiar saberes vinculados con aspectos productivos con enfoque agroecológico, sin la utilización de agroquímicos, teniendo en cuenta la salud de las huerteras, las y los consumidores y la protección del medio ambiente.

Los encuentros se focalizaron en elaboración de abonos agroecológicos sólidos y líquidos (utilizando residuos orgánicos de la casa y locales como guano de animales y hojas secas), compost, abonos verdes, siembras de hortalizas en forma escalonada y planificada, es decir cada 15 días o una vez por mes, utilizando semillas de autoproducción (semillas criollas y locales).

Para todas estas actividades se requerían herramientas básicas como tijeras de podar, carretillas de jardinería, palas, azadas, rastrillos, hachas, serruchos, regaderas, pulverizadoras, bandejas siembra y de agua que se adquirieron con el financiamiento del programa Acercando Horizontes.

Alejandra Gallardo, de la Agencia Zapala del INTA, comentó que “estamos acompañando el proyecto construyendo soberanía alimentaria en el paraje Covunco Abajo donde un grupo de huerteras vienen trabajando desde hace varios años. El proyecto constó en la compra de herramientas que son necesarias para seguir trabajando la tierra y ellas han llegado también desde la producción a poder comercializar en algunas ferias locales en Zapala”.

Lorena Riquelme, quien tiene 33 años y es una de las huerteras, comentó que “venimos multiplicando las semillas que nos han heredado nuestros bisabuelos. Tenemos una gran variedad de porotos y venimos cultivándolos. Ya es el cuarto año que venimos trabajando con el grupo y las herramientas para nosotras fueron muy beneficiosas porque las necesitábamos para cada labor, para cada trabajito que teníamos en la huerta”.

María Betancur es otra de las huerteras que conforma el grupo y contó que “tengo 64 años y soy novata en esto ya que empecé hace poco. También conservo las semillas de mi padre que tienen más de 80 años en nuestra familia”. Agregó que “las herramientas que recibí me vinieron muy bien para lo que quiero hacer que es plantar cebollas, orégano y hacer plantineros”.

Desde que se formó el grupo se avanzó en los sistemas de riego para un uso eficiente del agua y se recurrió a las estructuras de invernaderos y plantineros para garantizar la producción de hortalizas frescas todo el año.

En esta etapa del desarrollo del proyecto se detectó la necesidad de contar con las herramientas básicas que permitieron mejorar y complementar los ingresos de las mujeres, reducir los plazos de labranza y optimizar el tiempo para poder asistir a capacitaciones y actividades propias del grupo.