Discurso del gobernador Sapag al inaugurar los Juegos de la Araucanía 2015. Neuquén, lunes 28 de septiembre.

Queridos amigos, a todos los que han venido hasta aquí hoy de distintas provincias argentinas, de nuestra Patagonia, de la Patagonia chilena. Es para mí una alegría poder darles la bienvenida; poder decirles que esta casa, esta provincia, esta tierra neuquina es –desde hoy- la casa de ustedes. Queremos que se sientan en casa, que se sientan en familia, que se sientan entre hermanos.

Estoy agradecido por la presencia del obispo, por sus palabras, por recordarnos también las palabras de (papa) Francisco en el sentido de la importancia que tiene el deporte en la vida de una persona y en la vida de los pueblos. La educación, el deporte, el trabajo: pilares fundamentales para la formación en valores, para la formación de personas buenas, de ciudadanas y ciudadanos que defiendan su tierra y a su gente.

Queridos amigos, quiero referirme a las palabras de Álvaro con respecto al cruce de la Cordillera (de los Andes). Él recordaba con cariño a aquellos que defendieron nuestra libertad. Hace 24 años se organizaron estos Juegos de la Araucanía y qué buen mensaje y respuesta a la memoria de aquellos hombres y mujeres, que en trincheras de gloria derramaron su sangre argentina y chilena, chilena y argentina, por heredarnos la libertad, por trabajar por nuestra dignidad y por dejarnos la tierra que hoy tenemos.

En honor a esos años de historia, historia tejida con sacrificios, con esfuerzo, con entrega de la propia vida, sin dudar esos hombres y mujeres entregaron lo mejor que tenían: sus familias, sus bienes, su libertad, su vida, su integridad física por legarnos esta realidad de hoy.

Qué bueno que es, Álvaro, que podamos tener la alegría de compartir en hermandad latinoamericana estos juegos, que son los más importantes de América Latina. Fíjense que orgullo para los organizadores, para ustedes que son los que participan, para todos nosotros que hemos tenido algún tipo de responsabilidad en la organización, tener el prestigio internacional de tener los mejores juegos de América Latina. Más de 2.000 personas: atletas, técnicos, profesores, entrenadores, participando en estos juegos.

Quiero también decirles que agradezco a las ciudades: Plottier, Neuquén, Villa El Chocón, Zapala, que los albergarán. Agradezco a los organizadores, a cada detalle en el que han puesto su dedicación y cariño. Si encuentran algún error, les pedimos desde ya disculpas; si encuentran alguna improvisación también les pedimos disculpas. Lo hemos hecho con amor, con cariño, fueron muchos meses de preparación; y hemos preparado la casa con mucho cariño, con todo nuestro amor, para que ustedes se sientan cómodos. Si encuentran alguna falla les pedidos que nos lo digan rápidamente para poder resolverlo de inmediato. Y si encuentran aciertos, también dígannos porque nos alienta y retempla el espíritu en todos aquellos que trabajaron al detalle, sin descansar, sin sábados ni domingos para llegar a este momento.

Se ha trabajado muchísimo. Se trabajó en la pileta de natación del CEF Nº 1, en la pista de atletismo, también se trabajó en Zapala, en Villa El Chocón, en Plottier y en cada detalle. No llegamos con la pista de atletismo de césped sintético, tenemos sólo la de polvo de ladrillo; seguramente en quince días la tendremos lista la de sintético y vamos a invitar a los que quieran y a los que se destacan, para que dentro de quince o veinte días nos visiten para inaugurarla.

No hemos llegado a terminarla por circunstancias climáticas, por importación de algunos bienes. Pero bueno, eso también forma parte del desafío, compromiso y responsabilidad. Porque así como en el deporte existen esos impostores que son el éxito y el fracaso, también en las organizaciones a veces hay algunas cosas que fallan. Pero nosotros vamos a reemplazar todo lo que puede ser una falla o errores, con cariño, afecto y sabiendo que todos aquellos que toman el agua del Limay vuelven, vuelven a nuestra región.

Les pedimos una competencia leal. Es cierto lo que dice Álvaro: ni un chiflido, ni una descalificación a una delegación de otra provincia o de otra región. Queremos que la competencia sea en alegría; que se privilegie no el exitismo ni el derrotismo sino el esfuerzo. Ustedes se han preparado para este día y para estos días durante mucho tiempo; hicieron un esfuerzo enorme, y ese esfuerzo de preparación, de capacitación, de ir mejorando sus marcas, sus tiempos o sus promedios, significa que lo hicieron para llegar a este momento. Y lo han hecho porque en el esfuerzo y en el sacrificio es como se forja y se templa la voluntad y el temperamento; es como se forja y templa el espíritu de lucha.

Y eso es lo que necesitamos nuestros pueblos latinoamericanos: espíritu de lucha y combate como lo tuvieron hace 200 años aquellos hombres y mujeres de los que hablamos. En ese sacrificio y esfuerzo seguramente ustedes verán coronado el resultado. Algunas veces será el podio y otras no. Siempre el podio es importante pero también es importante la competencia, para competir con lealtad, honestidad, transparencia, respetando las reglas de juego, al adversario, al árbitro; respetando el clima que ustedes tienen que generar que es de amistad y de integración.

Álvaro: tenemos dos pueblos, divididos por una cordillera pero que a su vez es la columna vertebral que hermana nuestros pueblos. Tenemos un origen común, un derrotero común y también tenemos un destino común.

Así que queridos amigos, sin más palabras, demos por inauguradas estas competencias deportivas de la Araucanía. Qué viva la Patagonia, que viva Chile y que viva la Argentina. Qué sean muy felices en estos días. Un abrazo para todos.