Discurso del gobernador Jorge Sapag en acto por aniversario del INTA. J.J. Gómez (Río Negro), 4 de diciembre de 2013.

Señora intendenta de Allen, Sabina (Costa), a la presidenta del Concejo Deliberante, rectores y decanos de universidades, a todas las autoridades provinciales y municipales y a todos los trabajadores del INTA; y en especial, también, a los productores de la región. Cuando entregábamos recién los premios a los productores de toda la región, de Río Negro y de Neuquén, sentí en mi corazón el sentimiento de los pioneros, no pude menos que emocionarme, ver pasar gente de trabajo, gente de sacrificio, de esfuerzo, que con el compromiso de aquellos pioneros enfrentaron todas las adversidades, la incomunicación, los abandonos, pudieron a través de las décadas construir sus chacras, construir el destino y el futuro de su familia. Y también me remonté al origen de nuestras provincias, Alberto (Weretilnek, gobernador de Río Negro), nuestras dos provincias que nacieron juntas en la historia de la República. Primero, como un territorio nacional de la Patagonia y luego como territorios nacionales hasta la década del `50 donde juntas pasamos a ser institucionalmente provincias, para empezar a vestir los pantalones largos para decidir acerca de nuestros propios destinos, con distintas vicisitudes de la República, con distintos períodos de gobiernos democráticos y alteraciones de esos períodos democráticos, pero dos provincias que tienen una historia común, dos provincias que tienen un presente donde los desafíos y los compromisos son enormes pero son comunes.

Yo me alegro de esta fiesta, pues esta fiesta del INTA, esta fiesta de los 100 años en el Alto Valle representa poder compartir juntos como provincias, un espacio común, no solo el espacio territorial, sino un espacio de conocimiento, un espacio de desarrollo, un espacio de progreso, un espacio de la inclusión social de nuestra familia, de nuestros campesinos, de nuestros ganaderos. No puedo menos que agradecerles a todos los trabajadores del INTA, a todos los técnicos, científicos, a toda la gente que ha trabajado para que sea posible este presente donde nuestras familias tienen concomimiento y posibilidad de acercarse a esas tecnologías, para mejorar su calidad de vida.

Siento también el orgullo de tener a una persona del INTA como Carlos (Casamiquela), con sus más de 40 años de trayectoria en el Ministerio de Agricultura de la Nación. Cuando nos dieron la noticia que Carlos iba ser ministro no pudimos menos que alegrarnos. Nuestro corazón realmente empezó a latir rápidamente de júbilo y de alegría, Carlos, porque qué mejor que tener una persona que conoce el territorio, que conoce a nuestras familias, que conoce nuestra gente, que conoce nuestros problemas, con quien podemos hablar con sentimientos comunes y con quien podemos hacer proyectos e ideales comunes. En estos años, hemos compartido distintas realizaciones, distintos actos, donde hemos puesto en marcha agencias como la Agencia de Agricultura Familiar en la provincia de Neuquén. Esto está revolucionando los conceptos, y que ilumina y alumbra todos nuestros comités locales de emergencia rural, que con motivo de la sequía de tantos años, nos ha provocado tantos desasosiegos y tantos problemas, pero juntos los hemos podido enfrentar. Así que yo también celebro la posibilidad de tenerte en el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, esta posibilidad de tener esa mirada federal hacia la República desde una organización como el INTA, donde el conocimiento, el federalismo, la familia y la integración social han sido las banderas que se han levantado siempre y ha sido ese el campo de batalla y la tarea fundamental del INTA.

Quiero también sumarme a este desafío histórico de hacer una Nación soberana; y la Nación soberana si tiene alimentos, si tiene energía, si tiene conocimientos, si tiene trabajo, y el INTA aporta estos elementos, conocimientos, tecnología, trabajo en equipo, condición humana e integración social. Es por eso que celebro esta fiesta y me sumo a la fiesta sintiéndome en mi propia casa. Los neuquinos y los rionegrinos integramos este Alto Valle, esta frontera común que nos une del río Limay, este parque Nacional Nahuel Huapi que también nos une y nos hermana, nos hermana la historia común y estoy seguro que nos hermana este creciente desafío, de un futuro de progreso, inclusión social y de justicia. Un abrazo, éxitos, Carlos, y seguro que vas a contar con todo el respaldo nuestro en esta tarea titánica que tenés por delante, pero sabés que en los neuquinos y en los rionegrinos tenés hombros y tenés puntales para acompañarte en este desafío. Un abrazo grande.