febrero 26, 2009
La actividad fue organizada por la dirección provincial de Defensa Civil, con el fin de promover el cuidado de los recursos naturales. Entre ayer y hoy, los participantes de la convocatoria recolectaron dos toneladas de residuos.
La “Regata ecológica por un río más limpio”, que organizó la dirección provincial de Defensa Civil, concluyó este mediodía en el balneario Río Grande de Neuquén. En las dos jornadas que duró la actividad, los participantes retiraron del cauce del Limay cerca de dos toneladas de residuos.
La regata, que se llevó a cabo en el río Limay, permitió recolectar desechos de todo tipo y tamaño. Se sustrajeron tanto electrodomésticos (lavarropas, televisores, calefactores) como fuentones, bidones y baldes plásticos. También una gran cantidad de repuestos del automotor, juguetes y cubiertas de automóvil; además de innumerables bolsas de consorcio con elementos menores (pañales y residuos pequeños).
La actividad se desarrolló en tres etapas. La primera, que terminó ayer al mediodía, comprendió el trayecto del Limay que va desde la localidad de Senillosa hasta el balneario La Herradura, en Plottier. En la segunda, que se realizó por la tarde, los participantes llegaron hasta el barrio cipoleño Balsa Las Perlas, donde efectuaron un campamento con pernocte. La última etapa se hizo hoy y abarcó el tramo del río que une Balsa Las Perlas con el balneario Río Grande, en la capital neuquina.
Desde Defensa Civil indicaron que esta convocatoria se organizó con el propósito de que la población tome conciencia sobre la importancia de cuidar y proteger el río como espacio recreativo.
Señalaron por caso que, entre las dos jornadas que duró la regata, recolectaron aproximadamente 3 mil botellas, tanto plásticas como de vidrio. Sólo con estos envases se llenaron tres bolsones de grandes dimensiones, que ocupaban dos canoas unidas entre sí a modo de balsa.
Al respecto, el director provincial de Defensa Civil, Claudio Domínguez, manifestó que “debemos entender que el agua dulce no es un recurso más, sino que tiene una relación directa con la vida y la salud de la población”.
Según comentó, los sectores donde más basura se recolectó fueron el que va desde La Herradura a Balsa Las Perlas y algunos sitios puntuales a la altura del paraje China Muerta.
“Estas actividades ponen de manifiesto la problemática social que esto puede acarrear si no se toman los recaudos necesarios para tener un río en condiciones para, de esta manera, poder disfrutarlo habitualmente”, destacó.
El funcionario agradeció la colaboración de todas las instituciones que se sumaron a la convocatoria y las más de 25 embarcaciones participantes. Además de los operarios de Defensa Civil, colaboraron con la regata la Federación Neuquina de Canotaje y los clubes Cepron y Asociación Italiana. La seguridad de la actividad estuvo a cargo de Prefectura Naval Argentina del Comahue. En total, todo el operativo contó con 40 personas involucradas.
Por otra parte, en el sector de La Herradura, un grupo de vecinos se sumó a la propuesta y ayudó en la limpieza de esa zona del río.
Esta primera edición de la “Regata ecológica” forma parte de un programa de la dirección provincial de Defensa Civil iniciado días atrás. En otra de las actividades comprendidas por el programa, los agentes del organismo recolectaron residuos en el sector del río que va desde la calle Leguizamón al fondo -en Neuquén capital- hasta el balneario Municipal de la ciudad. En esa oportunidad, se recolectaron más de 500 kilos de basura de diverso tipo.
Agua dulce: un recurso invaluable
Del total de agua existente en el planeta, únicamente el 3 por ciento es agua dulce. Pero de este porcentaje, la mayoría (el 79 por ciento) está en forma de hielo, por lo que no está disponible para su uso. Del resto, un 20 por ciento se encuentra como agua líquida en forma de aguas subterráneas y apenas el 1 por ciento correponde a aguas superficiales.
Este recurso no es inagotable. Hay que tener en cuenta que la capacidad de aprovechamiento del escaso porcentaje de agua disponible se ve disminuida por los incesantes cambios en nuestra civilización que conducen a su deterioro y escasez.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la actualidad, de los 6.250 millones de habitantes, 1.100 millones no tienen acceso al agua potable y 2.400 millones carecen de un saneamiento adecuado. Las cifras involucran en valores aproximados al 40 por ciento de la población mundial.
El mismo informe también da cuenta de que cinco millones de personas -la mayoría, niños- mueren cada año por beber agua contaminada. El mismo informe advierte que, de no revertirse este panorama, en el año 2025, las muertes y las enfermedades ocasionadas por la escasez y la contaminación del agua podrían adquirir dimensiones trágicas.