Mensaje del gobernador Sapag por las fiestas de fin de año

El gobernador Jorge Sapag emitió hoy un saludo por las fiestas de fin de año. En su mensaje, el mandatario llama a construir “una sociedad más inclusiva, con igualdad de oportunidades para todos y mejor calidad de vida”.

A continuación, se transcribe el mensaje:

Queridos neuquinos.

Esta época del año es siempre una buena razón para hacer un balance, para reflexionar dónde estábamos como sociedad hace doce meses; qué pudimos construir juntos, qué fuimos capaces de hacer y qué quedó sin realizar.

Estas son las preguntas que nos hacemos como ciudadanos que integramos una comunidad amplia en ideas, generosa en la solidaridad, expandida en lo cultural, consciente de su riqueza y de cómo emplearla para el crecimiento y la realización de cada uno como personas, como familias, como sociedad.

Nuestro gobierno cumplió cinco años de gestión. Y la joven democracia argentina cumplió veintinueve años. Nunca tuvimos, como país, como patria, un período tan prolongado de desarrollo institucional, de firmeza democrática, de construcción ciudadana sostenida, amplia, inclusiva, como en estas tres décadas que estamos a punto de cumplir.

No ha sido fácil. Ni en el ámbito provincial ni en el nacional. Pero hemos podido avanzar, hace tan solo algunas semanas, en mejoras del precio del gas en boca de pozo, algo que se irá notando en el mediano plazo y mejorará los ingresos de la provincia.

También estamos como nunca antes en sitios de decisión en lo que hace al manejo del petróleo y el gas, recursos que como he dicho tantas veces, se encuentran en el ADN de Neuquén. Con respecto a YPF nos encuentra bien posicionados porque la Cuenca Neuquina es la columna vertebral de esta empresa nacional y por lo tanto la columna vertebral del desarrollo energético de la República.

Otra vez, la grandeza y la riqueza de Neuquén contribuyen solidaria y fraternalmente a la riqueza y a la grandeza de la Patria.

El equipo de gobierno que conformamos con Ana Pechen y todos los colaboradores desde hace cinco años seguirá insistiendo con el diálogo y la democracia. Los problemas de las instituciones, los problemas de la sociedad se resuelven con más diálogo, con más consenso y con más democracia.

Y así se construye una sociedad más inclusiva, con igualdad de oportunidades para todos y mejor calidad de vida.

De esto estamos convencidos. Y rescatamos del buen espíritu de nuestros hermanos mapuche: su raquizuan, la fuerza del buen pensamiento que nos guía, que nos da esperanza y que anima la fraternidad en nuestra sociedad, manteniendo y respetando la diversidad cultural.

Quiero rescatar algunas palabras del premio Nobel Amartya Sen sobre la vida en sociedad, que creo que pueden ser compartidos por nosotros. Los valores de la vida en comunidad, son en primer lugar, vivir en paz y en libertad para lograr la realización personal y comunitaria. Luego, necesitamos confiar unos en otros, porque somos interdependientes, y basta con fijarse en cómo es nuestra vida cotidiana: cada vez dependemos más de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de aquellos con quienes construimos la sociedad. Si uno no está, si uno falla, la comunidad, el grupo deben hacerse cargo. Y por último, este gran economista dice que las decisiones que tomemos tienen que estar fundamentadas en un amplio debate previo.

Ese aspecto, de gobernar mediante el debate, a partir de un intercambio de ideas basado en un debate libre y reflexivo, resulta crucial para mantener vigente el espíritu del sistema democrático, el fundamento más íntimo de nuestro pacto social. Considero que son compromisos que debemos asumir como sociedad, para poder llegar a ese buen pensamiento que tanto necesitamos.

Siempre digo que debemos tener muy buena memoria y mirar para adelante pero siempre teniendo en cuenta que hay derechos que son fundamentales: la vida, la integridad física, la libertad, trabajar en paz, que haya justicia en la comunidad. Y por eso, creo que hay muchos motivos para festejar.

En este análisis de nuestra historia y de nuestra realidad actual quiero mencionar el fabuloso desarrollo que ha tenido la provincia del Neuquén desde que dejó de ser un Territorio Nacional y desde que los neuquinos dejamos de ser ciudadanos de segunda categoría en el país. No quiero, y no puedo olvidar el discurso del gobernador fundacional Felipe Sapag, que recibió una provincia inmensamente rica en recursos, ríos, lagos, minerales, gas, petróleo con una población profundamente pobre y en riesgo.

En el año 1963, hace 50 años, Felipe Sapag asumía por primera vez la gobernación de la provincia del Neuquén y explicaba en su discurso que recibía una provincia pobre, con 150 escuelas de las cuales 50 eran escuelas rancho. Eran edificios de adobe con techo de paja y piso de tierra, sin luz, sin agua. Y hoy tenemos, en toda la provincia del Neuquén, más de 700 edificios. El sistema educativo provincial tiene 1.200 establecimientos escolares funcionando siempre en esta dinámica que significa nuevas obras y acciones por hacer.

Hemos llegado a una situación en la que el 70 por ciento de los niños neuquinos de 4 años van a sala de 4 años y el 99 por ciento de los que tienen 5 años también están escolarizados. Ese 99 por ciento se repite en el nivel primario, y en el nivel medio, de primero a tercer año, está el 78 por ciento de nuestros adolescentes. Y en el ciclo orientado de cuarto, quinto y sexto año estamos en el 50 por ciento. En este grupo de edad tenemos mucho para mejorar, porque hay que contener a los chicos en el sistema educativo porque es la única salida. En Neuquén hay un docente cada ocho alumnos, tenemos un auxiliar de servicio cada 40 alumnos. Y tenemos la inversión más alta por habitante y por alumno de la República Argentina para el año 2013. El año próximo la inversión por año y por alumno será de 22.000 pesos. Debe haber pocas escuelas privadas que cobran 22.000 pesos por año a un alumno. Nosotros, desde el Estado, invertimos esa cifra para que nuestros niños y adolescentes vayan a la escuela pública, a una escuela pública de buen nivel y buena calidad educativa. Si tomamos la inversión en Educación por habitante y por año, estamos hablando de 6.500 pesos.

También quiero expresar un reconocimiento a los trabajadores del sistema de salud como una actitud de gratitud por el arduo trabajo cotidiano. La salud exige esta tarea y las 7.200 personas que integran el Sistema de Salud y que tienen sobre sus espaldas esta tremenda responsabilidad, la realizan con cariño, amor y compromiso. Porque gracias a ella fue posible alcanzar el menor índice de mortalidad infantil del país -6,9 por mil- o lograr la mayor esperanza de vida al nacer en mujeres -81 años- y la segunda en hombres -75 años-.

Para el año próximo las cifras destinadas a la Salud son superiores y esto representa un gran esfuerzo de toda la sociedad neuquina.

En cuanto a vivienda, en estos cinco años, con este equipo de trabajo que conducimos con Ana Pechen, hemos hecho cinco mil viviendas, pero sólo en 2013 construiremos dos mil, sin contar que en los parajes rurales se construyeron 400 viviendas y tenemos 200 en ejecución.

Pese a todo lo hecho, la provincia del Neuquén tiene hoy un desafío por delante. Los tiempos actuales son difíciles, estamos, como Nación y como Provincia, en medio de la crisis internacional más profunda de la historia, donde el mundo desarrollado tiene problemas sociales serios con niveles de desocupación, pobreza e indigencia que hasta ahora no tienen techo y que requieren de soluciones muy prudentes y meditadas.

Hoy, cuando miramos lo que pasa en Europa: la desocupación en España es del orden del 25 por ciento; un 50 por ciento de la juventud en España y en Grecia está desocupada, y no hay perspectivas a corto plazo de revertir esta situación. Nunca hubiéramos imaginado, por ejemplo, que en Francia se llegaría al 30 por ciento de desocupación en sus jóvenes. Quiero mostrarles esa fotografía y me gustaría que la vieran los dirigentes sindicales del sector público hoy en la provincia del Neuquén.

Gracias al trabajo constante de nuestro equipo de gobierno y al de las instituciones y organizaciones de la sociedad, y además a la situación general de la Argentina, el nivel de desocupación es del 5 por ciento en Neuquén, el más bajo de la República comparado con las otras provincias. Por eso, repito, observemos la profunda crisis en que están sumidos países donde nunca pensamos que ocurrirían estas cosas, y recordemos la crisis que los argentinos vivimos en el 2001, hace tan solo doce años. En ese entonces la República tenía un 50 por ciento de pobreza, un 25 por ciento de indigencia, y un 25 por ciento de desocupación.

Pero hoy, y quiero que se entienda, porque es muy importante para vertebrar una familia y para darle sentido a una sociedad, tenemos oportunidades de trabajo y de inversión. Tener trabajo hoy en este mundo tan difícil, significa defenderlo, y defenderlo significa entender que cuando se reclama al Estado, se reclama al conjunto de la sociedad.

En este aspecto, la sociedad neuquina ha hecho un esfuerzo muy grande que demuestra claramente la intención de defender las fuentes genuinas de trabajo y la producción en la provincia. Es el caso de la expropiación de la ex fábrica Zanon, que se pagó este año y que significa una tranquilidad para sus más de 450 trabajadores, que ahora son sus propietarios a través de una cooperativa. Este es un ejemplo claro de cómo se trabaja por la paz social mediante la realización de acuerdos obtenidos en un contexto de respeto mutuo sabiendo que a veces cada parte debe ceder un poco para lograr un objetivo común que mejore la vida de nuestros conciudadanos.

Entonces hoy, a 50 años de ese primer gobierno de Felipe Sapag, cuando no había ni organismos del Estado ni recursos a distribuir, y hoy, cinco años después de cuando asumimos, en un momento en que la sociedad neuquina se hallaba en un momento crucial de división y enfrentamientos, hemos llegado a lo que nos proponíamos entonces: un cambio positivo. En este contexto, permítanme amigos, amigas, recordar a mi padre Elías, cuando dijo que podemos “proclamar a los cuatro vientos del cielo de nuestra provincia, que tenemos la satisfacción del deber cumplido y el orgullo del lugar adquirido en la vida política provincial y nacional, logrado con la lucha, el compromiso y el sacrificio de nuestra gente. Las verdades y principios que sostenemos se enmarcan en una concepción filosófica, humanista y cristiana, en la que el hombre y su trascendencia son los temas centrales. Nuestras guías son la justicia social, la soberanía política y la independencia económica, y el espíritu que nos anima es una profunda convicción federalista”. Volvemos al lema de siempre: “del Neuquén, para el Neuquén y para la Patria”.

Estamos, pues, ante un nuevo desafío: el horizonte que nos proponen los yacimientos no convencionales de petróleo y de gas, con su inmensa riqueza potencial, permitirá otros cincuenta años de desarrollo. Si nuestros pioneros fundaron el Estado y la provincia, estamos ante la posibilidad de una refundación, de continuar transformando la riqueza del subsuelo en derechos sociales sobre la superficie, para todos los habitantes de la provincia.

En este sentido, se puede decir que estamos en el buen camino. Pero, como decía la madre Teresa de Calcuta, cada línea de llegada significa un nuevo punto de partida; cada logro, un desafío que comienza.

Por eso, en este final del año 2012, poco antes de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, que nos motivan a reflexionar, a ver qué hicimos y qué queremos de nuestras vidas, que nos invitan a confirmar nuestros afectos y que nos llaman a seguir en el esfuerzo por construir una sociedad mejor para todos, los convoco a brindar por la grandeza y por la justicia en Neuquén y en la Patria.

El 25 de octubre de este año, todos los neuquinos nos vimos conmocionados por el derrumbe del edificio donde funcionaba la Cooperativa Obrera, fruto de la irresponsabilidad. Y todos esperamos que la Justicia sancione severamente a los responsables. A todos los seres queridos, familiares y amigos les expreso mi pésame y mi dolor. En especial en estas fiestas en las que habrá varios lugares injusta y dolorosamente vacíos.

Un gran abrazo desde mi corazón y felices fiestas para todos.