Mañana es el Día Nacional de Lucha contra la Obesidad

A raíz de conmemorarse el tercer miércoles de octubre el Día Nacional de Lucha contra la Obesidad, desde el ministerio de Salud y Desarrollo Social explicaron que disminuir la enfermedad implica la adopción de hábitos saludables y destacaron que para lograr cambios también hay que comprender que la alimentación es un hecho social y complejo.

El director de Salud Colectiva de la dirección general de Atención Primaria de la Salud, Facundo Cornejo explicó que “la obesidad es la manifestación del balance energético entre la ingesta y el gasto calórico de la persona”, y agregó que “también es el resultado de una muy compleja interacción entre lo biológico y lo social”.

Sobre esto último, el referente indicó que “comer con el otro nos hizo humanos” y destacó a la mesa como un lugar de trasmisión de valores que hoy estamos perdiendo. “Ya no se respeta el ritmo biológico y hay un cambio en los vínculos, en la comensalidad, lo que rompe la organización de la alimentación en la vida cotidiana”.

Esta perspectiva plantea una búsqueda diferente en relación con la comprensión de la problemática, a la que también se suma una mirada particular sobre los alimentos que se consumen.

“Actualmente todo está dominado por un grupo de alimentos industriales, ultraprocesados, entre los que se incluyen las gaseosas, las verduras enlatadas y los productos de copetín”, dijo Cornejo y agregó que en contraposición en los últimos años y desde distintos ámbitos “se está trabajando fuertemente en lograr una elección de los alimentos más consciente”.

El abordaje debe implicar a múltiples actores, instituciones y organizaciones de la comunidad. “El tema amerita respuestas sociales y comunitarias, vinculadas a la alimentación saludable, la actividad física y los entornos saludables, pero también repuestas legislativas, de políticas públicas y regulaciones”, explicó el director de Salud Colectiva, haciendo referencia al camino recorrido en relación con el tabaquismo (ley de etiquetado, regulación de la publicidad, inclusión de la temática en la currícula escolar, capacitación de equipos de salud para abordaje integral de la patología, etc.).

A la hora de proyectar, desde la cartera sanitaria provincial plantean numerosos abordajes posibles, entre ellos se destaca establecer por ley etiquetados frontales para los alimentos que identifiquen claramente los productos procesados con alto contenido de sal, grasa y azúcares, como así también las bebidas no saludables; establecer regulaciones de la publicidad, la promoción y el patrocinio de alimentos no saludables para proteger el derecho a la salud de niños, niñas y adolescentes; regular el entorno escolar para modificar los ambientes escolares obesogénicos (ambientes que fomentan la comida poco sana y el sedentarismo) a través de políticas integrales que regulen no sólo los kioscos, sino también los comedores y cantinas, la disponibilidad de bebederos de agua segura y gratuita, la currícula de actividad física y educación alimentaria, y la eliminación del marketing de alimentos en la escuela.

También se deben adoptar políticas fiscales efectivas, como subsidios que estimulen el mayor consumo de frutas y verduras e impuestos, que desincentiven el consumo de bebidas azucaradas y otros productos comestibles altos en calorías, azúcares, grasas saturadas y grasas trans; desarrollar estrategias de información y comunicación que ayuden al público a adoptar hábitos de consumo saludables; difundir a toda la población las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) para que se pongan en práctica las recomendaciones saludables.

Además, se recomienda trabajar intersectorialmente para fortalecer las políticas agrícolas y los sistemas agroalimentarios para lograr sistemas alimentarios sostenibles que promuevan una alimentación saludable o un estilo de vida saludable; desarrollar programas de asistencia alimentaria a población en situación de vulnerabilidad que garanticen acabar con el hambre al mismo tiempo que brindar una nutrición adecuada y una educación nutricional a la población de menores recursos; implementar políticas efectivas para promover el acceso a la actividad física en todos los sectores sociales; y promover la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y complementaria hasta los dos años del niño/niña.

En muchas de estas líneas ya se encuentran trabajando equipos conformados por representantes de distintos organismos de gobierno e instituciones sociales. El cambio es individual, pero sobre todo colectivo, y el Estado debe estar presente para garantizar derechos fundamentales como el acceso a la alimentación y la salud.

Algunos datos

En la provincia del Neuquén, el sobrepeso se ha estimado según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) en un 36,4 por ciento en 2005, un 35,3 por ciento en la ENFR 2009, y un 39,2 por ciento en 2013. Según la misma, para la obesidad se estima una prevalencia de 15,8 por ciento en 2005, 18,2 por ciento en 2009 y 22,3 en 2013.

Sumando los porcentajes de sobrepeso y obesidad del 2013, el valor es de 61,5 por ciento, con una tendencia en aumento. Si bien estos datos son los más completos y confiables por las características de la encuesta, vale aclarar que los mismos son referidos a población mayor de 18 años.

Desde otro ámbito, en 2012 se llevó a cabo la Encuesta Mundial de Salud Escolar en Neuquén. Se consultaron 815 alumnos de la provincia, y se analizaron los resultados de los alumnos de 13 a 15 años que representaban al 76 por ciento de la muestra.

Los datos obtenidos demostraron que el 29,9 por ciento de los encuestados tenían sobrepeso y el 7 por ciento obesidad; el 16,4 por ciento consumían frutas y verduras más de 5 días a la semana, siendo mayor el porcentaje en hombres que en mujeres; el 58,8 por ciento había tomado gaseosa una o más veces por día en los últimos 30 días, siendo mayor el porcentaje en hombres; el 6 por ciento comían comida rápida tres o más veces en la semana en los últimos 7 días, en los hombres el porcentaje asciende a 8,9 por ciento.

Otra fuente de información surgió durante 2016, cuando se realizó en la provincia el Plan de Evaluación de la Condición Física en Relación a la Salud. Se evaluaron niños y adolescentes de escuelas públicas de 12 localidades provinciales de demografía variada, de edades comprendidas entre los 10 a 18 años de edad. La muestra fue de 4.487 niños y adolescentes (55 por ciento-2.459 mujeres), y los principales resultados fueron que entre los niños de 10 a 12 años la prevalencia de obesidad fue del 15 por ciento, y un 27 por ciento de sobrepeso. Para estas edades, el porcentaje de niños con una condición física “a mejorar” fue del 32 por ciento; entre los adolescentes de 13 a 18 años, la prevalencia de obesidad fue del 12 por ciento, y el sobrepeso del 23 por ciento. Los adolescentes con capacidad funcional “a mejorar” ascendieron a un 46 por ciento.

Una temática en agenda

El Día Nacional de Lucha contra la Obesidad es el tercer miércoles de octubre, fue establecido mediante el decreto 330/2017 y se orienta a sensibilizar a la población sobre esta problemática y articular acciones en todos los niveles para disminuir esta problemática.

Las personas con sobrepeso y obesidad presentan un mayor riesgo de sufrir otras enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, cáncer, entre otras, y lo más importante es que muchas de estas complicaciones se pueden prevenir si se previene la obesidad.