Semana Mundial de Sensibilización sobre el Consumo de Sal

Desde el ministerio de Salud se promueven estilos de vida saludables y se implementan políticas públicas que acompañan este objetivo. Así, como parte de la Semana Mundial de Sensibilización sobre el Consumo de Sal, es importante destacar la promoción de la alimentación saludable, la cual se ve reflejada, por ejemplo, en el etiquetado frontal que estipula la Ley 27642 de Promoción de Alimentación Saludable.

“Nuestro objetivo es garantizar el derecho a la salud y a una alimentación adecuada, a través de la promoción de una alimentación saludable, y esto es posible brindando información nutricional simple y comprensible de los alimentos envasados y bebidas sin alcohol para promover la toma de decisiones saludables y activas”, indicó la ministra de Salud, Andrea Peve.

Además, Peve señaló que la reducción del consumo de sal/sodio es una de las intervenciones más efectivas para prevenir la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares y recordó que en Argentina, el 90 por ciento de las personas consume diariamente más sodio que lo recomendado.

De acuerdo a los registros de la 4° Encuesta de Factores de Riesgo en Argentina, la prevalencia de hipertensión arterial es de 46.6 por ciento en personas mayores de 18 años, es decir que 4 de cada 10 personas la presentan, 1 de cada 3 es hipertensa y no sabe que lo es, y 6 de cada 10 tiene la presión arterial mal controlada.

También se registró una reducción en la utilización de sal de mesa después de la cocción o al sentarse a la mesa, que pasó de un 25 por ciento en 2005 a un 16 por ciento en 2018, como un aumento en la cantidad de personas que se realizó controles de presión arterial.

¿La sal y el sodio son lo mismo? 

Desde el Comité de Alimentación Saludable Provincial (CASP) y la dirección de Bromatología de la cartera sanitaria explican que la sal y el sodio son parecidos, pero no son lo mismo.

Esto se debe a que la sal que utilizamos (cloruro de sodio) contiene sodio. Este último es el que otorga el sabor salado y también el componente que se relaciona con los efectos no deseados de aumento de la presión arterial y riesgo cardiovascular.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo recomendado de sal no debe superar los 5 gramos por día (una cucharadita pequeña). Sin embargo, en nuestro país, el consumo promedio oscila entre los 10 y 12 gramos por día y la principal ingesta diaria de sal se da a través de alimentos ultraprocesados o procesados.

Por ese motivo, es importante diferenciar entre la sal visible e invisible. Mientras que la sal visible es la que se añade en la preparación de alimentos o en el plato ya servido, la sal invisible es la que se consume en alimentos procesados, por ejemplo, conservantes, saborizantes y leudantes químicos. Esta forma invisible de consumo es justamente la responsable del 70 por ciento del sodio que ingerimos cada día.

Ante esta situación es imprescindible fomentar diversas herramientas para que las personas puedan aprender a leer toda la información de las etiquetas de los productos  y dispongan, a su vez, de la información necesaria para tomar las decisiones alimentarias que mejor se ajusten a cada dieta.

Marco regulatorio

 En nuestro país existen políticas para reducir el consumo de sal y leyes que lo regulan:

– Ley 26905, de Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio en la Población: fija los límites de sodio que pueden tener los alimentos envasados, limita el uso de saleros en la mesa de establecimientos gastronómicos, dispone que haya menús de comidas sin sal agregada, entre otras.

– Ley 27642, de Promoción de Alimentación Saludable (2021): garantiza el derecho a la salud y a una alimentación adecuada. Informa al consumidor con claridad y advierte sobre los excesos en algunos componentes. A partir de esta ley se implementa el etiquetado frontal, a través de sellos de advertencia.

La aplicación de los octógonos se realiza en los alimentos envasados y bebidas sin alcohol y advierten sobre los excesos de: azúcares, sodio, grasas saturadas, grasas totales, calorías; y si contiene edulcorantes y cafeína.

En esta Semana Mundial de Sensibilización sobre el Consumo de Sal es importante hacer hincapié en que el sello de Exceso en Sodio significa que el alimento ha sido adicionado con este nutriente crítico, superando los límites definidos por el marco normativo, el cual se basa en el Sistema de Perfil de Nutrientes de la OPS.

El cálculo resulta de dividir el contenido de sodio del producto sobre las calorías totales del mismo y se aplica el sello cuando el resultado sodio/calorías supera 1 mg de las calorías totales del producto, o bien cuando el alimento contiene 300 mg o más de sodio cada 100 gr o ml de producto, independientemente de su contenido energético.

En este sentido, el hecho de que los productos tengan sellos no significa que no sean saludables. Simplemente es una forma de identificar que ese producto contiene azúcar, grasas, grasas saturadas y/o sodio en proporciones que la ley establece como excesivas. Muchos productos envasados, más allá de tener sellos, presentan un perfil nutricional adecuado.

Recomendaciones para reducir el consumo de sal

Existen varias formas para evitar o limitar el consumo de alimentos procesados y elegir opciones más saludables tales como: alimentos frescos o mínimamente procesados, frutas, vegetales y legumbres. También reemplazar los aderezos (mayonesa, kétchup, salsa golf, salsa de soja) por untables de verduras y/o legumbres, optar por masas de tartas y empanadas caseras en lugar de las compradas, y reemplazar los snacks ultraprocesados por opciones más saludables como bastones de zanahoria, apio, garbanzos, pochoclos, etc.

Otros consejos son cocinar sin sal, condimentar con hierbas o distintos condimentos para realzar el sabor, y evitar el salero en la mesa y ponerle sal a las comidas antes de probarlas.

La fecha

Desde el 2005 se celebra en el mundo esta semana buscando generar más conciencia en la población con respecto al uso excesivo de la sal y sus consecuencias en la salud: hipertensión arterial, enfermedades renales y eventos cardiovasculares. Fue instituida por la World Action on Salt and Health (WASH) y el lema 2023 es #DitchtheSalt “Deshacete de la sal”, un llamado a las empresas a reducir el agregado de la sal en los alimentos por el bien de la salud.