Salud se suma al día nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico

La cartera provincial sostiene en su política pública «la existencia de muchas acciones para implementar a nivel individual, social y de los organismos correspondientes para prevenir esta enfermedad». 

Al conmemorarse hoy, 19 de agosto, el día nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico, el ministro de Salud, Rubén Butigué indico que este síndrome «es parte de las enfermedades sociales que todos podemos combatir si tomamos conciencia de nuestra responsabilidad individual y colectiva frente a ella» y agregó que «es muy importante conocer las medidas de prevención tanto en la higiene como en la elaboración casera y el procesamiento industrial de los alimentos; como así que los organismos de control correspondientes nos aseguren la calidad de los alimentos de consumo”.

Más adelante indicó que «hay un proceso de responsabilidad individual, de autocuidado, que va desde que compramos la carne, la llevamos a casa, la refrigeramos o congelamos, hasta que la cocinamos. Quienes cocinan tienen que hacer como las abuelas y las mamás nuestras que le daban importancia natural al color y al olor de la carne. Hay que ver bien el color de la carne en las bandejas de las góndolas, mirar las fechas de envasado; lavarnos las manos y no tocar ni mezclar otros alimentos con la carne cruda; en lo posible, desmenuzar la carne congelada para que ningún trozo quede mal cocido».

Y sumó que «la bacteria se mete allí donde le dejamos el espacio para que lo haga. Tenemos que generar una permanente cultura del cuidado con medidas de prevención que están al alcance de todos y todos ser parte de la difusión de estas medidas, enseñando unos a otros sobre las mismas”, dijo Butigué.

Autocuidado

La prevención del SUH se puede favorecer al incorporar acciones desde distintos organismos y también a nivel domiciliario, como asegurar prácticas de higiene y refrigeración durante la faena del ganado, aplicar controles en los puntos críticos de la elaboración de alimentos, evitar el hacinamiento en instituciones cerradas (jardines maternales, jardines de infantes, escuelas, geriátricos, cárceles, etc.), brindar asesoramiento a personal de plantas elaboradoras de alimentos y restaurantes, fomentar campañas de educación y prevención a la comunidad en general y en jardines maternales, jardines de infantes, escuelas primarias, secundarias, geriátricos y en establecimientos donde haya exposición a animales.

En la casa se debe asegurar una correcta y homogénea cocción de la carne y evitar el consumo de jugo de carne. Tener especial cuidado con la cocción de la carne picada, ya que generalmente se cocina la parte superficial y queda insuficientemente cocida en el interior, de forma que la bacteria permanece viable.

También se deben utilizar distintos utensilios de cocina para trozar la carne cruda y para cortarla antes de ser ingerida, evitar el contacto de las carnes crudas con otros alimentos (contaminación cruzada), controlar el uso de leche y derivados lácteos correctamente pasteurizados y conservar la cadena de frío, consumir jugos de frutas pasteurizados, lavar cuidadosamente las frutas y verduras, asegurar la correcta higiene de las manos y utensilios de cocina, evitar el consumo de alimentos en lugares con animales que puedan ser portadores y consumir agua potable -ante cualquier duda hervirla-.

Síndrome Urémico Hemolítico (SUH)

Desde el departamento de Enfermedades Transmisibles de la Dirección Epidemiología de la cartera sanitaria provincial, indicaron que las enfermedades diarreicas agudas son problemas de salud pública serios, que afectan principalmente a los menores de 5 años, y que generalmente son una consecuencia de la exposición a alimentos y/o agua contaminados, como así también a una higiene personal y ambiental deficiente.

Dentro del espectro amplio de las diarreas de causa infecciosa, hay un subgrupo que es el de diarreas ocasionadas por Escherichia coli productoras de Shiga Toxinas (STEC), que se diferencia por estar asociado al desarrollo de Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) con características epidemiológicas particulares, ya que no solo se asocia a factores comunes con los otros tipo de diarreas, sino que además tiene una fuerte asociación con el consumo de alimentos contaminados que involucran diferentes puntos de la cadena alimentaria, su elaboración y comercialización.

Además de la diarrea, el SUH puede presentarse a través de síntomas como: dolores abdominales, vómitos, fiebre y otros más severos como diarrea sanguinolenta, deficiencias renales, complicaciones neurológicas, intestinales y/o cardíacas. La complicación de la enfermedad afecta particularmente a niños, ancianos y aquellos que, por padecer otras enfermedades, tienen su sistema inmunológico deprimido.

En Argentina, se producen entre 300 y 500 casos nuevos por año, con una tasa de incidencia anual promedio de un caso cada 100.000 habitantes. El año 2008 presentó el número más alto de casos del período 2005-2013 (543), mientras que 2013 presentó el más bajo (319), dado que a partir de 2010 se verifica una disminución en el número de casos registrados.

Además, el país presenta la mayor tasa de incidencia mundial de SUH en niños menores a 5 años de edad, siendo esta enfermedad la principal causa pediátrica de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica.

La forma principal de contagio es mediante el consumo de agua o alimentos contaminados con esta bacteria, como carnes sin cocción completa, leche o productos lácteos y jugos sin pasteurizar y verduras que se consumen crudas. También se puede contagiar de persona a persona, por la falta de higiene en las manos.