Patrimonio arqueológico neuquino: alentadora primera etapa del trabajo conjunto con la Universidad de Michigan

Las tareas se enmarcan en un convenio de colaboración firmado recientemente que busca promover, potenciar y mejorar las actividades vinculadas a la investigación del patrimonio arqueológico neuquino.

 

Con resultados alentadores, ya que se identificaron una serie de lugares con alto potencial para futuras investigaciones arqueológicas, culminaron los trabajos previstos para la primera etapa de la campaña de este año como parte del convenio de colaboración y cooperación entre el ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres y la Universidad de Michigan.

Entre el 1 y el 10 de marzo pasado se reiniciaron los trabajos de campo, prospección (exploración preliminar del subsuelo destinada al descubrimiento de yacimientos), y excavación en el área que comprende la zona de la cuenca de los río Agrio y Reñíleuvú.

El trabajo fue realizado por la directora de Patrimonio Cultural Material de la subsecretaría de Cultura, Claudia Della Negra, la doctora Raven Garvey, arqueóloga e investigadora de la Universidad de Michigan; y el arqueólogo Juan Maryañski. Se contó con la colaboración de los escuadrones 30 y 31 de Gendarmería Nacional.

Claudia Della Negra destacó que el trabajo que se está realizando junto a la Universidad de Michigan “nos permite incorporar nuevas técnicas y tecnologías para desarrollar más la arqueología de la provincia”.

Las tareas del equipo de trabajo arrojaron resultados alentadores, ya que se identificaron una serie de lugares con alto potencial para futuras investigaciones arqueológicas que continuarán bajo el marco del convenio que tiene vigencia hasta 2027. Se destacó que se utilizaron las cartas topográficas proporcionadas por el área de Catastro de la provincia del Neuquén y el Registro de Cavidades que la dirección de Patrimonio comparte desde el Grupo Espeleológico Argentino (GEA).

Además de los trabajos mencionados se realizaron excavaciones en el sitio Chenque Pehuen para estudiar el uso de recursos naturales en la zona, incluyendo plantas y animales locales y las obsidianas (vidrio volcánico de tipo rocoso) de la región como de alrededores, con resultados prometedores.

Por su parte, Raven Garvey mencionó que la prospección realizada “nos permite generar hipótesis de la relación entre los recursos naturales utilizados por la gente del pasado y los sitios arqueológicos identificados”.

Resaltó además que “por el potencial de los sitios encontrados en la región, el año que viene se realizarán nuevas excavaciones y una prospección más amplia que permita identificar mejor las relaciones de los antepasados con el entorno de esa zona”. Finalmente destacó “el excelente trabajo en conjunto con el equipo de la dirección de Patrimonio”.

Como parte de la campaña, se capacitó al personal de Gendarmería Nacional (Agrupación Comahue) en las tareas de resguardo y protección del patrimonio, además se acordó continuar los trabajos de identificación de material y de control ante el tráfico de bienes culturales en pasos y rutas.

También se destacó la innovación de incorporar la técnica de hidratación de las obsidianas. Se trata de un método de fechado que permite conocer su antigüedad y así saber cuándo fueron talladas herramientas de ese material. A partir de ello se pueden datar sitios que no pueden fecharse por radiocarbono (C14) y de esa forma conocer y evaluar la antigüedad de los sitios arqueológicos.