Tras el doble homicidio ocurrido ayer en la localidad de Las Ovejas, la subsecretaria de Las Mujeres del ministerio de Ciudadanía, Patricia Maistegui, anunció que el próximo lunes viajará al lugar junto con personal del organismo y destacó que la labor del mismo «consiste en trabajar la cuestión de género con la comunidad y que sea transversal hacia las instituciones dentro del Estado, porque hay que tomar la problemática de femicidios como política de Estado”. Sostuvo que lo ocurrido “es la explosión de la cultura patriarcal”.
“La función concreta es trabajar sobre la prevención, sobre la promoción de los derechos de las mujeres. Trabajamos con el tema de masculinidades con la dirección de Masculinidades, con todo este modelo patriarcal que queremos revertir en el tiempo”, explicó.
En este sentido, enfatizó la necesidad de fortalecer estas concepciones desde todas las áreas, porque lo ocurrido ayer –que suma tres femicidios en lo que va de 2018 en la provincia-, es “la explosión de la cultura patriarcal, de todo lo que bulle abajo y sobre lo que hay que trabajar, sobre lo que estamos trabajando nosotros”. Y de aquí la necesidad de tomar “como política” la problemática.
“Lo que es cierto es que estamos en un momento grave en que la situación de violencia crece”, sentenció. En consecuencia, señaló que el trabajo para los cambios de base en este sistema debe ser el resultado de una acción conjunta entre el Estado y la sociedad: “Creo que eso es en lo que tenemos que trabajar para adentro del Estado, eso es lo que proponernos. Todo el Estado tiene que trabajar, pero también la sociedad. Entre todos tenemos que darnos cuenta que no puede ser uno u otro, tenemos que ser todos para que esto cambie”.
“Hoy estamos conmocionados porque estalla la punta del iceberg de la violencia. Hay que trabajar todo lo que es la base de esta cultura y los micro y macro machismos que se dan en la cultura patriarcal. Trabajamos en los acosos, trabajamos sobre las violencias directas, sobre todos los tipos de violencia que contempla la ley”, amplió.
Maistegui profundizó en que la naturaleza de esta cultura patriarcal, “está instalada en esta sociedad, en toda la latinoamericana y el mundo, donde a pesar de que en los derechos escritos hay equidad entre derechos de mujeres y varones, en la práctica no es así”.
“El patriarcado es un tema cultural que viene desde la época de Aristóteles, por remontarnos a algún lugar, donde las mujeres históricamente han ocupado un lugar de sumisión y de segunda. Cuando aparece esto, nos explota en la cara la realidad que está pasando abajo, despacito, todo el tiempo, donde se repiten estas conductas machistas y son consentidas por todas y todos”, completó.
A su vez, instó al mea culpa sobre la importancia determinante en la toma de decisiones, de quienes se vinculan a ellas a través del Estado. “Está bueno que empecemos a ver que esto existe, que no es algo que pasa aislado una vez. Es una cachetada a toda la sociedad. Por supuesto que hay funcionarios y funcionarias que tienen que tomar medidas en el sentido de no minimizar estas cuestiones y darse cuenta de los riesgos que generan las decisiones”.
En este sentido, amplió la visión de autoindagación a la sociedad toda porque “nuestra provincia no escapa al común denominador de violencia extrema hacia las mujeres que pasa en el país y en el mundo entero”, subrayó. “Como sociedad tenemos que intervenir para que no se presuma que no hay riesgo. Tiene que presumirse que siempre hay un riesgo; sino no hubiese habido violación, maltrato, y sino no hubiésemos terminado en una exposición”, enfatizó
Sobre la particularidad de lo ocurrido en Las Ovejas, destacó el “cómo este femicida se expone en pleno centro de un pueblo tan chiquitito como Las Ovejas”. Según Maistegui, dicha actitud se traduce en “no me importa nada, estas mujeres no valen nada, yo las mato cuando quiero, las violo cuando quiero”, por parte del femicida.
Para finalizar, enfatizó en la importancia de “empezar a replantearnos qué tipo de sociedad queremos. Una cosa que tenemos que exigir como sociedad es que se caratulen femicidios, no homicidios. Son asesinatos de horror, de discriminación hacia las mujeres”.
“Si bien eso es la punta del iceberg, todo esto viene desde abajo y eso hay que cambiarlo”. Es un fenómeno de violencia que se sostiene por este sistema”, concluyó.