mayo 26, 2011
Desde la subsecretaría de Turismo y Neuquentur destacaron los atractivos en esta temporada de la zona denominada “Patagonia de los Valles y Volcanes”. Señalaron que esa región es “ideal para los viajeros que disfrutan el contacto con la naturaleza agreste”.
La subsecretaría de Turismo y la empresa provincial Neuquentur invitaron a la comunidad regional a visitar la el norte neuquino en otoño, especialmente la zona denominada “Patagonia de los Valles y Volcanes”, como parte de un plan de promoción de los destinos de la provincia en temporada baja.
El director de turismo de la Zona Norte, Javier Mas, instó este martes, en una rueda de entrevistas, a que los pobladores de la región hagan “una escapada hacia la tranquilidad” de la zona Norte, que tiene como principal centro de servicios a la localidad de Chos Malal. Recordó que, desde Neuquén capital, hay que transitar 410 kilómetros para llegar a los destinos del norte neuquino donde hay servicios de alojamiento y gastronomía para recibir al turista.
Remarcó también que, en esta época del año los valores de los servicios turísticos son accesibles. “Estamos hablando de que hay alojamientos desde 90 pesos por persona”, ejemplificó.
Mas explicó que esta época del año es óptima para realizar caminatas, cabalgatas y disfrutar del paisaje del norte neuquino. Comentó que también se destaca la gastronomía local, que tiene por productos típicos al Chivito Criollo del Norte Neuquino, las truchas de criadero, el ñaco y los dulces elaborados a partir de frutos silvestres. “Aunque estemos en temporada baja, muchos establecimientos permanecen abiertos y brindando servicios”, aclaró.
“Uno no se imagina lo que hay en esta zona”, opinó y puso como ejemplo la diversidad que tiene la región y que queda de manifiesto a través de varias áreas naturales protegidas.
Además, desde la subsecretaría de Turismo añadieron que la “Patagonia de los Valles y Volcanes”, en el norte de Neuquén, es un destino “ideal para los viajeros que disfrutan el contacto con la naturaleza agreste”. Entre otros atractivos, mencionaron que el paisaje norteño “atesora volcanes, aguas termales, profundos valles, curiosas geoformas y manifestaciones de arte rupestre; todo esto enmarcado en un espectacular espacio: la Cordillera del Viento”.
Los interesados en viajar a la zona, indicaron, pueden comunicarse con la oficina de informes turísticos de la dirección Zona Norte a través del número de teléfono (02948) 421-523.
Los destinos del circuito turístico
En el límite con Mendoza, por la ruta nacional Nº 40, está Barrancas, una de las localidades del circuito “Patagonia de los Valles y Volcanes”. De allí, siguiendo la misma ruta, a la altura del paraje La Salada, se llega al parque provincial Tromen, donde se encuentran el volcán y la laguna homónimas (áreas ideales para la observación de aves) y el cerro Wayle. A este lugar también se llega desde otros puntos de Neuquén por la ruta provincial Nº 37.
El acceso desde el Sur a la zona es la localidad de Chos Malal que, como fue el primer asentamiento de la capital provincial, tiene un atractivo histórico que se refleja en su arquitectura urbana. Yendo desde allí hacia el noroeste, por la ruta provincial Nº 43, se arriba a Andacollo, cuna de pirquineros que llegaron a fines del 1800 para explotar lavaderos auríferos. Aún hoy, parte de su población se dedica a la extracción del oro.
A 6 kilómetros de Andacollo se encuentra Huinganco, localidad forestal por excelencia que tuvo un gran impulso a partir de la conformación del primer bosque comunal argentino. Allí se puede visitar el “Museo provincial del árbol y la madera” y disfrutar de los dulces artesanales elaborados en la fábrica municipal.
Además, continuando hacia el Norte, se puede observar el área natural protegida provincial Cañada Molina, reserva de los cipreses más antiguos de América. Al oeste de Andacollo, en tanto, están Villa del Nahueve, Los Miches y Los Guañacos, tres pequeñas localidades con un fuerte vínculo con la naturaleza.
Por otra parte, tomando la ruta provincial Nº43 hacia el Norte, se llega a Las Ovejas y luego a Varvarco. Allí, se pueden visitar el área natural protegida Domuyo, en cuyas inmediaciones se encuentran el paraje Los Bolillos (llamado así por sus formaciones rocosas singulares, producto de la erosión del viento) y las termas de Villa Aguas Calientes. Un poco más al norte aún está Manzano Amargo, con la cascada “La Fragua”, que debe su nombre al sonido que hace el agua al golpear la piedra y al vapor que se produce.