Audio Omar Gutiérrez, gobernador de la Provincia del Neuquén.
Este martes el gobernador Omar Gutiérrez acompañó al intendente Mariano Gaido en la inauguración de un nuevo puente en el sector oeste de la ciudad que conecta con el barrio Z1, además de diez cuadras de asfalto sobre la calle Néstor Barros que completan el proyecto de conectividad vial.
La obra se encuentra ubicada en las calles Néstor Barros y 1 de Enero, y atraviesa el cañadón ubicado en esa intersección. Se trata de un punto neurálgico que une el oeste con el centro, y profundiza la conectividad entre los barrios Z1, Cuenca XV y Gran Neuquén Sur.
Al respecto, el gobernador Omar Gutiérrez destacó que “esta es una obra importante que se integra dentro de la inversión pública que está desarrollando la municipalidad y la Provincia, con un plan de infraestructura que ataca los distintos puntos de la ciudad. Es un plan de obras histórico en la capital”.
Destacó que el desagüe pluvial anexo se suma al construido en la calle Necochea “y permite el adecuado escurrimiento la ciudad, además de darle previsibilidad, sustentabilidad y sostenibilidad” a la ciudad.
Por su parte, el intendente Gaido destacó la importancia de la obra y recordó que “habíamos priorizado previamente la pavimentación de dos corredores viales de 1 de Enero y Poliansky, en total 20 cuadras, y con esta obra terminamos de conectarlo”.
Indicó que “esta es una obra de 500 millones de pesos de fondos municipales, trabajando junto a la provincia, y que da conectividad para los vecinos, vecinas y también el transporte público que circula por estos barrios”, y remarcó que también se realizaron pluviales muy importantes en todo el sector.
“Comenzamos el mes aniversario inaugurando obras, en este caso un puente que viene a conectar un gran pluvial que en estos días de lluvia funcionó muy bien en este sector, como en todos los realizados en distintos sectores de la capital”, finalizó.
Por último, el presidente de la comisión vecinal de Z1, Nelson Gutiérrez, agradeció al intendente por la obra, a la que definió como “una de las más grandes que tuvimos acá en el barrio y muy importante, porque era justamente un lugar donde se desmoronaba todo cuando llovía”.