diciembre 7, 2007
El mandatario neuquino participó anoche de la inauguración de las nuevas instalaciones de la entidad deportiva, donde recibió la grata sorpresa del salón bautizado en su honor. También le entregaron la camiseta original que utilizó en el equipo de fútbol de 1963.
El gobernador de la provincia, Jorge Sobisch, y su esposa Liliana Planas, participaron ayer de la inauguración de las nuevas instalaciones de Villa María fútbol club social y deportivo, entidad en la que integró el equipo de fútbol y barrio en el que vivió casi dos décadas, recién llegado de Bahía Blanca.
Las autoridades del club sorprendieron al mandatario al descubrir una placa según la cual el salón de deportes fue bautizado con su nombre, y de ahora en más se llamará Jorge Omar Sobisch. También se entregaron obsequios y reconocimientos a los veteranos y familiares de los integrantes del primer equipo de fútbol de Villa María de 1963, del que el mandatario formó parte.Por ese motivo, el veterano Mario Colombino le entregó enmarcada la camiseta original -con el número 5- que el gobernador utilizaba en aquella época, y después lo invitaron a volver a formar parte del equipo al obsequiarle una nueva camiseta con el número 6, según el diseño actual del club barrial.El gobernador aseguró estar “muy emocionado” de volver a reunirse con los dirigentes y amigos del club en una circunstancia tan trascendente como es el estreno de nuevas instalaciones.“Para nosotros y para toda la familia de Villa María es un día muy especial, nos hace acordar de otra época de nuestra vida muy feliz”, aseguró, y recordó que en ese predio, cuando era un espacio despojado, se celebró su despedida de soltero.“Yo siempre veía este lugar y decía que teníamos de darle un uso -dijo. Ya lo intenté cuando fui intendente de Neuquén, pero por distintas circunstancias no se pudo. Así que hoy encontrarnos aquí con estas instalaciones que van a servir para que otros chicos y jóvenes disfruten lo mismo que disfrutamos nosotros, a mí me hace muy feliz”.“Pero sobre todo, me hace muy feliz porque todos tenemos a nuestra familia, nuestros recuerdos, que guardamos entrañablemente. Esta época que viví en Villa María la guardo en el corazón con mucho afecto y con mucho cariño”, agregó.Aclaró que con las nuevas instalaciones “le pusimos un edificio al amor, al afecto, a los recuerdos, a parte de nuestra identidad, pero lo otro estuvo vivo sin edificio y seguirá vivo, porque esta llama la hemos mantenido”.Por otra parte, el presidente de la comisión de fomento del barrio, Julio Almaza, recordó los inicios del club y el protagonismo que el gobernador Sobisch tuvo en esa gesta.“Hoy el club participa en muchas y distintas disciplinas. Gracias por la decisión política de realizar ésta y otras obras para el barrio”, dijo al gobernador, a quien reconoció su “lealtad y seriedad” en el trabajo. Mencionó como ejemplo la biblioteca Amaranto Suárez, el Centro Educativo para el Hogar (Cepaho), y la sede vecinal, entre otros.Acompañaron a Sobisch el vicegobernador, Federico Brollo; el ministro de Salud y Seguridad Social, Fernando Gore; el secretario de Estado de Cultura, Reinaldo Labrín; diputados provinciales y concejales.