Discurso del gobernador Jorge Sapag en el acto de entrega de vehículos a la Policía. Neuquén, 2 de octubre de 2015

Señor jefe de policía, subjefe, plana mayor, oficiales, personal, invitados, familia policial, comisario general Eusebio López, realmente es un día de alegría, en el marco de un año, como decía el comisario general Eusebio López, difícil. Sin lugar a dudas gobernar en tiempos difíciles no es sencillo, pero es apasionante.

En las palabras del padre Juan Carlos está resumida la vocación, el compromiso y la responsabilidad de cada integrante de la fuerza policial con su comunidad, sabiendo que se sale cada día poniéndose en manos del Dios, el destino y el juramento de entregar hasta la propia vida en defensa de la integridad física, la vida y la integridad de las personas.

En esta reunión procedemos a la entrega de móviles policiales, yo le preguntaba recién al señor jefe acerca de la cantidad de vehículos en uso, estamos en alrededor de 550 móviles, y en este acto vamos a entregar 56 de un total de 150 vehículos, 28 adquiridos con fondos provinciales y el resto en el marco de los fondos de equipamiento policial del fideicomiso firmado en el programa federal de fortalecimiento de las áreas de seguridad

Este fideicomiso firmado entre la Provincia y la Nación, más los fondos propios, permiten la adquisición de estos vehículos, 150 en total. Estamos hablando del 30 por ciento de la planta de vehículos y móviles que tiene la policía solamente en este acto, más las entregas que se harán en estos próximos días. Es un hecho sustancial. Lo hablaba el otro día con el ministro de Salud (Rubén Butigué), le preguntaba cuántas ambulancias tenemos trabajando en este momento. 150 me dijo. Le pregunté cuántas adquirimos en esta gestión, 120. Quiero decir que se han hecho un esfuerzo muy grande por parte del gobierno provincial; como dice Juan Carlos con fondos que son de la sociedad y el pueblo; para dotar de equipamiento apropiado para que en tiempo y forma, con eficiencia y eficacia y con mucha solidaridad, pero también con buen equipamiento, se lleguen a cubrir los distintos objetivos que tienen tanto un plan de seguridad como un plan de salud.

Quiero en este acto decirles también que así como cada hombre y mujer de la policía se encomienda al destino, a Dios, para cumplir con esta sagrada misión que es la seguridad, todos y cada uno de los habitantes de la provincia de Neuquén también tenemos que encomendarnos a Dios cada día para que la provincia esté cada día mejor, para mejorar la calidad de vida, para que el plan de cada familia se logre.

Cuando uno recorre el mundo y pega una mirada por distintos hechos que ocurren en distintos puntos geográficos, puede ver también que hay tiempos de crisis. Yo veía en Siria, un país fragmentado, con tantos hombres y mujeres que son expulsados de esa nación y que buscan refugio en otros lugares del mundo. Esas realidades y otras del mundo, lo hacen a uno mirar hacia la realidad que uno tiene que gobernar y la que le toca vivir, y podemos decir y agradecer a Dios que tenemos un país extraordinario, formidable. Y tenemos un país con recursos, alimentos, energía. Tenemos las posibilidades de educación, trabajo; abiertas al progreso. Un país formidable. Dios nos ha bendecido con recursos y potencialidades. Está en nosotros, en los hombres y mujeres que vivimos en esta comunidad forjar le porvenir que soñaron nuestros ancestros y nuestros padres.

Y en este soñar, lo más importante es el compromiso, la cultura de la responsabilidad y del esfuerzo. La ética del esfuerzo, la ética de las convicciones, pero fundamentalmente la ética de las acciones, la responsabilidad y el compromiso. No de la queja permanente, del agravio, de la queja innecesaria o la que busca culpables y responsables de lo que pasa. Creo que todos tenemos que involucrarnos como actores. Todos somos actores y podemos poner nuestro granito de arena en la construcción de una sociedad más justa. Entonces en este año, este granito de arena que pone la provincia de Neuquén para la seguridad.

Un granito de arena que se cimienta en los hombros de hombres y mujeres de la institución policial, que con compromiso, capacitación y preparación; y también con elementos como los chalecos que hoy se distribuyen, las camionetas, los autos, las motos; que ese cimiento básico que es el hombre y la mujer esté también con preparación, logística, infraestructura, como para poder dar respuesta.

En el caso particular de estos tres cachorros, son nietos que de una perra que todavía vive, que se llama Nevada, son border collie. Son de una inteligencia especial, cuando hay competencias de perros, en lo que hace a habilidades y destrezas; hoy en el mundo se hace una competencia para border collie y otra competencia para el resto de los perros, porque el border collie tiene un grado de preparación distinto de los otros y puede aprender -me corregirán en eso porque yo no soy un experto; el que sabe, sabe, y el que no, es jefe, dicen- pero pueden llegar hasta 150 órdenes. Yo espero que Athos, Argos y Viento Sur, que son los nombres elegidos de común acuerdo por Ariel y también por Amarilla, puedan ser de gran utilidad y que el día de mañana nos den la gran satisfacción en el rastreo de personas, o en el trabajo de investigación, que puedan rendir y brindar una ayuda especial. Felicito esta iniciativa de la policía, que este departamento de canes se potencie porque además van a venir otros cachorros, también del mismo origen, de la misma madre y la misma abuela, también para el rastreo de drogas; un tema central de la vida en las sociedades y del mundo, no solamente en la Argentina. El tema del tráfico de drogas es un castigo, una tragedia que tenemos la obligación de enfrentar con todas las herramientas disponibles.

Sobre los nombres que tienen los cachorros: Viento Sur hace referencia a su procedencia y origen, Argos hace referencia a un perro que era propiedad de Ulises, que luego de su recorrido por el mundo que le tocó vivir y de la guerra de Troya, lo encontró a Argos todavía vivo a los 20 años, y después de saludarlo a su antiguo jefe, murió, pero lo esperó hasta que lo pudo saludar y ver de nuevo. Y en el caso de Athos es por un uno de los tres mosqueteros, esperemos que Athos sea también un mosquetero en la búsqueda de personas y en el esclarecimiento de hechos delictivos también.

Así que queridos amigos, institución policial, yo también cada día que amanece, como lo he escuchado a Pablo en sus palabras muchas veces, uno cuando amanece temprano se encomienda a Dios y dice hágase tu voluntad y no la mía. Muchísimas gracias.