Barrancas celebra el 42º aniversario de su fundación

Durante la jornada de hoy el ministro de Salud, Rubén Butigué visitará la localidad y encabezará los actos junto al intendente Juvenal Urrutia; también recorrerán obras en ejecución e inaugurarán emprendimientos.

El ministro de Salud, Rubén Butigué, participa hoy de los actos centrales por el 42º aniversario de Barrancas, localidad del Norte ubicada a 515 kilómetros de la ciudad capital y que fuera la primitiva capital del departamento Pehuenches.

De la ceremonia también participará el jefe comunal Juvenal Urrutia y está previsto que se inicie a las 12,30 frente al edificio municipal en calles Capital de los Andes y Sargento Cabral.

Entre las obras destacadas que se ejecutan actualmente en la localidad y que las autoridades tienen previsto recorrer, se encuentran la planta de tratamiento y red cloacal ejecutada con fondos de los Títulos de Cancelación de Deuda y Financiamiento de Obras (Ticafo) y la primera etapa del Matadero, que incluye la planta de faena de bovinos, ovinos y caprinos.

Además, Butigué y Urrutia inaugurarán tres viviendas urbanas y otros tres módulos habitacionales para madres solteras; y las tareas de remodelación de la plazoleta.

 

Antecedentes históricos

La localidad fue, hasta 1915, la cabecera del departamento denominado Río Colorado Arriba. En ese año se dio una nueva división territorial del Neuquén, modificándose el nombre del departamento, por el de Pehuenches y asignándose como capital del departamento a la localidad de Buta Ranquil.

Pese a su conformación muy reciente, que comienza en 1901 con la construcción de la escuela, la comisaría y el registro civil, Barracas tiene mucho que contar.

Gran parte de esta historia recae sobre los esfuerzos de sus habitantes para superar las inclemencias de la naturaleza que azotaron a la zona. En 1914, a una distancia de 50 kilómetros, se encontraba la laguna de Carri Lauquen, que alimentaba al río Barrancas. Su erogación estaba regulada por una represa de piedra natural, que impedía el paso en exceso de agua. En diciembre de ese año, la represa no soportó la fuerte presión a la que estaba sometida, desmoronándose y dejando salir una gran cantidad de agua sobre el río. Gran parte del poblado quedo destruido y una importante parte del ganado pereció allí.

Más allá de este fuerte golpe, la localidad prosiguió con el mismo ímpetu y muy pronto se recuperó. Así, el 30 de mayo de 1969, se la declaró como Comisión de Fomento y tan sólo tres años después, el 1 de agosto de 1972, alcanza el reconocimiento como pueblo y, a través de un decreto provincial, se designa oficialmente su nombre.

A finales de la década de 1990 la ruta nacional Nº 40 fue asfaltada y el municipio tomó un nuevo impulso, experimentando un continuo crecimiento que se puede observar en sus constantes y jóvenes construcciones.