En la provincia, unos 2.200 estudiantes jóvenes y adultos cursan en esa modalidad para finalizar trayectorias educativas de nivel obligatorio que no pudieron concluir en forma oportuna. Los docentes recorren las comunidades para promocionar la terminalidad de la primaria y el acceso a la alfabetización.
El Concejo Deliberante de Zapala declaró de interés legislativo a las actividades de la Semana de la Educación del Joven y Adulto, que comenzó el viernes 6 y se extiende hasta este viernes 13. La semana conmemorativa está establecida en el Calendario Escolar Situado (CES) y también coincide con distintas fechas del mes que aluden a la educación, como el día Internacional de la alfabetización que se celebra cada 8 de septiembre.
Para su aprobación en el ámbito municipal, el proyecto fue impulsado por Beatriz Olivera, quien se desempeña como supervisora de Enseñanza Primaria de Jóvenes y Adultos de la zona centro de la provincia.
Las actividades presentadas para esta declaración de interés legislativo están referidas a intercambios entre jóvenes y adultos de distintas escuelas, clases abiertas de educación para adultos, muestras de arte con exposiciones de obras realizadas por estudiantes adultos y actividades al aire libre para promover la integración y la educación, entre otras.
La dirección general de Educación para Jóvenes y Adultos del Consejo Provincial de Educación (CPE) es una modalidad de estudio que garantiza la alfabetización y el cumplimiento de los niveles de escolaridad obligatorios a personas adultas que no accedieron o no culminaron esos estudios. Además, orienta su trabajo a brindar educación a lo largo de toda la vida de estos estudiantes. Tiene tres ciclos formativos: primer ciclo de alfabetización; segundo ciclo de formación integral; y tercer ciclo de formación por proyectos. La matrícula total en la provincia es de 2.200 estudiantes.
Resilientes en las aulas
“En nuestras aulas convive la heterogeneidad”, resaltó Olivera. “Tristemente son quienes, por distintas razones, han quedado por fuera del sistema; y desde aquí les ofrecemos y garantizamos una oportunidad, más a aquellas personas que suelen ser víctimas de violencias, que viven en contexto de privación de libertad o que atraviesan consumos problemáticos”, referenció respecto de la matrícula escolar que llega a alguna de las 21 escuelas de jóvenes y adultos (EPA y nucleamientos) con 105 anexos, que actualmente albergan a estos estudiantes. “Tenemos muchos resilientes en nuestras aulas”, reflexionó y subrayó que “el perfil docente es fundamental para acompañarlos”.
La declaración de interés tiene como objetivo -aclaró Olivera- “brindarles reconocimiento a estas escuelas y difundir su propuesta porque están un poco desconocidas por la comunidad, ya que las asocian con las escuelas de oficio o con los CFP”. Zapala cuenta con dos instituciones que brindan educación para jóvenes y adultos; la mayoría de sus estudiantes provienen del ámbito rural. Esta modalidad de estudio incluye a estudiantes a partir de los 14 años en adelante.
La supervisora indicó que para la puesta en marcha de estas escuelas se requiere de trabajo en red con distintas instituciones de las comunidades como hospitales, oficinas de acción social, comisiones vecinales e iglesias, entre otras, ya que la diversidad de alumnos que reciben está determinada por múltiples factores que pueden involucrar a estas instituciones. Al mismo tiempo, se vincula con el área de Formación Profesional del CPE con el objetivo de brindar a los estudiantes una salida laboral genuina y que genere en la persona adulta una formación integral.
“En cada inicio de ciclo lectivo los docentes visitan los barrios, iglesias, hospitales, detectando a la persona analfabeta o dando a conocer que pueden terminar los estudios”, explicó Olivera, quien puntualizó que esa tarea es su obligación. “Cuesta que las personas lleguen, porque tienen que vencer todos los prejuicios y los miedos, organizar su familia y su tiempo personal para ir a la escuela”, agregó. En torno a la dinámica de trabajo de estas escuelas, explicó que cuentan con propuestas flexibles. “Tenemos alumnos de hasta 93 años, alumnos de comunidades mapuches. En Neuquén es notoria la variedad de lenguas, y justamente esta modalidad surgió orientada a personas inmigrantes y con el tiempo se fue transformando”, expresó.
“El perfil docente de esta modalidad básicamente es muy creativo, muy empático y muy paciente”, destacó Olivera. Sumó que los docentes son multiciclos, es decir, ajustan su propuesta académica al nivel que tiene cada estudiante o bien se trabaja en un proyecto donde se los vincule a todos por igual.
Cuando llega el momento de egresar de la modalidad, “es el momento más esperado por todos. Las familias acompañan mucho y es muy significativo junto con el acto de promesa a la bandera, ya que el símbolo patrio ahora, a diferencia de un niño, se vuelve mucho más significativo”, cerró Olivera.