Un neuquino participó como voluntario de salud de los Juegos de Río de Janeiro

El kinesiólogo Nicolás Esmoldi, perteneciente a la dirección general de Salud Aplicada al Deporte y la Actividad Física de la subsecretaría de Deporte y Juventud, aportó su experiencia en los recientes Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Brasil, en los que participó como voluntario.

El profesional que se desempeña en el área de Prevención de la Salud como asesor de deportistas, aseguró que en Neuquén “estamos en el mejor camino”. Asimismo narró que fue invitado a participar por la Escuela Osteopática de Madrid a disertar en el Congreso Internacional de Juegos Olímpicos y Deportología, y en la oportunidad “me tocó contar mi experiencia que desarrollé con Camilo Echevarría.  Por lo que pude apreciar creo que estamos en el mejor camino en aparatología, fisioterapia y las nuevas tendencias que  van hacia las terapias manuales,  la osteopatía, la quiropraxia y las terapias miofasciales. Hablar el mismo idioma que los más grandes profesionales del mundo es algo que reconforta y nos deja muy bien parados”, señaló.

Esmoldi contó cómo llegó a concretar su participación en los Juegos Olímpicos: “Esta posibilidad se dio hace dos años durante el desarrollo del congreso de la Asociación de kinesiología del Deporte, cuando se presentó el programa voluntariado para esta competencia y los interesados  podían anotarse y no lo dudé”.

Sobre su experiencia en particular, manifestó que estuvo “en el policlínico de la  Villa Olímpica.  Allí recibíamos la demanda espontánea de gente de diferentes lugares del mundo. Vivir ahí es un ejemplo de camaradería y unión que se ve en pocos lugares”, afirmó.

Entre las situaciones más gratas destacó haber tenido la experiencia de compartir el momento de la consagración de Santiago Lange y Cecilia Carrasco Saroli en la Clase Nacra 17: “Lo conozco mucho al kinesíologo del equipo de yatching, Daniel Clavel con quien estuve trabajando a la par. Se generó un vínculo muy lindo y pudimos estar allí en la Marina de Gloria abrazados y cantando. Haber visto la bandera nacional en lo más alto es algo que no me voy a olvidar jamás”, relató.