Trabajan en la prevención de las intoxicaciones con monóxido de carbono

El ministerio de Salud, junto con otras instituciones, trabaja en la prevención y sensibilización de la población para evitar las intoxicaciones con monóxido de carbono, especialmente en esta época de bajas temperaturas.

Actualmente está en marcha una campaña de difusión que brinda consejos para que la comunidad evite las intoxicaciones mediante acciones sencillas, tales como mantener una ventana abierta para garantizar la ventilación, ya que durante este periodo se utilizan medios de calefacción y cocción que son fuentes de monóxido de carbono. Dicha campaña se realiza a través de los medios de comunicación, en vía pública y en redes sociales.

Según la dirección provincial de Epidemiología de la subsecretaría de Salud y el Área de Toxicología del hospital Castro Rendón, en la provincia del Neuquén –al 30 de junio de 2019– se notificaron 135 casos en toda la provincia. Para la misma fecha los casos notificados en años previos fueron de 144 en 2018, 115 en 2017 y 122 en 2016.

Las medidas preventivas fundamentales están dirigidas a evitar o corregir los factores mencionados y asegurar la adecuada ventilación de espacios cerrados.

Dentro de las medidas difundidas se destaca que -ante la sospecha de intoxicación- es importante retirar urgente a la persona hacia un lugar ventilado, abrir puertas y ventanas, y pedir ayuda de inmediato llamando al 107 o concurriendo al hospital, centro de salud o clínica más cercana.

La ministra de Salud, Andrea Peve lamentó que “cada año tengamos estos casos que nos siguen preocupando, porque tiene que ver con las conductas particulares, donde cada persona en su familia debe estar al cuidado de que no se produzcan” y agregó que “justamente la campaña con recomendaciones es para que cada persona pueda tomar debida nota y nos podamos anticipar a una intoxicación”.

El monóxido de carbono es el producto de la combustión incompleta del gas (de red o garrafa) y cualquier otro combustible orgánico (leña, querosén, nafta y plásticos). Se origina por el mal funcionamiento de los artefactos, como calefones, termotanques, estufas, cocinas, grupo electrógenos, estufas de querosén o caños de escape de vehículos en lugares cerrados; y se acumula rápidamente en lugares con poca ventilación.

El monóxido de carbono no es detectable mediante los sentidos, porque no tiene color, olor, sabor ni es irritante. Los síntomas de intoxicación pueden ser dolor de cabeza, mareos, visión borrosa, zumbidos en los oídos, dificultad para concentrarse, convulsiones, desmayo, dolor de pecho, falta de aire, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, dolor abdominal, debilidad o dolor muscular, llanto constante, rechazo del alimento, succión débil (niños y lactantes), entre otros.

El tratamiento adecuado es el oxígeno a altas concentraciones y, aplicado oportunamente, evita complicaciones y secuelas que pueden aparecer varias semanas o meses después.