En los consultorios de Oftalmología del Hospital Provincial (HPN) Neuquén Dr. Eduardo Castro Rendón, se realizó una campaña de detección de ambliopía destinada a niños y niñas de 4 a 14 años. Se evaluó la situación de 63 pacientes.
La ambliopía o también conocida como ojo vago, se produce cuando la visión en un ojo o ambos no se desarrolla correctamente durante la infancia. Detectada a tiempo puede curarse.
A los pacientes se les practicó un examen oftalmológico que constó de una toma de agudeza visual y una revisación ocular bajo microscopio. Al finalizar se le dio un diagnóstico estimativo del estado visual funcional, y en algunos casos se indicó una consulta médica.
Al respecto, Natalia Racigh, médica oftalmóloga perteneciente al servicio de Oftalmología del HPN, comentó que “el resultado de la campaña fue positivo, porque se evaluaron 63 niños de los cuales pudimos detectar posibles ambliopías en casi la mitad, un 49 por ciento, que es un número muy significativo” y agregó “esos niños fueron enviados a una consulta completa oftalmológica, es decir que de ese porcentaje que posiblemente tengan problemas visuales están en vías de tratamiento, eso es lo más importante de la campaña”.
Racigh explicó que “la consulta a la que fueron derivados consta de un examen oftalmológico completo, no solamente lo que se hizo en la campaña que fue un screening visual”. Explicó que “en la próxima consulta se buscará la causa de esa dificultad visual para poder darle el tratamiento adecuado”.
Además, dijo que “el tratamiento de la ambliopía tiene muy buenos resultados si se comienza entre los 4 y los 14 años, por eso la campaña es para esas edades, si se detecta en un adolescente o adulto joven las posibilidades de revertir el cuadro de ambliopía son casi nulas, por eso es importante detectarla a tiempo”.
Agregó que “el tratamiento consiste en darle al ojo que ve menos más trabajo para que se ejercite, como si fuera un músculo del cuerpo, y pueda recuperar la función, porque la plasticidad neuronal que tienen los niños y niñas entre los 4 y 14 años es tal que permite que ese ojo mejore, así como empeoró su función puede mejorar, una vez que pasa esa edad la plasticidad se pierde y ya no es posible revertir la pérdida”.
Sostuvo que “a los padres les recordamos que lleven a los niños y niñas a los chequeos anuales” y recordó que “los chequeos obligatorios que recomienda la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil son al nacimiento o dentro del mes de vida, a los 6 meses, al año y medio, a los 3 años, a los 5 años y de ahí en más una vez por año, de esa manera se van detectando por edades las patologías que pueden ir apareciendo”.
La médica oftalmóloga explicó que “en los niños más chiquitos es importante evaluar el comportamiento que tienen a nivel visual, hay que prestar atención y ver si se acercan mucho a los objetos, si entre cierran los ojos para poder ver algo de lejos o si se los frotan habitualmente, esos pueden ser signos de que está viendo mal”.
Por último, indicó que “los niños o niñas experimentan una visión borrosa y no entienden por qué, y muchas veces tienden a tocarse demasiado los ojos para poder revertirlo y no lo logran, evaluando el comportamiento visual podemos darnos cuenta de que hay algo que anda mal, muchas veces tapando un ojo o tapando el otro se puede ver que la visión es diferente y detectar que un ojo no está bien”.
Trabajaron en la campaña desde el servicio de Oftalmología, que depende del médico oftalmólogo Juan José Aringoli, las doctoras Natalia Racigh, Flavia Cabrera, Mirlay Rodríguez, y Emilia Cide Vandersande.