La subsecretaría de Cultura realizará una presentación de restos fósiles de un saurópodo hallado fortuitamente por vecinos de Plottier. Gracias a esta acción, pudieron ser preservados, investigados y ya forman parte no sólo del patrimonio material del Neuquén sino de la humanidad. En 2017 los resultados de este estudio fueron publicados en la revista científica internacional Journal of Iberian Geology.
El jueves 5, a las 18, en la Casa de la Cultura de Plottier, se podrá saber mucho más. Será sobre todo la ocasión para reconocer a Carlos, Claudio y Daniel Seguel, por su acción responsable y valiosa, al comunicar este importante hallazgo. Quienes quieran observar el material, deben acercarse al Museo Carmen Funes de Plaza Huincul, donde se exhiben.
Acerca de la presentación, el paleontólogo Flavio Bellardini indicó que “buscamos sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de realizar denuncias de hallazgos fortuitos, y por ello también este reconocimiento a los denunciantes, a través de la entrega de un certificado, uno de ellos póstumo”. El funcionario se refiere a Carlos Seguel, cuyo hermano y cuyo hijo también fueron parte del descubrimiento y también estarán presentes.
Por su parte, el director provincial del Patrimonio Cultural, Carlos Cides indicó que “es importante contar la historia del hallazgo de estos restos fósiles de Plottier como ejemplo de buena gestión del patrimonio: de la denuncia del ciudadano a la publicación de los estudios, pasando por las campañas de excavación, el traslado de los materiales a un repositorio oficial, y la preparación y preservación de los materiales».
Ese día también se proyectarán imágenes y datos del hallazgo, y se espera que los coautores del artículo sobre la investigación cuyos resultados fueron publicados en la revista científica internacional Journal of Iberian Geology el año pasado, cuenten su experiencia.
La casualidad llevó al descubrimiento
Carlos Seguel paseaba hace cinco años con su bicicleta en la bardas al norte de la ciudad y encontró a la altura de una picada de motocross algo que le parecieron huesos fosilizados. Interesado en conocer el origen de los restos, contactó a los profesionales de la dirección provincial del Patrimonio Cultural y en septiembre del mismo año acompañó a una comisión de paleontólogos al lugar para mostrar su hallazgo fortuito. Efectivamente, pudieron verificar la existencia de dos huesos largos de dinosaurios saurópodos de gran tamaño, un fémur y una fíbula depositados en areniscas referibles a la Formación Plottier del Cretácico Superior (85 millones de años de antigüedad).
En junio de 2015, la dirección provincial de Patrimonio Cultural, en colaboración con el Museo Municipal Carmen Funes de Plaza Huincul, organizó dos campañas paleontológicas en el sitio del hallazgo, y tras varios días de trabajo de campo, se pudieron rescatar los restos fósiles representados por tres fragmentos de costillas, un fémur, una fíbula (peroné) y una porción de tibia.
Al final de las campañas, los bochones de yeso y arpillera conteniendo los restos fósiles, fueron trasladados en el repositorio del Museo Municipal de Plaza Huincul para ser preparados y resguardados. Luego de varios meses de preparación en el laboratorio, los huesos fueron extraídos de las rocas y quedaron a disposición de los paleontólogos para ser estudiados adecuadamente.
Mediante mediciones y comparaciones con otros ejemplares conocidos de la época, los paleontólogos pudieron reconocer unos caracteres morfológicos típicos de los saurópodos de la familia de los titanosaurios, grupo de dinosaurios muy abundante y diversificado que dominó la Patagonia por todo el Cretácico superior.
Finalmente, en 2017 los resultados de este estudio fueron publicados en la revista científica internacional Journal of Iberian Geology, y permitieron dar a conocer la historia de este hallazgo fortuito a toda la comunidad, no solamente académica.
Aunque no se pudieron reconocer caracteres únicos que permitieran la denominación de una nueva especie, este hallazgo amplía el conocimiento de la diversidad de formas de los titanosaurios del Cretácico superior de Patagonia, y representa un perfecto ejemplo de cómo manejar correcta y profesionalmente el patrimonio paleontológico de la provincia y de la humanidad.