Se conmemora hoy el Día Mundial del Enfermo

La fecha fue instituida por el beato Juan Pablo II. Desde el ministerio de Salud de la provincia indicaron que el objetivo es sensibilizar a las instituciones de la sociedad civil acerca de la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos.

Hoy, martes 11 de febrero, se conmemora el Día Mundial del Enfermo. La fecha fue instituida en 1992 por el beato Juan Pablo II en memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes. El objetivo es sensibilizar a las instituciones sanitarias de la sociedad civil acerca de la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos.

En su mensaje para la XXII Jornada Mundial del Enfermo -cuyo lema es “La fe y la caridad: también nosotros debemos dar la vida por los hermanos”-, el Papa Francisco dijo: “me dirijo particularmente a las personas enfermas y a todos los que les prestan asistencia y cuidado. Cuando nos acercamos con ternura a los que necesitan atención, llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en medio de las contradicciones del mundo. Cuando la entrega generosa hacia los demás se vuelve el estilo de nuestras acciones, damos espacio al corazón de Cristo y el nuestro se inflama, ofreciendo así nuestra aportación a la llegada del reino de Dios”.

La Salud y la Enfermedad

La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1964) define la salud como «un estado de bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia».

La salud y la enfermedad son parte integral de la vida, del proceso biológico y de las interacciones medio ambientales y sociales. Generalmente, se entiende a la enfermedad como la pérdida de la salud, cuyo efecto negativo es consecuencia de una alteración estructural o funcional de un órgano a cualquier nivel.

Un enfermo es un ser humano que padece una enfermedad, sea consciente o no de su estado. La forma en que un individuo percibe la salud y la enfermedad es un fenómeno complejo y particular de como éste reacciona en conjunto y enfrenta la situación en diferentes dimensiones de su personalidad (emocional, racional, físico y espiritual por ejemplo). Así, cada persona vivirá la experiencia de salud-enfermedad de manera diferente y esto condicionará el significado que dé a tales experiencias.