Sapag presidió en Andacollo la ceremonia central por el 53º aniversario de la Policía de la Provincia

Sapag presidió en Andacollo la ceremonia central por el 53º aniversario de la Policía de la Provincia

abril 18, 2010

En su discurso frente a los efectivos policiales y pueblo del norte neuquino, el mandatario afirmó que “el hambre y la sed de justicia son la base inquebrantable de la vida en democracia y deben estar en la naturaleza de la institución policial” y agregó que “cuando un pueblo, un gobierno o una institución pierden esta sed y hambre de justicia pierde razón de ser la democracia, porque esta debe ser tolerante y en ella no hay lugar para la violencia, los violentos o el delito”.

Sapag presidió en Andacollo, el acto por el 53º aniversario de la Policía.

El gobernador de la provincia, Jorge Sapag presidió este domingo en Andacollo, los actos centrales por el 53º aniversario de la Policía neuquina, fecha que recuerda el 17 de abril de 1957 cuando por decreto nacional Nº 1205, se creó la Policía Provincial, en concordancia con la Ley Nacional 14.408 promulgada en 1955 y por la cual se determina la provincialización de todos los Territorios Nacionales existentes en la Argentina.

En sus palabras ante las autoridades y efectivos policiales, ante el intendente Daniel Muñoz y la gente del norte neuquino, Sapag indicó que “este festejo nos tiene que significar y servir para reflexionar y para apelar a nuestra memoria y homenajear a los agentes caídos en cumplimiento del deber, antes y ahora”.

Enfatizó que “el hambre y la sed de justicia son la base inquebrantable de la vida en democracia y deben estar en la naturaleza de la institución policial”, para resaltar a continuación que “cuando un pueblo, un gobierno o una institución pierden esta sed y hambre de justicia pierde razón de ser la democracia. La democracia debe ser tolerante y no hay en ella lugar para la violencia, para los violentos o para el delito”.

Inmediatamente y al recordar la reciente muerte del agente Sergio Acuña, Sapag indicó que “días de consternación, dolor, tristeza y también de bronca se vivieron en Neuquén hace poco por el homicidio tan premeditado, alevoso, violento, cobarde y con ensañamiento de Sergio Acuña” y subrayó al respecto que “este hecho nos tiene que servir para reafirmar que el valor vida es el fundamental que tenemos que defender en Neuquén”.

“Hoy me sumo en defensa de la vida y de los derechos fundamentales como la libertad” manifestó luego y convocó a todos los sectores a “embargarnos de un sentimiento de fortaleza como ciudadanos en democracia, de tomarnos de las manos para construir una sociedad próspera, digna, una sociedad en donde la solidaridad y la justicia sean las banderas ha ser levantadas todos los días y cada día de nuestras vidas”.

El mandatario neuquino señaló que “en esta provincia le damos mucho valor a la vida” y por eso “quiero alzar mi voz en repudio de esta persona que mató al policía Acuña”.

Sumó su “plena confianza en que en este nuevo aniversario sirva para pensar en fortalecer la institución policial, para que ella siga bregando por el bienestar de la sociedad y de los integrantes de la institución y sus familias; pero para ello -declaró- debemos defender valores como la solidaridad, la camaradería, la fortaleza y la defensa por los derechos fundamentales del ciudadano, también la lucha por la prevención y la lucha en contra de la delincuencia”.

Agregó que “la Policía en estos últimos diez años demuestra -junto al Poder Judicial y a los otros Poderes del Estado- un alto índice en el esclarecimiento e investigación de homicidios, llegando casi al 90 por ciento de homicidios comprobados” y aclaró estar “seguro y confiado” en el “pronto esclarecimiento del asesinado alevoso de Sergio Acuña, para que ese irresponsable que se está escondiendo cobardemente de cuenta a la Justicia y vaya al único lugar donde deben ir los delincuentes de estas características, que es la cárcel, allí le tocará reparar esta deuda con la sociedad y con la justicia”; al tiempo que comprometió su “responsabilidad como autoridad del poder Ejecutivo” de “no descansar hasta dar con los o el responsable de su muerte”.

Desarrollo de la ceremonia aniversario

La ceremonia oficial por el 53º aniversario de la Policía de Neuquén se desarrolló este domingo desde las 11.30 en la localidad de Andacollo, frente al edificio de la Comisaría Nº 30. Junto al gobernador Sapag y el intendente Daniel Muñoz, estuvieron presentes el Secretario de Estado, Guillermo Pellini y el Jefe de la Policía, Juan Carlos Lepen; además de intendentes de distintas localidades de la zona norte, vecinos del lugar, efectivos policiales y familiares.

En primer término, las autoridades pasaron revista y saludaron a las tropas de la “Formación Policial 17 de Abril” para entonar a continuación las estrofas de los himnos nacional y provincial, acompañados por la banda de música el Regimiento de Infantería de Montaña -RIM- Nº 10 de Covunco. Se concretó además, un minuto de silencio por la muerte del agente Sergio Acuña, caído en cumplimiento del deber y por todos aquellos efectivos policiales que dieron su vida en defensa del interés social.

El intendente Muñoz -en su discurso- relató las distintas actividades organizadas con motivo de un nuevo aniversario de la Policía, tanto en el ámbito recreativo, como deportivo, cultural y educativo.

Luego de recordar a los antiguos policías de la localidad y homenajear la tarea diaria y comprometida de los actuales agentes, el jefe comunal destacó la concreción de la Cabalgata “Recorriendo huellas de nuestra historia”. Se trató de un conjunto de montados -civiles y de la fuerza policial- que durante tres días consecutivos recorrieron los parajes, puestos y localidades del norte donde falleciera un policía en cumplimiento del deber.

Así la cabalgata arribó a Andacollo cuando finalizó el acto oficial luego de partir el jueves pasado de las Lagunas de Epulafquén, pasando por Butalón Norte, Varvarco-Invernada Vieja, Manzano Amargo y el monolito que recuerda al primer jefe de la policía provincial, Benjamín Belmonte; atravesando Charra Ruca y Huinganco hasta llegar a Andacollo en la mañana del domingo.

Más tarde, el gobernador de la provincia y demás autoridades entregaron los certificados de jerarquía y despachos de ascensos a los cuadros de la fuerza policial que ascendieron a grados superiores recientemente.

También se entregaron obsequios a funcionarios, instituciones y familiares de efectivos fallecidos en su labor policial; como así a escuelas e instituciones que participaron de las actividades organizadas por la comuna para este día de la Policía y en conmemoración de los 100 años de vida institucional de la localidad.

Para finalizar el acto y previo a compartir un almuerzo popular en el gimnasio municipal, hubo un desfile policial; se descubrió una plaqueta en la puerta de la Comisaría 30 de Andacollo obsequiada por la municipalidad en homenaje a los cien años de vida institucional; se colocaron ofrendas florales en la plazoleta ubicada en el mismo predio de la dependencia policial; y se inauguró una muestra fotográfica histórica que pasó a ser parte de la galería principal del Museo Policial.

Esta última se encuentra detrás de la comisaría de referencia y fue un reconocimiento a personalidades destacadas del pueblo y la comunidad.

Reseña histórica

El 16 de octubre de 1884 se promulgo la ley Nº 1532 por la que se crearon los Territorios Nacionales, nombrándose luego los respectivos gobernadores. Con esta norma se establecieron divisiones o límites geográficos dentro de esa gran y extensa porción del territorio patagónico que constituía la Gobernación de la Patagonia.

Entre los nuevos territorios se erigía “el Territorio Nacional del Neuquén”. El 25 de noviembre de 1884 fue designado su primer gobernador, el Coronel Manuel José Olascoaga. Desde esa época y hasta la provincialización, la Policía del Neuquén estaba subordinada al régimen de la Policía de los Territorios Nacionales a través de su Estatuto Orgánico, aprobado el 22 de enero de 1946.

En 1955, con la promulgación de la Ley Nacional 14.408 se determina la provincialización de todos los Territorios Nacionales existentes, por lo que los organismos públicos cesaban en su dependencia del Gobierno Nacional creando a su vez los órganos necesarios para su funcionamiento conforme lo prevé la Constitución Nacional. De este modo, el día 17 de abril de 1957, mediante el Decreto Nº 1205, se creó la Policía Provincial.

Creación del Departamento de Policía y designación del primer Jefe

Durante la administración del primer gobernador, el Coronel Manuel José Olascoaga, se organizó el Departamento de Policía, creándose los cargos de Comisario de acuerdo al presupuesto del Territorio y dictándose varias disposiciones de orden administrativo. Juan Vázquez fue el primer Jefe de Policía del Neuquén y actuó al frente de la Repartición hasta el 8 de diciembre de 1886.

El 4 de agosto de 1887, simultáneamente con el establecimiento de la capital territorial en Chos Malal, se instaló el primer Cuartel de Policía. Este cuartel se ubicaba en la elevación conocida como el “cerrito”, donde originariamente estuvo emplazado el Fuerte IV División, frente a la plaza San Martín, donde hoy funciona el Museo Municipal. Allí tenían su sede las autoridades policiales y, en parte de la edificación existente, se alojaban los presos y contraventores.

Primer Comisario de Policía

En el año 1879, cuando la IV División del Ejército que comandaba el Coronel Napoleón Uriburu marchaba en su expedición por el norte del entonces Territorio Nacional, encontró en el paraje que se conocía por el nombre del “Malbarco”, una población próspera dedicada a la ganadería, aprovechando las aguadas y la pastura de sus excelentes campos. En vista de ese panorama y las auspiciosas posibilidades que la zona ofrecía, Uriburu consideró a “Malbarco”, como la mejor tierra que había hallado y de inmediato resolvió crear una colonia con el nombre de “Roblecillos”, con el que afirmaba la causa de la civilización y daba sentido de soberanía a una población en ese apartado rincón de la Patagonia.

Es por ello que el 28 de julio de 1879, nombró Comisario de Campaña, con autoridad absoluta a Benjamín Belmonte. Esta persona quedó a cargo del servicio, con escasas armas y algunos soldados, investido de plena autoridad para que administrara e impusiera las leyes del país.

La Colonia no tuvo problemas en sus comienzos pero cuando se alejaron las tropas del Ejército, comenzaron los peligros por el asedio y los continuos ataques indígenas hostiles y muchas veces con la participación de blancos que sacaban buen provecho de la situación.

En este contexto, Belmonte organizó la Guardia Nacional con las pocas armas que contaba y con algunos voluntarios. A fuerza de coraje rechazó repetidas invasiones y libró duros combates. De esta forma, procuró establecer el orden y brindar la seguridad que requerían los habitantes, abarcando la región de Cayanta, Guañacos y Varvarco (hoy jurisdicción del Departamento Minas).

En esa zona, a duras penas, administró justicia criolla. Pero un día, cuando constató un contrabando de ganado a Chile por un paso no habilitado, su acción fue violentamente resistida por uno de los contrabandistas, a quién dio muerte. Días mas tarde la muerte fue vengada por familiares del cuatrero muerto, quienes aguardaron a Belmonte emboscándole y desde atrás le propinaron un golpe en la cabeza con una barreta. Falleció casi en el acto.

Así murió en el año 1882, el primer Comisario que tuvo Neuquén y también el primer hombre civil que ejerció funciones de autoridad nacional con plenitud de poderes.

Hoy, en el Destacamento Policial de Varvarco-Invernada Vieja un monolito y una calle en la ciudad de Neuquén, honran su memoria y sacrificio.