abril 7, 2010
Hoy se realizó en la Legislatura una charla sobre Medidas preventivas y estado de situación de las represas. Autoridades de la seguridad de presas de la región Comahue afirmaron que las estructuras de las hidroeléctricas de la zona están preparadas para resistir terremotos de gran intensidad.
Durante la jornada de este miércoles 7 de abril en la comisión de Medio Ambiente se desarrolló una charla sobre Medidas preventivas y estado de situación de las represas. Concurrió el secretario de Estado de Seguridad, Guillermo Pellini y el representante por Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag.
En la ocasión, autoridades de seguridad de presas de la región Comahue afirmaron que las estructuras de las hidroeléctricas de la zona están preparadas para resistir terremotos de gran intensidad. Y que no sufrieron daño por el sismo de 8,8 de la escala Richter que se produjo en el país trasandino, el pasado 27 de febrero.
Elías Sapag destacó que en la región hay más probabilidades de riesgos hidrológicos que sismológicos. Recordó la necesidad de regular las crecidas del río Neuquén con la construcción de Chihuidos I.
En la charla, Ricardo Giuliani, director del Organismo Regulador de Seguridad de Presas del Comahue (ORSE), al explicar las probabilidades de riesgo en la zona, afirmó que “no hay fallas activas en el Comahue” y que las presas están preparadas para resistir grandes sismos. Disipó cualquier tipo planteo con relación a la seguridad de las mismas y añadió que están “impecables”.
Advirtió que Chile se encuentra en el denominado “cinturón de fuego”, desplazamiento que se origina por fuertes choque de placas internas que afectan la corteza terrestre. Informó que el último sismo se originó a una profundidad de 50 kilómetros, con una extensión de 600 kilómetros de distancia.
Para ejemplificar el bajo impacto en la zona, aseguró que ninguno de los 2 mil instrumentos de medición instalados en la represa de Alicurá registró el terremoto. Agregó que los sismocopios y acelerómetros de Piedra del Águila sólo obtuvieron un movimiento de dos milímetros en el sector de rocas. Explicó que por ley las empresas concesionarias deben realizar inspecciones de parte de la Orsep, y recibir la auditoria de un panel de expertos reconocidos internacionalmente.
En el plano hídrico, Elías Sapag explicó que la construcción de Chihuidos I permitirá regular el caudal del río Neuquén aguas arriba y darle capacidad de manejo “sin rotura” a la obra de Portezuelo Grande. Aseguró que hoy Portezuelo es la única represa que regula las crecidas del Neuquén y protege a la población aguas abajo. Advirtió que cuando se proyectó Portezuelo la Creciente Máxima Probable (CMP) fue estimada en 11.400 m3/seg, cifra que a partir de nuevas mediciones se recalculó a 25 mil m3/seg. Al respecto, especificó que Chihuidos I soportará crecidas de dicha envergadura y no dejará pasar más de 11,500 m3/seg para proteger la estructura de Portezuelo.
Ricardo Cazeneuve, vicepresidente del Emhidro S.E.P, Emprendimientos Hidroeléctricos Sociedad del Estado Provincial del Neuquén, mostró un esquema de diseño hídrico para Portezuelo Grande y El Chañar. Y mencionó que Chihuidos I forma parte de un programa nacional que comprende la construcción de cinco grandes represas para cambiar la matriz energética.
Por su parte, Jorge Fouga, de la AIC, explicó el sistema de emergencias hídricas y señaló que la AIC entrega anualmente a cada una de las localidades aguas abajo un plan de contingencias y una guía de procedimiento destinada al responsable municipal de Defensa Civil. Indicó que cada municipio debe desarrollar su propio plan de emergencia.
De la reunión participaron los diputados Graciela Muñiz Saavedra, José Russo, Ariel Sandoval, Carlos González, Aramid Monsalve, Amalia Jara, Ariel Kogan, Gastón Contardi, Daniel Baum, Alejandro Calderón, Hugo Goncalves, Soledad Martínez y Horacio Rachid.