El ministerio de Salud y Desarrollo Social informó que en los Centros de Prevención, Asesoramiento y Testeo (CePAT), que funcionan en el hospital Castro Rendón y en el Centro Salud Sapere, se realiza el test rápido, gratuito y confidencial de VIH. Asimismo, recuerda que todos los establecimientos de salud pública de la provincia del Neuquén cuentan con profesionales capacitados para orientar y brindar la información relacionada con la prevención de VIH–SIDA y las infecciones de transmisión sexual.
Con motivo de conmemorarse el 27 de junio el Día de la Promoción de la Prueba del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), desde Salud se hace un llamado a la población para que se realice el estudio gratuito que detecta la presencia del virus. Esta jornada es adoptada por diferentes países como referencia para la promoción específica del test de VIH más allá del reconocido Día Mundial del Sida que se conmemora todos los 1 de diciembre.
El test de VIH se realiza en todos los hospitales públicos de salud de la provincia, mientras que hace unos años se realizan los test rápidos en los CePAT. En el hospital Castro Rendón se realiza los miércoles, de 14 a 15.30, en el consultorio 21; mientras que en el Centro de Salud Sapere, se hace los jueves de 11 a 13.
Mónica Figueroa -médica general, parte del equipo interdisciplinario de VIH-SIDA e impulsora de los CePAT- explicó que estos espacios “tienen como objetivo primario el testeo, pero es mucho más que eso. Lo rico es escuchar, ver qué saben, qué conocen, observar la representación social que tiene el barrio de las enfermedades de trasmisión sexual y empezar a cambiar conceptos”.
“Acá no nos importa el tiempo de consulta, no queremos cantidad, sino que el encuentro sea efectivo, que el vecino se vaya con conocimiento e información y sea multiplicador. Se habla de autocuidado, planificación familiar, Papanicolaou; se hace atención primaria de la salud en estos dispositivos”, detalla la médica que desarrolla su trabajo en el Centro de Salud Sapere.
De acuerdo con el registro de los últimos seis meses, se realizaron aproximadamente cuatro test por cada jueves. Se detectó que más del 50 por ciento de las personas que se realizaron el testeo no utiliza preservativo; y que se trató de una población en su mayoría adulta joven y adultos mayores.
Otro dato relevante es que la mayoría de los que concurren saben de la existencia del VIH, pero no de las demás enfermedades de trasmisión sexual. “Hay un alto porcentaje que desconoce la existencia de la Hepatitis B, que se transmite por vía sexual y que hay vacunas para prevenirla”, expresa Figueroa.
Un día en el CePAT de Sapere
Todo comienza en la sala de espera. Mónica sale al pasillo y dice: “Acá en el centro ofrecemos el test de VIH, es voluntario y confidencial”. Algunas personas no prestan interés, otras sí. “Entonces me siento a su lado y entablo con ellos una charla informal y amigable”, relata Figueroa. Agrega: “Les cuento qué es el VIH, cómo es el análisis y la importancia de que se lo haga, además les comento que se lo pueden hacer en el centro de salud y que en media hora tienen los resultados”. De esta forma, en una charla la persona elige saber, se evitan muchas idas y vueltas, se evacuan dudas, se reduce la incertidumbre, se ahorra tiempo y se multiplican los beneficios.
Una vez que la persona accede a realizarse el test pasa a un consultorio donde se le brinda información a través de diversos materiales gráficos. “Trabajamos mucho con la familia, por eso es muy importante escuchar lo que ellos saben de las enfermedades de transmisión sexual; y nos damos cuenta de que la gente está muy desinformada y hay mucho desconocimiento”, revela la profesional.
Se completa un formulario especial, donde la persona autoriza el análisis. Una vez que lo firma y acepta, se dirige al laboratorio donde se le hace la extracción de sangre y se realiza el test. Se coloca una gota de sangre en el reactivo, se deja reposar unos 15 minutos y allí se puede ver el resultado.
Cuando el equipo tiene el resultado, la persona vuelve a ingresar al consultorio y se realiza el post-test, que es una instancia en la que se entrega el análisis con toda la información correspondiente. Se pueden presentar dos situaciones: si el resultado es positivo significa que esa persona está infectada, por lo que se la cita nuevamente para que se realice otro análisis de confirmación. En estos casos, la persona luego de dialogar con el personal especializado y capacitado, se va con la información necesaria, su análisis y queda en contacto con los profesionales para continuar controlándose. Una vez con el diagnóstico se comienza con el tratamiento. Si es negativo, se brinda información relacionada con la prevención de VIH e infecciones de transmisión sexual.
La importancia de realizarse el testeo es la detección temprana, ya que una vez que se diagnostica la enfermedad la persona puede comenzar con el tratamiento. Esto aumenta las posibilidades de bajar la carga viral (es decir la cantidad de virus que hay en el organismo) y de esta manera se reduce la transmisión. En la actualidad, la medicación es altamente efectiva y permite que la enfermedad sea una infección crónica. Además, el VIH puede llegar a tardar muchos años en presentar síntomas. Por eso, la única manera de saberlo es haciéndose el test.
Es recomendable hacer el test si la persona no va seguido al hospital o al centro de salud, mantiene relaciones sexuales, si va a ser papá o mamá, si hace mucho no se hace un test de VIH; o si nunca se lo hizo.
90-90-90
Las metas propuestas para el 2020 por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSIDA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para promocionar el testeo universal a todas las personas y mejorar el acceso al tratamiento es la estrategia 90-90-90.
La meta se basa en conseguir que un 90 por ciento de personas que vive con VIH conozca su diagnóstico, que un 90 por ciento de quienes conozcan su diagnóstico puedan acceder al tratamiento antirretrovírico; y que un 90 por ciento de los pacientes en tratamiento posea un nivel de carga vírica indetectable.