junio 2, 2009
Desde la subsecretaría de Salud recordaron que la Sabin Oral se debe aplicar a los 2, 4, y 6 meses de vida, con un primer refuerzo a los 18 meses y otro entre los 5 y 6 años.
Con motivo del caso de poliomielitis sabin derivado que afectó a un bebé en la provincia de San Luis, la referente de Inmunizaciones de la subsecretaría de Salud, Irene Wietig, recomendó a los padres y tutores que pongan especial cuidado en completar el calendario de vacunación para que la inmunización sea eficiente, y también recordó la importancia de la adopción de conductas higiénicas en niños y adultos.
Recordó que no es necesario que exista una orden médica específica para aplicar las vacunas del calendario, ya que la cobertura sanitaria está garantizada por el sistema de salud pública y su aplicación es gratuita en todos los centros de salud de la provincia. Al momento de nacer, se aplica la vacuna contra la hepatitis B y la BCG, “de modo que las madres deben controlar esto antes que se anuncie el alta de la maternidad”, señaló Wietig.
De acuerdo al calendario sanitario, la vacuna Sabin Oral se debe aplicar a los 2, 4, y 6 meses de vida, el primer refuerzo se realiza a los 18 meses y el segundo entre los 5 y 6 años. Hasta el mes próximo, se aplicará una vacuna cuádruple que inmuniza contra la haemophilus influenzae tipo b, la pertusis, la difteria y el tétanos, explicó Wietig e informó que esta vacuna se convertirá en pentavalente al incluir la defensa contra la hepatitis B, “que hasta el momento se aplicaba de forma individual”.
Cien por ciento en cobertura de vacunas en bebés de hasta seis meses
Según el registro de la subsecretaría de Salud, en el 2000 había una cobertura del 99 por ciento en las vacunas que se aplican hasta los 6 meses; en tanto que las que se colocan a los 18 meses cubrían un 88 por ciento de la población y las cifras alcanzaban un 46 por ciento en las inmunizaciones que corresponden a los 6 años.
En el 2008 se incrementó a un 100 por ciento la cobertura de las vacunas que se aplican hasta los 6 meses; y a un 96 por ciento las que se indican hasta los 18 meses “pero se presentaron niveles más bajos en la dosis de los 6 años con un nivel del 80 por ciento”. La meta nacional establecida para garantizar inmunidad recomienda una cobertura del 95 por ciento de la población.
El menor nivel de inmunización en la población escolar “obedece a una serie de mitos, creencias y contraindicaciones que circulan en la sociedad y que se exponen como excusas para evitar las vacunas”, comentó Wietig y agregó que “es muy importante respetar el calendario de salud y no retrasar los esquemas fijados”.
Además de mantener el calendario de vacunas actualizado, se recomienda efectuar un correcto lavado de manos y mantener la higiene en el hogar “porque la poliomielitis se transmite vía oral fecal y por las vías respiratorias, al igual que todas las enfermedades infecciosas”.
La subsecretaría de Salud realiza diversas campañas, “por lo que las vacunaciones se realizan durante todo el año a través del programa Regular, el control del menor, en los centros de salud, a las embarazadas, a los adultos y en las escuelas, entre otros”.
Control de poliomielitis
El caso de poliomielitis sabin derivado se presentó en un bebé de un año y tres meses del departamento de Villa Mercedes en la provincia de San Luis. Según las autoridades sanitarias, el contagio se pudo haber producido por el consumo de agua contaminada o por la presencia del virus en heces humanas. En esa zona, “la cobertura de la vacuna sabin es baja y para erradicar el virus, se recomienda que alcance al 95 por ciento de la población”.
Wietig explicó que la vacuna sabin es activada, “se aplican virus vivos atenuados que luego son eliminados por la materia fecal, de modo que en poblaciones donde no hay buena eliminación de excretas, el virus puede circular por el medio ambiente con facilidad”. Para que los gérmenes no adquieran virulencia es necesario incrementar los niveles de cobertura a fin de inmunizar a la población.
La poliomielitis salvaje fue erradicada en Argentina en 1984, por ese motivo es que ante la aparición de casos sospechosos, los organismos sanitarios tienen la obligación de elevar la denuncia a la cartera de Salud de la Nación mediante el Programa de Vigilancia de las Parálisis Fláccidas Agudas (PFA).
A fin de controlar la enfermedad, se dispone un equipo sanitario “que vigila al enfermo y a la familia”, expresó. El año pasado se registraron en la provincia diez casos sospechosos “que se mantienen en vigilancia hasta que se obtiene el resultado negativo de poliomielitis”.
Según los datos incluidos en el registro del área de inmunizaciones, en el 2007 hay seis casos sospechosos; durante los años 2006 y 2005 hubo cuatro casos; en el 2004, ocho; en el 2003, cinco; en 2002 hubo seis; en el 2001, tres y en el 2000 se notificaron 7 sospechas. Los resultados de estos análisis “permitieron saber que en el 80 por ciento de los casos se trató de botulismo del lactante que también provoca parálisis flácida en el paciente”.