Neuquén tiene el índice de mortalidad infantil más bajo de su historia

Neuquén tiene el índice de mortalidad infantil más bajo de su historia

febrero 12, 2009

En Neuquén la cifra es de 6,7 por mil. Es la más baja en la historia de la provincia y se encontraría por debajo de la media nacional.    

Desde la dirección general de Información, perteneciente a la subsecretaría de Salud, se informó de la disminución de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) y el aumento del índice de natalidad provincial.

Explicaron que la TMI relaciona las defunciones de menores de un año acaecidas durante un año y el número de nacidos vivos registrados en el transcurso del mismo año. Se calcula dividiendo las defunciones infantiles ocurridas en Neuquén, (cuyas madres tienen residencia en la provincia), sobre los nacidos vivos de madres neuquinas.

Las estadísticas demuestran que en el año 2008, la provincia registró 79 defunciones infantiles, de las cuales 75 correspondieron a madres neuquinas residentes en la provincia, siendo las otras cuatro de madres neuquinas residentes en la provincia de Río Negro (2), y de la Pampa (2).

Por otro lado, exponen que en la provincia hubo 11.331 nacidos vivos, de los cuales 11.200 corresponden a madres residentes. Estos datos nos permiten calcular la TMI del  2008, obteniendo el índice más bajo en la historia de la provincia que es 6,7 por mil.

En el año 2007, el índice fue de 8,6 por ciento, lo que indica que la provincia, desde el año 2005 (TMI 8,9 por ciento), logró gracias al esfuerzo de años de su sistema provincial de Salud continuar descendiendo la tasa de mortalidad infantil. Es importante resaltar que la mortalidad neonatal (ocurrida en el transcurso de los primeros 27 días de vida) en el subsector privado y de obras sociales experimentó un fuerte descenso en 2007 y 2008.

El desafío para el futuro es sumar a los planes provinciales de Maternidad e Infancia, el esfuerzo que realiza la Nación con el Plan Nacer, de Procreación Responsable, entre otros. De esta forma, con el esfuerzo mancomunado de provincia y nación, continuar mejorando en el primer nivel de atención sin dejar de apoyar los otros niveles.

Conceptos e indicadores

La mortalidad infantil comprende la defunción de menores de un año. Se llama mortalidad neonatal a la ocurrida en el transcurso de los primeros 27 días de vida y la expresión mortalidad postneonatal designa la ocurrida desde el fin del período neonatal hasta la edad de un año.

En el estudio de la mortalidad infantil se debe tener en cuenta un conjunto de factores que influyen y determinan el nivel de la misma. Estos son los factores biológicos, demo-gráficos, socio-económicos, culturales, ambientales, de atención de la salud y geográficos.

La tasa de mortalidad infantil relaciona las defunciones de menores de un año acaecidas durante un año y el número de nacidos vivos registrados en el transcurso del mismo año. Es considerada como uno de los indicadores más importantes para la planificación y programación de actividades en salud y, debido a su especial utilidad, es necesario calcular e interpretar correctamente sus valores. Probablemente los errores más graves son los que provienen de una incorrecta aplicación de la definición del hecho y de la inscripción del mismo. Existe una tendencia a inscribir como defunciones fetales a los niños que, aún habiendo nacido vivos, mueren inmediatamente. O sea que podría haber una subinscripción de nacidos vivos y también de las defunciones infantiles, situación que influye en el cálculo de las tasas de mortalidad infantil. Otro factor a considerar es la omisión de registro del nacimiento y la defunción.

El sistema provincial de Salud, con sus 40 años de existencia, muestra objetivamente que el camino trazado en sus comienzos, con esfuerzo, continuidad y decisión da los resultados esperados, brindando a todos los habitantes de la provincia equidad y excelencia en la promoción, protección y atención de la salud en todos sus niveles. Sin el compromiso de todos sus agentes, desde los últimos rincones de la cordillera hasta la atención de su máxima complejidad, pasando por los periurbanos y áreas rurales, no sería posible obtener los resultados que hoy nos enorgullecen.