Mujeres Rurales: preseleccionaron proyectos del concurso de emprendimientos

El concurso de proyectos Mujeres Rurales, edición 2021 promovido por el Ministerio de Producción e Industria convocó 51 ideas-proyectos individuales y 14 ideas-proyectos asociativos. Los preseleccionados tendrán tiempo hasta el 30 de septiembre para completar sus trabajos y luego de esa etapa se seleccionará un proyecto asociativo y cinco individuales, además habrá un premio mención, pudiendo ser el mismo individual o asociativo.

El Ministerio de Producción e Industria convocó al concurso que incentivaba la presentación de iniciativas que tuvieran como protagonistas a mujeres rurales de la Provincia del Neuquén. “Esta iniciativa se enmarcó en otras propuestas paralelas pensadas camino al 15 de octubre, fecha en la que se celebra el día de la mujer rural y para la que preparan un evento”, explicó la Coordinadora del Ministerio y titular del Centro de Desarrollo Económico de la Mujer (CEDEM), Anabel Lucero Idizarri.

“Los proyectos postulantes debían orientarse a la puesta en marcha o fortalecimiento de emprendimientos productivos ya existentes (agropecuarios, artesanales, agroalimentarios) y podían presentarse de manera individual o conjunta, o formando una “alianza” con otras entidades, ONGs, empresas privadas (en caso de tratarse de una alianza comercial). En el caso de presentación en forma conjunta, debía incluir el fortalecimiento del grupo de productoras”, especificó.

El concurso consta de dos instancias, una primera de inscripción y descripción resumida del proyecto y una segunda de presentación del proyecto para quienes hayan superado esta primera etapa.

Proyectos preseleccionados

En cuanto a los de carácter asociativos se encuentra la organización de productoras y productores “Gente de la Tierra”, está integrada por familias rurales de Loncopué y parajes aledaños: Campana Mahuida, Cajón de Almaza, Mulichinco, Huarenchenque, Los Maitenes y Riscos Bayos; cuyas actividades predominantes son la agricultura y ganadería. En estas tareas, las mujeres se dedican principalmente a la horticultura, fruticultura, cultivo de hongos, y especies aromáticas y medicinales.

El destino de la producción es para autoconsumo y comercialización de excedentes, tanto en fresco y como con agregado de valor. Proyectan, en caso de salir ganadoras, aumentar la producción y mejorar la calidad de los productos con agregado de valor en frutas, hortalizas, aromáticas y medicinales, a través de equipos y herramientas que posibiliten un procesamiento más eficiente y adquirir una deshidratadora para frutas y hierbas, herramientas para facilitar la limpieza de hierbas, utensilios para la elaboración de dulces, y materiales para la elaboración de plantines.

En tanto, la agrupación Funtu, de Ruca Choroi – Aluminé que elabora productos artesanales y alfajores con harina de piñon, proyecta lograr mayor productividad a partir de la compra de herramientas, utensilios, insumos, y poder llegar a más clientes.

En tanto, Quimey Mapu de Lonco Luan, un grupo de artesanas y artesanos de la comunidad mapuche Catalán del departamento Aluminé, ubicada a la orilla del río del mismo nombre, busca acondicionar un espacio físico donde puedan vender sus tejidos y productos elaborados en madera y habilitar un taller con herramientas para la realización de artesanías.

En cuanto a los proyectos individuales, quedó preseleccionada Lucia del Carmen Guerreo del paraje Paila Leche, ubicado dentro del departamento minas, a unos 30 kilómetros de Andacollo, quien busca la compra de una ordeñadora y de moldes para quesos, para darle cuerpo a su emprendimiento “Productos artesanales Paila Leche”. Ella elabora quesos artesanales de chivas.

También quedó preseleccionada Valeria Molina de Traful, quien contó que “nuestro emprendimiento familiar consiste en criar pollos parrilleros para consumo y venta y de gallinas ponedoras para consumo y venta de huevos”. Valeria busca la construcción de amplios y cómodos gallineros, instalación de agua, comederos y paneles solares para la iluminación de los pollos y mejorar así su desarrollo.

Norma Sánchez, de Añelo, tiene la “Eco-granja de Añelo”, donde produce pollos parrilleros y huevos caseros. Quedó preseleccionada y busca la compra de materiales para la ampliación del galpón (chapas, tejidos, lámparas especiales, bebederos, comederos, ladrillos, postes, alambres, claves, cemento, lona).

Maria Nora Villa Ortega, de Vista Alegre, explicó que su emprendimiento “consiste en la producción bajo invernadero de cultivos hortícolas como lechugas, rúculas, espinacas y albahacas entre otros”. Proyecta concretar la producción de hortalizas en sistema hidropónico, continuar con la producción bajo invernadero sobre un soporte que no sea el suelo sino el agua.

“Durante muchos años trabajé bajo este sistema, pero con la edad que tengo cada día me cuesta más realizar las tareas que implican la preparación de la tierra y los cuidados del cultivos. Con este nuevo sistema de producción no solo voy a obtener productos de mejor calidad visual sino también al comercializar con su raíz cada planta, la vida post cosecha va aumentar significativamente. Con el sistema hidropónico no necesito realizar movimiento de suelo con tractor ni asadas, desmalezar, ralear, regar etc. Este proyecto me va a permitir aumentar la productividad por unidad de superficie, aumentar los ciclos de producción en el año, pero principalmente me va a permitir mejorar mi calidad de vida”, agregó.

Maria Cecilia Kilapi, de la Comunidad Kilapi, tiene el emprendimiento denominado “Ruca Meli Che” mediante el que realiza la elaboración de prendas 100 por ciento artesanales desde el hilado hasta la finalización del producto. “Comenzamos con el hilado hasta llegar al telar. Se realizan ponchos, morrales, fajas, chrarilonco, peleros, mantras, caminos, cintos y artículos decorativos”, contó.

Con su proyecto busca mejorar las herramientas, “me gustaría comprar otra rueca para hilar más grueso, ya que esta herramienta me ayuda mejorar mi postura corporal. Esto me ayudaría a agilizar y aumentar la producción para desarrollar nuevos productos y poder llegar a diferentes lugares”, dijo.

Inés Barbagelata, de Villa La Angostura, se dedica a la cría ovina y de corderos para vender en el mercado local. Busca mejorar las instalaciones con las que cuenta, un cierre interno de alambre tejido y el techado de un galpón multipropósito que contempla acopio de forraje en la parte alta y resguardo de las ovejas en invierno en la parte baja.

Abril Candela Coscarelli, de Caviahue, elabora dulces y licores agroecológicos y artesanales. “Nuestra chacra es de una hectárea y se encuentra en zona rural a 25 kilómetros de Loncopué y 35 de Caviahue. Dentro de la producción agrícola realizamos huerta, producción de frutales (10 manzanos, 5 membrillos, 3 guindos) y fruta fina (200 grosellas, 400 frutillas, 10 frambuesas)”, especificó.

Con este proyecto busca aumentar la producción y diversidad de dulces y licores, siendo necesario recuperar las plantas existentes, aumentar la variedad de especies plantadas y mejorar el sistema de riego y el abonado. También es necesaria la adquisición de herramientas de trabajo para la huerta, plantines y manguera de riego. Además, construir una sala de elaboración de dulces y licores y equipar la cocina.

Mónica Jorquera, de Varvarco, se dedica a la elaboración de ñaco (producción y comercialización). “Considerando que llevo varios años con este pequeño emprendimiento familiar, de producción y venta de ñaco artesanal, y teniendo en cuenta la demanda comercial que he tenido en estos últimos años, pienso en poder aumentar la producción y venta de mi producto”, señaló.  Su deseo es comprar un molinillo eléctrico. También, la construcción de un local, “que me permita continuar con esta actividad de una forma más cómoda, con un espacio donde poder exhibir y vender a la comunidad y turistas que nos visiten”, explicó.

Sandra Patricia Zapata, de El Huecú, con el proyecto “De La huerta a nuestro hogar” dedicado a la deshidratación de verduras de su invernadero y secado de aromáticas para sales saborizadas, busca contar con mejores herramientas, aumentar la producción, o desarrollar nuevos productos derivados. Proyecta llegar a más clientes, nuevos mercados, locales, y ciudades.

Johana Helldress, del paraje La Salada-Chos Malal, quedó preseleccionada con el proyecto “Trenzando sueños con tientos” y explicó que realiza “tejidos con tientos y cuero crudo. Hago cintos, materos, billeteras, llaveros, fundas de cuchillos, entre otros. Me gustaría disponer de un stock de materia prima que me permita tener productos para la venta (actualmente solo hago por pedido)”. Busca por tanto adquirir herramientas necesarias para desarrollar mejor la actividad y con más prolijidad.

Susana Puel, de Villa Pehuenia- Moquehue, con el emprendimiento “Epu Swomo Kusaw” (trabajo de dos mujeres), contó que “buscamos revalorizar los tejidos ancestrales mapuche, tales como telares. Esto representa nuestras raíces, y buscamos mantener la cultura del tejido viva”. Persigue la adquisición de una máquina cardadora e hiladora para mejorar la calidad del producto, reducir el tiempo de producción, y mejorar la productividad del emprendimiento.