“No somos solo tejedoras; somos un grupo de mujeres que nos podemos acompañar y contener en los momentos complicados que nos presenta la vida”. La frase de Marta Pucheta, coordinadora del Grupo Tejiendo Sueños de Villa El Chocón, resume el espíritu que motoriza a un equipo que no para de tejer historias en tierra de dinosaurios.
Son 12 mujeres las que se encuentran desde hace tres años a tejer en la Casa de la Mujer. Allí durante tres horas y dos veces por semana entrelazan tejidos, historias y les dan forma a sus sueños. “Todo surgió en 2016 cuando decidimos hacer escarapelas de lana para un 25 de mayo. A partir de ese momento pensamos en juntarnos para tejer y seguimos hasta ahora”, contó.
“Me encanta porque es un grupo heterogéneo donde hay mujeres que no pudieron ir a la escuela con otras que tienen un título de posgrado. Se rescata el saber de todas. Nadie es más que nadie en este lugar”, remarcó, por su parte, Mirta Palandri, integrante de Tejiendo Sueños.
En principio las producciones que hacían “se quedaban en casa”. Sin embargo, con el tiempo el grupo creció y empezó a ampliar sus horizontes. “Estamos pensando hacer un encuentro de mujeres tejedoras de toda la provincia para noviembre”, adelantó Pucheta.
Para llevar adelante su idea necesitan fondos y es por eso que comenzarán a vender sus productos en distintas ferias regionales. A partir de esta premisa y por un vínculo previo con la subsecretaría de las Mujeres de la provincia establecido a partir del programa “Mujeres que se Encuentran”, es que la subsecretaria Patricia Maistegui tuvo la iniciativa de llevarles insumos para que puedan continuar con el emprendimiento.
“Esta lana nos viene bien para incrementar nuestra producción y salir a venderla para recaudar fondos que nos permitan participar de otras actividades”, expresó Pucheta.
“Estamos muy contentas con la donación. Nunca una institución se acercó para ver qué hacemos o darnos una mano”, señaló Palandri, quien además de ser parte del Grupo es la fundadora del Museo del Botón en Villa El Chocón.
Manos que hablan
A pesar de que la convocatoria es abierta para todas las personas, son sólo mujeres las que participan cada martes y jueves de 15 a 18. “Nos cuesta traer a hombres, que se prendan a tejer”, expresó Pucheta dando cuenta de la resistencia de los varones para hacer una tarea que históricamente fue asignada a las mujeres.
Se trata de mujeres que en algunos casos fueron parte de la rica historia de la Villa a partir de la construcción de la hidroeléctrica y el recordado “Choconazo” y que el presente las une a través del tejido y los avatares de sus vidas.
“Hemos pasado por momentos muy duros. Hay compañeras que han perdido a sus maridos. Es una situación muy complicada para mujeres que ya son grandes y que acá han encontrado un apoyo”, señaló Pucheta.
“Es un momento traumático para la vida de cualquier persona y el Grupo ha servido para poder contenernos. Hay compañeras que la han pasado muy mal”, remarcó Palandri.
Son mujeres que con la palabra comparten sus vidas y que con sus manos crean sueños para seguir tejiendo la historia de un pueblo y la provincia.