Monumento a José de San Martín y el monolito fundacional

Monumento a José de San Martín y el monolito fundacional

septiembre 11, 2008

Los íconos urbanos de la ciudad capital de la provincia atesoran su propia historia. Cómo reprodujeron los diarios del siglo pasado la instalación de estos monumentos. Monumento a José de San Martín y el monolito fundacional.

El monumento al general José de San Martín fue inaugurado el 12 de setiembre de 1954, como parte de los festejos por el cincuentenario de la ciudad de Neuquén. Según el periódico Opinión Pública que circuló días después, más de 15 mil personas asistieron a la entrega, recepción, bendición e inauguración del monumento ecuestre, “en acto de brillantez sin precedentes en la ciudad”.

Por otra parte, la publicación La Provincia, destacó que “el acto resultó un acontecimiento de alto vuelo popular, pues personas de todo el valle de Río Negro y del interior del territorio se dieron cita para presenciar ceremonia tan tocante, emotiva y trascendente, como lo es toda manifestación que ratifica la adhesión del pueblo a nuestro Libertador. Neuquén se vistió de fiesta, con sus mejores galas, pudiendo asegurar sin temor a equivocarnos que jamás hubo mayor cantidad de público como ese día, de auténtico júbilo popular”.

Los festejos se centralizaron al pie de la estatua, en la intersección de las calles Eva Perón -actual Avenida Argentina- y Presidente Roca. Luego de las entregas de las ofrendas florales y de la bendición, a cargo del obispo de Mendoza y Neuquén, monseñor Alfonso María Butteler, pronunciaron sus discursos el secretario de la Gobernación y presidente de la comisión pro-monumento, Claudio Juan Robiglio; el presidente del Concejo Municipal, Eduardo A. Cortez Rearte; el comandante de la 6º división del Ejército, general Alejandro Falconier, y el gobernador del territorio, Pedro Luis Quarta.

En parte de su discurso, Robiglio manifestó: “Neuquén, en su día jubilar y por el anhelo de toda la población del territorio, tiene el bronce del héroe inmortal hijo de América, soldado eminente y gran señor. El arte lo ha cincelado señalando las altas cumbres que lo vieron pasar un día en procura de libertad para tierras de Chile y el Perú”.

Localización del monumento ecuestre

Según Opinión Pública, la ubicación de la estatua ecuestre fue tema de debate en la ciudad. Se tuvieron en cuenta las apreciaciones de vecinos de la localidad y del interior y no hubo barrio, calle y espacio público que no haya sido examinado para tal fin.

“Luego de meduloso análisis, y de no menos reuniones de la Comisión Ejecutiva de Homenajes al Libertador General San Martín, se llegó a decidir por el mismo lugar que actualmente ocupa antiquísimo edificio de la Municipalidad de la ciudad, previo desplazamiento del mismo a terrenos previstos a tal objeto”, indica la publicación del 15 de julio de 1950.

Finalmente, el monumento al general José de San Martín fue emplazado en donde estuvo ubicado el monolito fundacional; este último fue reubicado enfrente, ocupando el espacio logrado por el desarme del chateaux gris.

Chateaux gris y monolito fundacional

El edificio municipal al que se hace alusión fue la antigua casa de madera conocida como chateaux gris o chalet gris. Esta casa fue inaugurada por el gobernador Carlos Bouquet Roldán, luego del cambio de capitalidad desde la ciudad de Chos Malal hacia la Confluencia, y se constituyó en la primera sede de la Gobernación del Neuquén. Su inauguración oficial coincide con la de la capitalidad de Neuquén: el 12 de setiembre de 1904

Fue adquirida a la firma John Wright, y las 100 mil toneladas de madera que lo constituían fueron transportadas, sin cargo, por Ferrocarriles del Sur. Estaba ubicada en la intersección de la Avenida Argentina y la calle Roca, sobre la plazoleta donde actualmente se encuentra el monolito fundacional, frente al actual edificio municipal.

Desde su inauguración y hasta 1950, el edificio funcionó, en varios períodos, como Juzgado de Paz, Jefatura de Policía y sede del municipio de Neuquén. Información de Opinión Pública consigna que el 11 de julio de 1950 se inició el desarme y traslado de la antigua sede municipal hacia “un lugar a designar”, para que funcione como Museo Regional (la edificación de madera había sido declarada Monumento Histórico).

Tras su demolición, parte de su estructura fue utilizada para anexarla al viejo edificio de la escuela Nº2.

El monolito fundacional, en tanto, se erigió en conmemoración del acto de designación de Neuquén como capital del Territorio Nacional.

Material del Museo de la Ciudad Paraje Confluencia indica que el 12 de septiembre de 1904 una comisión integrada por vecinos recibió a una delegación encabezada por el ministro del Interior, Joaquín V. González -en representación del Ejecutivo Nacional- y el gobernador de Río Negro, Eugenio José Tello. Ese mismo día se labró el acta fundacional de la nueva capital y se colocó el monolito como piedra fundamental.

En 1954, con motivo de celebrar los 50 años de la capitalidad, se erige la estatua del general José de San Martín en el lugar del monolito, y la pirámide se traslada a la plazoleta que antes albergaba al chateaux gris.

Cuando se movió la pirámide para su traslado, se encontró en el interior de su basamento una caja de madera con restos de papeles que sólo tenían legible el membrete “Gobernación del Neuquén”, habiendo desaparecido por la humedad el resto de la escritura; también se encontraron algunas monedas de la época. Siempre se consideró que la caja había contenido el Acta de Fundación de la Capitalidad de Neuquén.

Hábitos de consumo y vida cotidiana

Respecto a las formas de aprovisionamiento de los habitantes de la zona de la confluencia dice el diario “Neuquén” que Chile “nos provee de todos los elementos necesarios para la vida ordinaria, desde el calzado y los vestidos hasta el vino que se toma; todo es más barato que en pueblo de Roca que se provee de Patagones”.

Una parte importante de la dieta la constituían productos alimentarios típicos de los sectores populares chilenos como el cochayuyo (alga disecada que reemplazaba la carne en las comidas guisadas), mote, ñaco, latas de choros (mariscos del océano Pacífico) y chícaros (porotos de consumo muy difundido). La dieta básica de los trabajadores rurales consistía en la mayoría de los casos de sopas, guisos, cazuelas y en ocasiones el pastel de choclo.

En la ciudad, el agua de pozo estaba contaminada por la filtración de los pozos ciegos. Esto originaba enfermedades y epidemias, además de ser ligeramente salobre. Debido a estos inconvenientes, el municipio estableció un servicio de agua a domicilio que se cumplimentaba con un carro aguatero que se proveía de las aguas del río Limay.

La ciudad de Neuquén tomó su nombre de la estación de trenes. A la fecha de su fundación, contaba con una población dispersa de 420 habitantes, aproximadamente, en su mayoría extranjeros y varones.

Bibliografía

Sistema Provincial de Archivos

Archivo histórico municipal

Periódico Opinión Pública del 15 de julio de 1950 y del 18 de septiembre de 1954

Guión para la sala Pedro Linares, del Museo de la Ciudad Paraje Confluencia