Los grupos espeleológicos ya pueden anotarse en el Registro Provincial

Los grupos espeleológicos ya pueden anotarse en el Registro Provincial

junio 8, 2009

La subsecretaría de Cultura informó que a partir de disposiciones de este año las personas jurídicas estarán habilitadas para formar parte del registro de actividades espeleológicas, lo que permitirá aplicar en su totalidad la ley 2.213, del ‘Régimen de Promoción, Protección y Conservación de la Espeleología’.

Los grupos espeleológicos ya pueden anotarse en el Registro Provincial.

La subsecretaría de Cultura informa que se encuentra abierta la inscripción en el Registro Provincial de Actividades Espeleológicas creado por las disposiciones 028/09 y 031/09, refrendadas por el subsecretario del área, Sebastián Sánchez.

Este registro incorporará en el listado de autorizados a los grupos espeleológicos, dado que se deroga la disposición 033/03 que únicamente permitía la inscripción de personas físicas.Estas disposiciones permiten el cumplimiento efectivo de la Ley Nº 2.213, sobre ‘Régimen de Promoción, Protección y Conservación de la Espeleología’ porque incorpora en el registro de autorizados a los grupos espeleológicos como tales y permite el incremento de la actividad a partir de un plan estratégico consensuado con la comunidad espeleológica de la provincia.

Para esto se reglamentaron los requisitos para integrar el nuevo registro y las responsabilidades, competencias y mutuas correspondencias con la autoridad de aplicación.

Nuevos proyectos

Este paso legal permite afrontar numerosos proyectos en común entre la comunidad espeleológica de la provincia y el Estado provincial, porque implica la puesta en acción de una campaña de relevamiento de las cavidades en 2009-2010, tanto para conocer el grado de depredación sufrido como para impulsar el diseño de proyectos de investigación, topografía, e impacto ambiental que permitirán incrementar el conocimiento sobre el patrimonio natural-científico de la provincia.

En la agenda de gestión de la subsecretaría se encuentra el trabajo en conjunto con Áreas Protegidas en relación con el sistema cavernario más importante del país, del Área Protegida Cuchillo Curá. Además, con los grupos de expertos se realizará un relevamiento intensivo para actualizar el Catastro Provincial de Cavidades; y como parte de las actividades por el Bicentenario, se confeccionará un nuevo Atlas de Cavidades del Neuquén y de los estudios e informes recabados por los grupos en años anteriores.

En la actualidad se estima que más de 115 cavernas, cuevas y chenques se encuentran en territorio de la provincia, y muchas no han sido exploradas ni topografiadas. Algunas de ellas poseen un valor científico inigualable por contener especies troglobias únicas adaptadas a su medio; otras poseen registros de presencia humana protohistórica, fósiles, y una abundante información de orden arqueológico, biológico, paleoclimático y geológico. Al valor científico se añade la posibilidad de su puesta en valor turístico en los casos que ameriten.

La aparición desde el ámbito privado de aficionados independientes y luego la formación de los primeros grupos espeleológicos facilitaron la labor del Estado en cuanto a su función de garante del patrimonio natural. Además, la contribución en lo referente a exploración, investigación, cuidado y guarda es insoslayable, ya que constituyen un interlocutor autorizado a la hora del diseño de políticas públicas en relación al área.

Impulso a la investigación

La Disposición Nº 022/01 prohibió el ingreso general al sistema cavernario de la provincia, tomando como causa principal el resguardo físico de las personas, luego de producirse un incidente relacionado con un desmoronamiento en la Cueva del León cercana a la localidad de Las Lajas.

Posteriormente, mediante Disposición Nº 033/03, se creó el Registro de Espeleólogos de la provincia, considerando Espeleólogo a las personas físicas pero no a las jurídicas que hayan presentado ciertos certificados, autorizando a ingresar únicamente a los espeleólogos registrados.

Desde el año 2003 hasta el corriente, las exigencias en la reglamentación permitieron sólo tener registradas a cinco personas y se mantuvo vigente la prohibición general de ingreso a los sistemas cavernarios.

Esto generó el cese brusco de la actividad y la interrupción de la investigación y exploración continua, que atentó principalmente contra la consolidación de los grupos y se produjo un desgranamiento paulatino de los mismos.

También se detectó un incremento del grado de depredación del patrimonio espeleológico por personas no autorizadas, mediante la destrucción y hurto de concreciones, con la consiguiente modificación del ambiente biótico en un espacio que no había sufrido modificaciones agresivas antinaturales durante miles de años. Con esta serie de disposiciones se inicia el marco legal para corregir el rumbo de la actividad.