Las mujeres sordas víctimas de violencia también pueden pedir ayuda a la Línea 148

¿Cómo hace una mujer sorda víctima de violencia que quiere comunicarse con la Línea 148? Esa pregunta fue el disparador del programa “Mujeres, ciudadanas autónomas”, que se llevó adelante desde el ministerio de Ciudadanía y cuyo cierre se realizó ayer con la entrega del material final a las mujeres que participaron de los cinco talleres.

A partir de este programa se estableció un mecanismo para aquellas mujeres sordas que quieran denunciar situaciones de violencia. En esos casos, las personas interesadas deben ponerse en contacto con la subsecretaría de Discapacidad para solicitar el servicio de intérprete de Lengua de Señas Argentina (LSA) y de inmediato dar a conocer la situación a la Línea a través de la intérprete.

El programa fue desarrollado de manera conjunta entre la Línea 148 y la subsecretaría de Discapacidad. El cierre se realizó ayer y contó con la participación de la ministra de Ciudadanía, Vanina Merlo; la subsecretaria de Discapacidad, Andrea Umanzor; y la coordinadora de la Línea 148, María Soledad Crespín.

“Hemos puesto a disposición de las mujeres sordas todos los equipos de trabajo del ministerio, en particular de la Línea 148 y de la subsecretaría de Discapacidad, que han logrado llevar adelante un trabajo de articulación que enriquece de manera infinita el programa”, sostuvo la ministra Merlo, quien felicitó a las integrantes de ambos equipos que llevaron adelante el programa.

“Para nosotros estos trabajos son esenciales y nos alienta ver a tantas mujeres jóvenes comprometidas con su comunidad”, agregó.

Para la subsecretaria de Discapacidad, Andrea Umanzor, “es fundamental el acompañamiento de este organismo, de la Línea y del ministerio de Ciudadanía para el empoderamiento de las mujeres sordas. Estamos a disposición con nuestro equipo de accesibilidad para quien lo requiera. Esto es el inicio de un proceso que queremos darle continuidad y potenciarlo en el interior de nuestra provincia”.

La coordinadora de la Línea 148, María Soledad Crespín, recordó que este programa “brinda herramientas para saber qué hacer en casos de que alguna integrante de la comunidad sorda sufre algún tipo de violencia”; y explicó que durante los talleres también se detallaron cuestiones conceptuales sobre qué es violencia, cuándo se sufren situaciones de violencia, entre otros aspectos.

Recordó también que el objetivo del proyecto fue delinear acciones inclusivas que permitan a la comunidad de mujeres sordas de la ciudad de Neuquén el acceso a la información sobre las violencias como problemática social y su modalidad de acompañamiento.

El taller surgió como una respuesta a la situación de revictimización que deben enfrentar aquellas mujeres sordas víctimas de violencia y que no pueden contar con la accesibilidad a su pedido de ayuda. Las mujeres sordas se encuentran diariamente con barreras de comunicación en su acceso a informarse o pedir ayuda en una sociedad que genera desigualdades, dejándolas en una posición de mayor vulnerabilidad frente a esta problemática de violencia.

Entendiendo lo fundamental que es la desnaturalización de las violencias y la apropiación de los derechos como ciudadanas es que se planteó la necesidad del trabajo integrado e interdisciplinario, basado en la aprehensión de los mismos con una perspectiva de género, en búsqueda de cambios culturales que conlleven el respeto hacia las mujeres y cuestionen el ejercicio de las violencias en los vínculos sexo-afectivos.

El programa fue desarrollado de manera conjunta entre la Línea 148 y la subsecretaría de Discapacidad.