La sorpresa, una herramienta educativa accesible para todos

Cuando la neurociencia va a la escuela. Un intento por zurcir las brechas científico-educativas, es el título de la charla que brindó ayer Fabricio Ballarini a docentes de Neuquén, convocado por la Secretaría del COPADE y el Ministerio de Educación en el marco de la Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación.

Ante más de 120 docentes de todos los niveles, el investigador asistente del CONICET se refirió a la importancia que tiene introducir la educación de las ciencias en el ámbito escolar desde una concepción distinta a la que ha primado durante todo este tiempo: Promover en los estudiantes la idea de que la verdad no es absoluta. “Eso, en educación es genial”, afirmó porque “al trasladarle a los chicos que lo mejor no es la respuesta sino hacerse la pregunta, se les abre la cabeza”.

Ese enfoque distinto tiene su base en su compromiso como investigador de generar conocimiento y pasarlo a otros, para que “el conocimiento llegue de manera directa a las aulas” y que “los docentes le comenten al científico cuáles son los intereses que tienen”. Al sumar los objetivos de unos y otros se llega a un punto de coincidencia que contribuye con el proceso de educación  y el sistema educativo en su conjunto, al brindar nuevas herramientas. También agregó que “la educación es lo único que nos altera el cerebro. Educar cambia las conexiones que hay en nuestro cerebro.”

Una de las cosas más importantes en este sentido es, según el experto, generarle al docente el pensamiento crítico. Muchas veces las cosas se toman del modo en que se dicen y no se pregunta el por qué. “Trasladarle esa pregunta al docente es darle una nueva labor”, opinó.

Ballarini es licenciado en ciencias biológicas y se vinculó con la educación a partir de su tesis doctoral. En la actualidad tiene un pos doctorado y es investigador asistente del CONICET en el laboratorio de Memoria del Instituto de Biología Celular Neurociencias “Dr. DeRobertis”.

Para doctorarse se interesó en averiguar cómo hace el cerebro para guardar cierta información y olvidar otra. El desafío –dijo- es tratar de encontrar ese mecanismo. “La vida de cualquiera de nosotros está ligada a recuerdos que nos conforman, nos representan y nos identifican. Si buscamos entre ellos y analizamos esas experiencias vividas quizás nos demos cuenta de una característica fundamental: Muchos de los eventos que recordamos con extremo detalle están asociados a situaciones novedosas, inesperadas”.

Por eso propuso a los docentes que colmaron el auditorio del Consejo Provincial de Educación que apelen a la sorpresa para generar el recuerdo en sus alumnos. “Sorprendiendo a los chicos brevemente, les consolidamos el recuerdo y es algo que se puede aplicar en el aula”.

De hecho, afirmó que hoy “gracias a la neurociencia no sólo sabemos cuáles son los mecanismos que nos permiten formar  recuerdos sino también cómo podríamos mejorarlos. Nuestros resultados, apoyados en la observación de más de 5.000 estudiantes de todos los niveles, proponen generar una estrategia educativa con fundamentos neurocientíficos, generando de esta forma una herramienta innovadora, práctica y económica para la consolidación de ciertas temáticas que por lo general exigen un gran esfuerzo”.

La visita de Ballarini a Neuquén se inscribe en un programa de popularización de la ciencia que lleva adelante la Provincia y fue posible gracias al financiamiento del Consejo Federal de Inversiones. Coincidió con la Semana de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación para incorporar una instancia de capacitación a docentes.

En la apertura participaron la coordinadora de políticas públicas educativas del Ministerio de Educación María de Belén López, la directora provincial de Ciencia y Tecnología del COPADE Silvia García Garaygorta y equipos técnicos de ambos organismos.