Organizado por la subsecretaría de Cultura provincial, la obra “¿Qué tren? Historias sobre rieles” volvió a decir presente ayer durante los festejos por el 67º aniversario de Senillosa, tal como lo hizo en Neuquén y Cipolletti en el Día Nacional de los Monumentos.
Estos “viajeros del tiempo” se presentaron en la vieja estación ferroviaria de esa ciudad para revivir épocas de antaño con una desopilante puesta en escena llena de nostalgia.
En las cuatro intervenciones que se hicieron en el mes de mayo tuvieron como escenario al ferrocarril que une Neuquén con Cipolletti. La ausencia de ese medio de transporte -que ya no pasa por Senillosa- fue el leitmotiv de la acción que transcurrió en un andén de una estación “cerrada y maltratada” en la que una serie de pintorescos personajes de la década del 50 “esperan un tren que no llega, que no llega y que no llega”.
El director de la puesta, Lucio Herrera, indicó que “es una pequeña historia, muy simple que rompe con la rutina de la gente. Tienen mucho potencial. Los personajes vuelven del pasado y se encuentran. Cada uno tiene su historia y su razón, entre ellos está (Abel) Cháneton”, contó Herrera, quien años atrás sorprendió en varias oportunidades a los pasajeros de los subtes porteños con intervenciones artísticas.
“La idea es estimular a la gente, traer recuerdos, hacer referencia a los años de esplendor de los trenes públicos argentinos, que alguna vez el tren vuelva a pasar por ahí y que la estación se recupere”, precisó.
Acerca de esta estación de trenes en Senillosa, Herrera expresó que “el lugar tiene mucha energía, está casi intocado y muy maltratado. El objetivo es que alguna vez el tren vuelva a pasar por ahí y que la estación se recupere, que ese hermoso edificio pueda convertirse en un espacio de arte donde se pueda dar cursos o un museo ferroviario porque hay objetos, una locomotora desarmada y tirada a 80 metros”.