El doctor Sergio Luscher explicó en una charla desarrollada en el auditorio de la Ciudad Deportiva algunos puntos clave sobre esta temática.
Contar con un certificado de estado óptimo de salud para las personas que practican deportes es habitual en las entidades e instituciones a la hora de exigir avales, aunque dichas prácticas no suelen tener una valoración acorde a su importancia como valor de prevención.
El doctor Sergio Luscher, integrante de la dirección general de Medicina del Deporte del ministerio de Deportes, explicó en una charla desarrollada en el auditorio de la Ciudad Deportiva algunos puntos clave sobre esta temática.
“Un certificado no garantiza salud. Solo previene y detecta prematuramente aspectos que pueden dañar la salud”, afirmó el facultativo.
“Nadie cuida su salud por decreto o ley sino por convicción y responsabilidad”, opinó.
En los certificados de aptitud física hay especificaciones relativas y absolutas en relación a determinadas prácticas o certificados sin contradicciones”, precisó.
Destacó la importancia de la práctica del ejercicio físico, el deporte y la recreación como medios para prevenir y “no malgastar en enfermedades lo que se puede invertir en salud”.
Sobre este punto citó al doctor Enrique Romero Brest quien ya lo advertía en la década del veinte: “A medida que se abren los espacios para el deporte se clausuran hospitales, se cierran las tabernas y se despueblan las cárceles”.
Alentó a los organismos públicos vinculados a la programación de las actividades físicas a ser conscientes de su rol como “agentes de salud”.
En este sentido abogó por “un examen personal de la “salud anual para todos los ciudadanos como así también por creación de un certificado único de aptitud deportiva y ejercicio y, en el caso de ciertas prácticas, un consentimiento informado y declaración jurada de padre o tutor adulto para tornos, juegos o competencias.
